El asunto | el caso de Tsukishima Kei | Tsukiyama

4. La tormenta.

"El pronostico del día de hoy anuncia lluvias intensas por la tarde, con probabilidad de tormenta eléctrica. No olviden un paraguas cuando salgan de casa y estar preparados por si hay un corte de luz."

El entrenador Ukai suspiró cansando, apagando la televisión para estirarse antes de empezar a barrer.

—Que problema, ¿se cancelará el entrenamiento de hoy?

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Sugawara no había encontrado a Hitoka durante el almuerzo, por ningún lado. Shimizu se había encargado de revisar cada baño de mujeres en todos los edificios, mientras Daichi había buscado por todas las canchas y le había preguntado a los demás clubes, pero nadie la había visto ni siquiera salir de la escuela. Empezaban a pensar que era hora de hablar con el entrenador.

Mientras tanto, y por su lado, Hinata y Kageyama habían emprendido su propia búsqueda. Ellos conocían a Yachi mejor que los de tercero, lo cual les brindaba cierta ventaja a la hora de conocer sus escondites favoritos. No estaba en el lugar en donde solían comer juntos, ni en las escaleras hacia la azotea, que era el lugar a donde iba cuando quería privacidad. Tampoco la habían encontrado encima de los árboles.

—¿Por qué Yachi se escondería entre los árboles, Hinata idiota?

—¡Bueno, si yo quisiera esconderme lo haría en un lugar en donde nadie se lo esperaría!—Shoyo se resbaló cuando intentaba bajar de uno de ellos, y cayó justo de nalgas. Se lamentó unos momentos antes de continuar.—¿Se te ocurre una mejor idea, o solo estás aquí para criticar las mías?

Kageyama arrugó la nariz.

—Si nos detuviéramos a analizar las cosas en vez de corretear por toda la escuela como estupidos, podríamos pensar en algo mejor.—dijo, después de meditarlo unos momentos. Hinata refunfuñó, pero terminó por darle la razón.—¿Qué le gusta hacer a Yachi?

—Mmm, ¿voleibol?

—Eso es lo que nos gusta hacer a nosotros.

—¡Pero también le gusta a Yachi!

—No te proyectes en otros.—regañó, haciendo que Hinata vuelva a bufar.

En medio de su pequeña discusión, Tobio empezó a notar que el cielo se estaba nublando. Tenían que darse prisa.

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Yamaguchi ya no estaba en la enfermería.
Kei ni siquiera se molestó en contestar el mensaje de texto de Kageyama. Sabía que Tadashi estaba en el grupo, y por lo tanto, estaba al tanto de la desaparición de Yachi. Si lo conocía lo suficientemente bien (y claro que lo hacía), entonces no se había ido a casa aún. Debe estar buscándola.

—Tsk.—por la ventana, Kei también empezó a notar las nubes grises arremolinándose encima de la ciudad, y una llovizna empezando a caer. A veces, Yamaguchi podía llegar a ser tan idiota como el par rarito.

"A todos los estudiantes de esta institución, se les avisa qué hay una tormenta eléctrica acercándose. Por ese motivo las clases de hoy concluirán antes y las actividades de los clubes serán suspendidas. Por favor, váyanse directo a casa y no pierdan tiempo con distracciones" La voz del director sonó por los altavoces, seguida por millones de estudiantes murmurando con preocupación. Sin embargo, todo el club de voleibol estaba muchísimo más preocupado que el resto.