❝Gente Sombra❞.-Jinkook. [BTS].

𝕾𝖔𝖒𝖇𝖗𝖆 𝖁.

—10 de abril del 2020. 23:49 p.m.

Lo intentó, de verdad lo intentó. Dio todo de sí para intentar avanzar en su vida amorosa. Pero no podía evitarlo, incluso hoy, era completamente incapaz de desarrollar atracción hacia otras personas.

Una vez.

Sólo una vez necesitó enamorarse sinceramente.

El hecho de que los dedos de su mano estén entrelazados con los de Namjoon no significaba absolutamente nada para él. Al menos no en el sentido que sabía, el menor lo amaba.

Frente a la puerta de su departamento, se volteó para quedar frente a frente.

—Gracias por traerme de vuelta.

Lo estaba mirando a los ojos. Fijamente, la tensión entre ambos comenzaba a subir.

Entonces ahí lo vio otra vez, al fondo del pasillo, la sombra se asomaba.

Namjoon era alguien amable y educado. Así que dio una pequeña reverencia.

—No es nada, no representa ninguna molestia.

Seokjin se inclinó ante la caricia que el menor le estaba dando en su cabello. Revolviendo tranquilamente uno de los costados.

—Decidí sacarte porque sé que dentro de un rato será esa fecha. No quería que te sientas decaído todo el día.—Aun así, la risa que soltó tuvo algo de nervios incluido.—Pero creo que no funcionó del todo.

—¡No, no! Yo...Gracias, por no dejar que me hundiera en mis pensamientos.

Lo estaba usando. ¿Esto era válido?

—¿Quieres que me quede?

—No es necesario. Gracias por pasar el día conmigo.

La mano que bajó a acariciar su mejilla se sintió un poco incómodo. Más no desagradable. No le producía asco. Pero ver su rostro acercándose lentamente, le produjo pánico. Peor cuando vio a aquella sombra moverse a su alrededor y sintió un escalofrío.

Con aquella mano oscura de dedos puntiagudos rodear el cuello de Namjoon de forma amenazante.

No podía, no, no, no, no. No podía.

No se dio cuenta, reaccionó en automático. Su mano cubrió los labios del menor antes de que pudiera llegar a él. Sin embargo, contrario a lo que uno pensaría, este no se enojó. Se retiró rápidamente con una reverencia como disculpa.

—Lo siento, no quise molestarte.

¿Por qué de repente se sentía como un completo desconocido?

—No puedo corresponderte, Namjoon.

¿Por qué no podía conseguir avanzar?

—Gracias por la oportunidad.—Sonriendo tan dulcemente...

¡¿Por qué esa sombra parecía estar abrazando al menor por el cuello ahora?! ¡¿No lo estaba amenazando básicamente hace un rato?!

Su despedida fue formal. Realmente Seokjin no sabía si su amistad podría seguir bien después de esto, pero dejaría que el tiempo actuase. Suspiró fuertemente cuando cerró la puerta de su departamento e intentó ignorar la presión en el pecho.

Intentó ignorar aquella sombra desapareciendo por unas de las puertas que había captado por el rabillo del ojo.

Carajo, ya van a ser las doce, ve a bañarte y a dormir. No puedes ponerte a llorar tan desconsoladamente ahora. Ignora la presión en el pecho, no te fijes en tu alrededor, enróllate en tus frazadas y mañana riegas aquella hermosa flor dentro del marco de la lámpara.

Tal vez conseguiría sanar algún día.

Tal vez algún día podría escapar de las ganas que tenía de hundirse contra sus brazos. Porque así debía ser, así debió ser.