𝕾𝖔𝖒𝖇𝖗𝖆 𝖁𝕴𝕴𝕴.

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—11 de abril del 2020. 18:06 p.m.

No había podido volver a dormir. Estaba perfectamente consciente de que su rostro estaba hinchado y sus ojos levemente rojos debido al llanto que después de tanto tiempo ya no pudo conseguir retener.

Su desayuno había sido obligado prácticamente, Yoongi se había aparecido en su departamento a las diez de la mañana para obligarlo a desayunar y poco después lo obligó a salir para comer. Sin embargo no lo forzó a ir más allá de lo que podía soportar, después del almuerzo lo dejó completamente libre.

Tuvo un paseo corto después. Y sin embargo ahora había manejado hasta aquí. Estaba de pie con un ramo de rosas en sus manos. Mirando fijamente a la persona que más había amado. Alrededor del pasto verde y los árboles enormes cada cierta distancia que daban sombra justo donde él estaba de pie.

—Son tus favoritas. ¿Lo recuerdas? Las que nos regalamos en los catorce de febrero.

Tomó una respiración profunda antes de hablar. Le costó, su voz sonó desafinada y entrecortada al inicio. Pero carraspeó un poco antes de volver a intentarlo. Comenzó esta vez con una reverencia respetuosa antes de dejar el ramo de rosas en el suelo y sentarse al lado de la pieza de concreto en donde estaban escritos los datos de su amor. Se sentó con calma, y rodeó sus propias rodillas en un abrazo. No le importó arrugar los pantalones de vestir.

—Jungkook, realmente pensé que fuiste un egoísta.

Comenzó así. Pero no importaba. Podía todavía terminar lo pendiente.

Seokjin soltó una risa irónica.

—Pero tal vez el egoísta fui yo al suponer que sería suficiente para que te quedes conmigo. A pesar de todas las veces en las que te recibí en mi departamento, todas las veces en las que pasé la noche abrazándote para que pudieras llorar, yo realmente pensé que sería suficiente con eso.

Infravaloró la importancia de la salud mental. Sólo porque Jungkook le decía que no quería ir con un psicólogo.

—Debí llevarte a un psicólogo en lugar de eso. Tu depresión habría sido tratada correctamente si hubiera hecho eso.

Fue su culpa. En gran parte fue su culpa. Intentó ignorar el dolor que comenzaba a aparecer en su pecho, pero la forma en la que inhaló aire de repente era una clara evidencia de que eso no podía pasar. No tardó en dejar salir la primera lagrima suya.

Joder, había llorado toda la noche, ahora estaba llorando otra vez.

—Por eso no vine a verte en tanto tiempo...Pero todas nuestras cosas siguen en mi habitación. Incluso algunas de tus ropas que usabas cuando te quedabas allí.

Toda esa ropa estaba muy bien organizada. Ni una sola arruga. Era la ropa de su precioso Jungkook, ¿Cómo podría hacer tal cosa como descuidarla?

—También tu taza y tu cepillo de dientes. Está todo intacto. Lo siento, realmente debí venir antes.

Levantó la mano para poder secarse las lágrimas inútilmente.

Maldita sea, dolía, dolía mucho. Nunca pensó que la última vez en la que lo abrazaría sería esa noche. Nunca pensó que el chico realmente pudiera tomar una decisión de ese tipo, nunca pensó que su cuerpo caería justo sobre su auto.

Seguramente Jungkook no lo sabía, no sabía que el lugar donde iba a caer sería justo encima suyo prácticamente, seguramente no sabía la desesperación con la que Seokjin había llamado a la ambulancia esa vez. La desesperación en su voz y en sus ojos mientras se negaba a sí mismo que eso había pasado.

—Intenté darle una oportunidad a Namjoon. Seguramente sabías que le gustaba y nunca me lo dijiste, tonto.

Se rió un poco. Estaba bien, lo admitía. Ese hecho podía ser un poco divertido si lo pensaba de esa forma.

—Pero no pude. Realmente no puedo. Porque sigo enamorado, Jungkook, te sigo amando.

Bajo la luz del atardecer, el juego de colores hacía de su piel una verdadera obra de arte. Incluso a las lágrimas que caían una y otra vez, o los hipos ocasionados por el llanto. Seokjin realmente no sabía si podría sanar. Seokjin acababa de admitir que necesitaba volver a terapia. No podía seguir de esa forma, no.

¿Algún día podría? ¿Podría dejar atrás ese hermoso amor de su juventud? ¿La tristeza o todas las noches en las que veía anime o jugaba solo, extrañando tener esa existencia alegre a su lado, gritando o golpeando levemente por esto o aquello?

Lo odiaba.

De verdad lo odiaba.

Seokjin sólo sabía que jamás se había sentido así con alguien.

Escaparse del colegio, ir de viajes, las cenas con su madre, los conciertos, las películas, los malos chistes, las carcajadas en la madrugada, o la timidez de cuando empezaron su vida sexual.

Seokjin sólo sabía que todavía amaba a Jungkook. Y probablemente eso seguiría por años.

Lo amaba. De verdad lo amaba.

Seokjin ya no quería ver esa sombra. Esa sombra que lo vigilaba detrás de un tronco mientras se dejaba hundir en el desbordante amor que aún sentía.

❝Gente Sombra❞.-Jinkook. [BTS]. Where stories live. Discover now