Gina es la hija adoptiva del profesor Silva.
¿Qué pasa si es capaz de hacer cosas que no se han visto en siglos?
𝐹𝑎𝑡𝑒: 𝑆𝑎𝑔𝑎 𝑊𝑖𝑛𝑥 𝑓𝑎𝑛𝑓𝑖𝑐𝑡𝑖𝑜𝑛
𝑆𝑒𝑎𝑠𝑜𝑛 1
𝑅𝑒𝑎𝑑𝑒𝑟 𝑥 𝑅𝑖𝑣𝑒𝑛
Gina estaba hablando con Terra en el comedor; el cual estaba decorado con varias luces haciéndolo lucir bastante bonito.
- Será capullo. - soltó Terra de repente.
- ¿Quién?
- Riven ¿quién más? Ya está molestando a uno de primero.
- Terra ¿Qué haces? - le preguntó Gina al ver a su amiga caminando a donde estaban los chicos.
- ¿Metiéndote con los de primero, eh? Que básico.
- Me la estaba poniendo a huevo ¿verdad? - contestó Riven.
- No se a que te refieres. - habló el otro chico.
- Ignóralo. Va de malote; pero en realidad es un cobarde que no sabe confesar lo que siente y lo oculta. Aparte deberías de haberlo visto el año pasado, es un pringado disfrazado .
- Y tú estás tres veces disfrazada.
- Oye, vamos tío.
- No, me ocupo yo. - dijo Terra.
- La gente cree que puede tratar a las gordas como a una mierda; porque somos dulces y simpáticas y nos contentamos cuando nos hagan caso. Pero, a veces, hemos tenido un día horrible y cuando un capullo dice algo equivocado de repente no nos gusta que nos habléis y dejamos de ser dulces y sobre todo ser inofensivas.
Después de soltar todo eso; Terra utilizo su poder para hacer que las plantas enredaderas se empezaran a desplazar al cuello de Riven estrangulándolo.
- ¿Qué? ¿Disculpa?
- ¡Terra! - gritó Gina apareciendo en el campo de visión de los tres. - ¡Suéltalo!
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- No, se lo merece.
- Puede que se lo merezca; pero te vas a meter en un lío.
- Se ha burlado de mi. - le dijo Terra mirando en la dirección de Gina. - Y estoy harta de que sea siempre a mi.
- Vale, lo entiendo.
- No, no lo haces. - Terra en ese momento estaba empezando a llorar. - Para ti, es tu amorcito Riven que me trata diferente.
- Terra, sé que lo que te dijo está muy mal. Pero te vas a meter en un lío; así que suéltalo y ya me ocupo yo.
- No quiero que me protejas.
- Es para que no te castiguen; es mejor que me castiguen a mi.
Terra soltó a Riven; quien tomó una gran bocanada de aire.
Pero luego las plantas volvieron a estar en su cuello; no tan apretadas como antes pero allí estaban.
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