❝Gente Sombra❞.-Jinkook. [BTS].

𝕾𝖔𝖒𝖇𝖗𝖆 𝖁𝕴.

Despertó por las náuseas que se apoderaron de él en algún momento. Sentía el malestar en su garganta y la frialdad en sus pies. Sus ojos captaron rápidamente la ventana semiabierta con las cortinas balanceándose junto al viento nocturno. La luz de la luna se colaba entre la tela e iluminaba su habitación. En su somnolencia, recorrió la habitación con su mirada, subiendo por las paredes de aquella ventana para llegar al techo, las luces apagadas, su ropero y...

Pegó el grito de su vida. Estaba completamente seguro de que los vecinos lo habían escuchado. El susto fue tan grande que se sentó rápidamente, el sueño se esfumó. Pataleó un par de veces para poder escapar del enredo de sus frazadas y se apoyó por la cabecera de su cama.

Sentado en una silla al lado de la cama, ahí estaba. Aquella sombra humanoide que parecía ser un extraño bulto de humo negro. Era traslúcido, podía ver el fondo a través de él. Pero lo que más le inquietaba era que podía hacer contacto visual. Aquella cosa tenía dos ojos brillantes. Brillaban en un blanco inquietante.

Siempre lo había visto de reojo o por apenas un segundo. Era la primera vez que lo veía teniendo una presencia tan fuerte.

Estaba sudando. Sentía su respiración agitarse.

—Dejaste de ir a terapia, Seokjin.

Y entonces, se le heló la sangre. Aquella voz sonaba tan parecida a la calidez de Jungkook. Apretó fuertemente la frazada contra su pecho, no pudo evitar controlar el reloj despertador que estaba en su mesa de noche, del lado izquierdo de la cama, sentido contrario a donde estaba esa sombra.

03:33 a.m.

Ya era el 11 de abril...

Cerró fuertemente los ojos cuando sintió la brisa en sentido contrario y aquella cosa se movió hasta quedar frente a él. Tapando el reloj, aunque con su traslucidez, todavía se podía ver.

¿Por qué parecía estar estancado en esa hora...?

—Seokjin, el hecho de que me sigas viendo es la prueba de que no debiste dejar la terapia.

Incluso cuando volvió a dirigirle la vista, todavía se encontraba aterrado. Pero no podía correr, su cuerpo estaba completamente paralizado. Era como si su sistema nervioso no respondiera en absoluto.

Sus labios se separaron con nerviosismo, buscando la palabra adecuada para comunicarse. Pero, ¿Qué debería decir? ¿Cómo se comunicaba con algo así? Debía estarse volviendo loco finalmente.

—¡¿De verdad te atreves a cuestionar quién soy?!—Completamente ofendido y enojado, la sombra de repente comenzó a esparcir humo negro con más intensidad. Sus frías manos tomando por la fuerza el rostro de Seokjin para obligarlo a verlo a sus brillantes ojos. Enervado y dolido, se regocijó en la expresión asustada del muchacho que tenía en frente.—Soy tú. ¡El cúmulo de toda la culpa que sientes! Soy el resultado de tu inmadurez emocional, Kim Seokjin.—La sombra solo soltó el rostro de Jin cuando notó las lágrimas acumulándose en sus ojos. Completamente asustado de aquella reacción.—Pero no te juzgo. Todos se sentirían culpables en esa situación.—Pronunció inclinando levemente la cabeza.

Tétrico.

Era una imagen demasiado tétrica.

Seokjin mantenía la cabeza gacha. La respiración agitada. Apenas pudo visualizar a la sombra mientras esta se dirigía hacia una esquina oscura de su habitación.

—¿Q-qué situación...?—La voz baja y entrecortada finalmente salió.

Que idiota, él sabía perfectamente a qué se refería. ¿Por qué seguía negando el hecho como si ignorarlo fuera la santa solución a todo?

—Soluciona ese incidente, Seokjin.