02

4 1 0
                                    

"Si no sabes lo que buscas, no entiendes lo que encuentras" —Autor Anónimo.

Sam Ackerman

A ver, si la escena fuese un poco más tétrica sería sacada de una escena de terror.
 
Un adolescente pendejo, va a buscar un vaso de agua en la madrugada, inmediatamente tocan la puerta, él va a ver quien es y cuando abre no encuentra a nadie, solo un pequeño paquete de procedencia dudosa.
 
Solo falta que del paquete salga un monstruo come humanos y devore al adolescente pendejo.
 
Deja de pensar esas cosas, estúpido, tú eres el prota pendejo.
 
Ay we, pónganse en mi lugar:
 
Un paquete de procedencia dudosa aparece en tu puerta a las 12:15 AM. Tienes tres opciones:
 
Opción A: Ignorar la situación por completo.
 
Opción B: No ignorar la situación diciéndoselo a un adulto para así no involucrarte en eso.
 
Opción C: Llevarte el paquete por curiosidad y abrirlo.
 
¿Cuál elegirían?
 
Sé que será muy extraño, pero la C es muy llamativa, eh.
 
Ignorando todo lo que dice mi mente, me voy directo a mi habitación con el paquete en mano.
 
Ya en mi habitación la curiosidad me carcome lentamente con la tensión que me produce la presencia de ese objeto.
 
El objeto es ligero; no tiene tanto peso. Es de apariencia marrón de forma cúbica, un paquete común y corriente.
 
Busqué rápidamente unas tijeras y me fui a abrir ese paquete que no me dejaba en paz mi conciencia y comencé a abrirlo.
 
En él, se encontraban unos objetos muy curiosos que me dejaron tanto estupefacto como un tanto extrañado.
 
En él había una rama verdosa, de aspecto extraño para la época en la que estábamos. O sea, estamos en otoño, las hojas actualmente tienen un color naranja bonito al ojo humano.
 
Entre otros objetos, se encontraba una foto muy vieja: Era una foto de mi infancia.
 
En ella sonreía de una manera sincera y tierna, en ese tiempo tenía como ¿Seis años? No recuerdo muy bien, en ella me encontraba con los cachetes sucios ya que había terminado de jugar en el patio, mi blanquecina sonrisa, mis ropas bañadas en lodo, mi cabello oscuro revoloteado y mi mirar risueño.
 
¿Dónde quedó ese niño?, ¿Ese niño que la vida y el decir de los demás no le importaba?, ¿ese niño que era ajeno a la realidad dónde está?
 
Quisiera volver a esos tiempos donde mi única preocupación era jugar en el césped y vivir relajado sin preocuparme por lo que pensaran de mi apariencia y mi pensar.
 
Podía ser libre.
 
Siento una lágrima recorrer mi mejilla, me la sequé con nostalgia y seguí viendo el último objeto que quedaba a dentro del paquete.
 
Una nota, en la cual decía:
 
"Hola"
 
¿En serio?, ¿Hola?
 
De todas las putas cosas que podía decir ese papel solo dijo un insignificante "Hola".
 
O sea, quien sea que haya enviado ese paquete sabe quién soy, y me conoce. La cuestión es: ¿Cómo tiene esa foto que yo la di por perdida por los años?, ¿Qué me quiso decir con ese "Hola"?, ¿Quién será el que está detrás de este extraño paquete?

La curiosidad me mata, pero mi mente está demasiada abrumada, necesito procesar toda esta información.
 
Dormir un poco no me caería mal a esta altura de juego. Guardé todo lo que contenía dicho paquete en una gaveta de mi escritorio.
 
Después de eso me acosté en mi cama logrando conciliar el sueño de manera rápida ya que había pensado demasiado ese día.
 
Todo está comenzando.

-----------------------------------

Hola chicos, volví xD

Estuve desaparecido por un tiempo largo, estaba a punto de explotar prácticamente.

Las tareas, más nuevo colegio es igual a estrés total. Pero bueno, volví con este nuevo proyecto que creo que les puede gustar.

Esta historia, sobre todo es gracias al ONC "Open Novella Contest" un concurso organizado por los Embajadores de Wattpad que se basa en realizar una novela corta en 13 semanas.

Es un desafío muy duro para alguien que no había escrito hace prácticamente un año, pero lo acepto.

Nos leemos luego. —S.A.

Entre confusionismos y trastornos no deseados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora