02

7K 637 2K
                                    

— ¡ESTOY MÁS CEBADO QUE UN MATE!— fue lo que escuchó Osamu cuando entró a su aula, que quedaba al lado de la de Atsumu.

— ¡VOS SABES QUE SÍ, PELADO!— le gritó Nishinoya a Tanaka, los dos se sentaban juntos como todos los años.

Kenma les dio una última mirada antes de ponerse sus auriculares por debajo de su uniforme y entrar a "Free fire" para jugar. No tenía ganas de escuchar a nadie, no entendía cómo sus amigos estaban tan emocionados por empezar las clases.

— Y eso fue lo que pasó, por suerte ya estoy algo mejor..— Kiyoko sonrió con ligera tristeza luego de contarles a Akaashi e Iwaizumi lo que había ocurrido en sus vacaciones. A lo que ellos la abrazaron y la aconsejaron, diciendo que siempre estarían para lo que necesitara.

— ¡Osamu, tengo noticias!— gritó Tendou sentándose al lado del chico de pelo grisáceo.— Me enteré que hoy viene un chico nuevo, lo escuché del preceptor.

— ¿Posta?— preguntó abriendo una bolsa de papitas.— Que raro que venga alguien nuevo en quinto año.

— ¿Me das?— preguntó Kenma, metiendo su cabeza entre el espacio que había entre las sillas de los dos chicos, justo él se sentaba detrás de Miya.

— No, volá de acá.

— Chupamela.— respondió. Metió su mano en el envoltorio y sacó tres papas, luego volvió a sentarse para seguir jugando con su celular.

— ¿Alguien tiene un lápiz de más?— preguntó Kiyoko a su grupo de amigos.

— ¡SÍ, REINA!— gritó Tanaka pasándole su cartuchera.— ¡Te doy los lápices que quieras y mi vida también!

— ¡Silencio, silencio!— gritó el preceptor entrando al aula.— ¡Tengo algo que anunciar!

Detrás de él, había un chico de rulos con piel pálida, bastante alto y lo que más llamó la atención fueron sus dos lunares sobre la ceja. Simplemente entró y se sentó en el único asiento libre que encontró, justo adelante de Ryu y Nishinoya.

— ¡¿Vos sos el nuevo?!— gritó el más bajo.

Él contrario solo asintió, sin darse la vuelta, con la mirada fija en el pizarrón.
El preceptor lo presentó, su nombre era Sakusa Kiyoomi y venía de otra escuela que era bastante alejada de la zona. Luego pasó lista y se fue a preceptoría.

— A ver, Kiyoomi— sonrió la profesora de química, que había llegado segundos antes.— ¿por qué te cambiaste de escuela?

— Porque eran todos unos mugrientos.

El aula se mantuvo en silencio varios segundos, hasta que Satori largó una carcajada descontrolada.
Luego la clase dio su inicio. Tampoco es que fuera súper interesante, lo único que hicieron fue repasar temas del año pasado.

El pelirrojo se aburría bastante. Su mente divagaba y no se concentraba en nada en concreto. Le parecía interesante desde los pájaros que se veían a través de la ventana hasta la mancha de pintura que había en la blanca pared.

Cuando la profe al fin anunció que ya terminó la clase y que podían relajarse, se desparramó en el banco por completo, agradeciéndole a lo que sea que haya allá arriba. Y con algo de curiosidad, se acercó al lugar del chico nuevo.

— Che,— lo llamó Tendou.— ¿de qué signo sos?

Sus otros amigos negaron levemente mientras reían, sabían muy bien que le haría esa pregunta ya que Satori estaba obsesionado con el tema de la astrología. Hasta ya les había sacado la carta astral a todos y les explicó cada parte de esta.

Haikyuu argentino;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora