Capitulo 14

739 80 6
                                    

-Aquí está tu té.- dijo Jairo dejando una taza frente a mi y volviéndose a sentar al lado mío, habíamos cenado y Antonio le había llevado la comida a Gloria así que estábamos solos.

-Tenemos que lograr comunicarnos con Ortega. Debe saber que estamos bien, hemos dejado la casa sola.- él bebió un poco de su taza y me miro. Su hinchazón había bajado un poco, pero aún tenía el ojo afectado. Antonio dijo que no iba a haber problemas de visión pero igual debía cuidarse.

-Ortega sabe que estamos bien.- aseguro.- hemos dejado a estos hombres tirados y nos hemos marchado, me conoce, debe ya saber que hemos huido.- volvió a tomar té de su taza.

-¿Y mi abuela? Me he dejado el móvil allá.

-¿Gloria ha traído el suyo?- pregunto.

-No lo sé, igual, quiero dejarla descansar al menos por hoy. Ese medicamento la hace dormir.

-Entonces tendremos que inventar otra mentira para cuando vuelvas a comunicarte con tu abuela.- dijo divertido. Sonreí levemente, por su culpa me había convertido en una mentirosa experta.

-Les he preparado un lugar para dormir en el living, no tengo una habitación de huéspedes lamentablemente.- explico Antonio entrando a la cocina.- iré a acostarme, me he levantado temprano hoy.- dijo algo perezoso mientras dejaba los platos sucios en la bacha de la cocina.

-¿En donde dormirás?- pregunte

-Con Gloria.- sonrió- después de todo, es mi cama ¿no?- me guiñó un ojo. Jairo estaba serio y sólo se dedicó a tomar su té.- Buenas noches. Espero que duermas bien, guapa.

-Gracias igualmente, guapo.- le seguí el juego y sonreí un poco. Cuando volví mi vista a Torres me mantuve seria, al igual que el. No sabía que era lo que le pasaba pero de seguro no tenía ganas de bromear.

-He terminado, iré a acostarme.- dijo despacio, como si se hubiese quedado sin ganas de hablar. Seguí tomando mi té mientras él se levantaba de su lugar a lavar su taza. Le observe desde atrás, su espalda era tan grande que no me permitía ver lo que hacía con sus manos.- buenas noches.- camino hacia el living y yo me dispuse a terminar mi infusión.

Estaba todo tranquilo, no se escuchaba nada más que los animales de afuera, lo que me causaba algo de miedo la verdad.
Lave mi taza y trate de disfrutar de esta tranquilidad, últimamente no he tenido tanta como quisiera.

Al llegar al living pude ver a Torres acostado, se había quitado la remera y se había dormido demasiado rápido. Busque el lugar que supuestamente Antonio había arreglado para mi, pero no lo encontré.
Observe el sillón, supongo que me había tocado dormir allí, no entendía muy bien la situación, el mismo tampoco tenía almohada ni manta, sin embargo Torres tenía todo doble.
Le mire con algo de envidia y me acomode en el sillón. Se me estaba haciendo costumbre dormir en los sillones.
Cerré mis ojos, incomoda.

-¿Que haces? Ven a dormir.- hablo somnoliento el agente. Abrí los ojos y fruncí mi ceño sin entender nada.- Tu amigo a arreglado esto como para que los dos podamos dormir juntos.

-¿En serio?- pregunte sorprendida, ¿por qué haría eso? Él abrió los ojos y me observo desde su lugar.

-Supongo que Gloria le ha dicho que tenemos una relación.- aseguró y ahora todo me cerraba.- ven, hay lugar.

-¿No te molesta?- dije insegura. Estaba segura de que esto era literalmente la consecuencia de una de nuestras mentiras.

-Si a ti no te molesta a mi tampoco.- volvió a acomodarse.

Me levante del sillón y camine hacia el algo nerviosa, nunca habíamos dormido juntos pero bueno, siempre hay una primera vez.

Me acosté respetando su lugar y el mío, con la máxima distancia posible entre nosotros. No quería incomodarlo.

-Puedes acomodarte mejor, te noto incomoda.- dijo cerca de mi y toda mi piel se erizó.

-Estoy bien.- respondí mintiendo, claro que no estaba bien, no estaba acostumbrada a dormir con alguien más, mucho menos con un agente y mucho menos en el medio de un bosque.

Sentí como Torres volvía a quedarse dormido, supongo que estaba lo suficientemente cansado como para dormirse enseguida y más aún si le habían golpeado hasta dejarlo en el suelo.

Cerré los ojos y me obligué a dormir, yo también estaba cansada pero por alguna razón no tenía sueño. Di varias vueltas en mi lugar y después, al fin, me dormí.

-Tengo frío.- me abrace a mi misma, la temperatura había bajado considerablemente a medida que iba pasando la noche.

-Ven, hace rato tiemblas.- Torres se acercó a mi y me abrazo por detrás haciéndome poner rígida. No estaba preparada para ese movimiento. Estiro uno de sus brazos y nos cubrió a ambos con una manta.- tener contacto con otro cuerpo cuando tienes frío suele solucionar las cosas.- y era verdad. Había pasado de tener mucho frío a estar cálida, sobre todo mis mejillas, éstas ardían.

Me había desvelado un poco, situación muy diferente al hombre que me abrazaba, él dormía tan plácidamente que hasta llegué a sentir rencor. Menos mal que no roncaba, eso sería suficiente como para hacerme desvelar completamente.

Sentí como unas pequeñas gotas comenzaron a golpear el vidrio de la ventana, llovía. Lo que significaba que la temperatura iba a bajar aún más. Me acomode mejor junto a Jairo y dejé que de alguna manera me protegiera con sus brazos.

Cerré los ojos y tan solo por un momento me sentí cómoda. Podría acostumbrarme a esto y aunque no sabía absolutamente nada de él, le tenía mucha confianza. Después de todo era mi custodia, se suponía que debía confiar en el, aunque no sé si al grado de dormir juntos.

-Duerme..- dijo somnoliento y me atrajo más hacia su cuerpo, evitándome la posibilidad de escapar.- por favor..- suavizó su petición. No me había dado cuenta de que me movía tanto mientras trataba de dormir. Besó uno de mis hombros y se encargó de que estuviese bien tapada.

-Esto no estaba en el protocolo.- dije en un susurro.

-He prometido que te cuidaría. Eso significa que te cuidaré en cualquier momento y lugar, no importa la circunstancia. Trata de dormir Stella y deja de pensar tanto las cosas.- volvió a besar mi hombro y se dispuso a dormir, al igual que yo.

La chica del expediente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora