❝Gente Sombra❞.-Jinkook. [BTS].

𝕾𝖔𝖒𝖇𝖗𝖆 𝕴𝕴𝕴.

—16 de marzo del 2020. 20:05 p.m.

Hace mucho no visitaba la casa de su madre. Desde ese incidente generalmente era a él a quien visitaban. Por eso se sentía extrañamente calmado mientras escuchaba la agradable conversación familiar en la sala mientras su madre y él se encargaban de cocinar.

Cocinar siempre había sido una de sus actividades favoritas. Difícilmente diría que no. Además, quería pasar tiempo con su madre después de mucho. Esa es una de las razones por las que se ofreció a preparar la cena ese día. Originalmente habrían más personas ayudando, su hermano entre ellos, pero su madre los empujó a todos para poder pasar un buen momento junto a su hijo.

No es que tuviera algo en contra de eso.

Con su lindo hoodie de un rosa opaco remangado, cortaba alegremente una cebolla mientras su madre seguía revolviendo lo que estaba en la olla. Entonces, la mujer lo miró con ternura.

—Es lindo tenerte de vuelta.

La risa cálida escapó de los labios de Seokjin.

—Es lindo volver.

Lo era. Abrazaría a su madre y se refugiaría en su cuerpo de no ser porque ahora mismo estaban ocupados terminando lo necesario para la cena. Entonces, ella se sobresaltó y dejó de revolver la olla.

—¡Oh! Espérame, voy a traer algo.

Él sólo pudo asentir amablemente. Su madre rápidamente desapareció tras la puerta mientras gritaba algunas cosas y algunos otros familiares lo respondian. Seokjin ahora estaba sólo una vez más. En completo silencio decidió dirigir absolutamente toda su atención a freír la cebolla que había acabado de cortar.

El sonido de la cebolla friéndose junto al agua hirviendo impregnaron la habitación por un momento. El aroma de la carne cociéndose en el horno.

Era un buen ambiente. Tal y como en ese entonces.

También, un momento como este era el más adecuado para recordar su bella sonrisa de felicidad.

Perdido en sus propios recuerdos sonrió levemente. No sabía si le dolía el pecho o si se sentía genuinamente feliz de recordar aquello.

Por supuesto, el grito genuino que soltó cuando un bulto negro se atravesó rápidamente en su vista no le dejó averiguar esto. Incluso el salto que pegó provocó que su agarre le fallara y la sartén cayera al suelo.

Se llevó mano al pecho intentando reponer su respiración mientras escuchaba los pasos apresurados de su padre dirigirse hacia allí mientras con la voz preocupada preguntaba si estaba todo bien.

No lo estaba.

De verdad intentaba seguir adelante.

Lo intentaba.