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"Tienes tan buenas manos que han sido desperdiciadas por tanto tiempo, me encantaría darles uso todos los días, da gracias a que esté encerrado porque si no te mantendría cautivo para mi solito, ¿O no te gustaría? Quedarte todo el día encerradito, desnudo, con nada más que una sábana cubriendo tu hermoso y pequeño cuerpo, te tendría bien cuidado, no dejaría que nada ni nadie te hiciera daño, no podrían ni acercarse a la puerta antes de que los mate, serías mi tesoro más preciado, un tesoro que nadie podría robar"

Es tan romántico.

¿Cómo se puede poner tan caliente con solo mi mano?

Le compré un chocolate, no me lo pidió pero quise hacerlo, ha pasado tanto tiempo sin que alguien se preocupe por él.

Pobrecito.

Al final decidí enmarcar el dibujo que me hizo, se verá muy bien colgado en la sala pero ahora no tengo tiempo para hacerlo, voy tarde a mi cita.

Me esmere un poco mejor en mi apariencia, no es que pueda hacer mucho pero me esforcé mejor más para verme decente.

Abro la puerta para salir y me encuentro con Zabdiel que estaba a punto de golpear la puerta.

─Ah, Erick─nombra al mirarme─ venía a verte, ¿Llego en mal momento?

─Lo siento, estoy de salida ─hago saber apurado─ ¿Necesitas algo?

─No, solo quería verte, no has ido a la escuela y todos estamos preocupados.

─¿Todos? Pero sí solo tú hablas conmigo.

─El hecho de que solo nosotros hablemos no significa que no se preocupen por ti, ¿Has comido bien? Te veo pálido.

─Todo ha estado bien, pero ahora de verdad debo irme.

─¿A dónde?

─Tengo que hacer algo, cielos ─de verdad es molesto.

─No intento ser fastidioso Er pero me preocupas, has actuado muy raro, ¿De verdad no te sucede nada?

─No, en serio ─digo sonriendo falsamente esperando que deje de insistir─ tal vez he estado ausente en la universidad pero es porque ya vamos a salir y aprobé todo, solo quiero descansar un poco, estoy bien.

─No lo sé...

─Es verdad ─insisto tratando de calmarme─ si quieres pasa y espérame, yo debo irme.

Me mira como estudiándome pero no me doblego, me urge que me deje salir.

─Bien, lo haré ─accede dando un paso dentro─ no tardes.

Asiento y salgo casi corriendo, tomo el autobús de siempre y rezo porque al chofer le dé por acelerar, rápido, rápido.

Al llegar salgo e intento verme casual para que los guardias no noten que llevo otras intenciones que solo mi investigación, afortunadamente es así y me dejan en el cuarto de siempre.

Ya ni siquiera me preguntan y salen cuando Joel entra, cierran la puerta y nos dejan solos.

Su débil sonrisa hace su aparición cuando me levanto de la silla y quito sus esposas, al hacerlo me abraza y le correspondo.

─Hola, bonito ─saluda en un susurro─ ¿Cómo te portaste?

─Bien, enmarqué tu regalo y lo colgaré en cuanto llegue a casa ─hago saber sin soltarlo─ traje algo para ti.

─¿Qué es? ─pregunta cuando se separa.

Meto mi mano a mi bolsillo y saco el chocolate, se lo extiendo y lo recibe guiñándome un ojo.

─Ay mi amor, no debiste ─dice abriendo el empaque─ yo no te traje nada.

─No importa, yo, yo quería hacerlo ─afirmo sonriendo─ ¿Te gusta?

─Es mi favorito ─asegura partiendo un pedazo y lo lleva a mi boca haciéndome una señal de que abra los labios─ pero mi sabor favorito, es el tuyo.

Entiendo el mensaje y tomo la golosina con mis dientes, aprovecha para estampar su boca y lo siento saborear el dulce.

Su lengua desvanece el chocolate pero deja su dulce sabor inundándome, su mano derecha va hacia mi cintura tomándola con rudeza mientras su boca tortura la mía con sus movimientos tan bruscos y sucios.

─Eres delicioso ─susurra cuando se separa─ ¿La pregunta de hoy, Er?

─¿Prometes no enojarte conmigo?

─Jamás podría enojarme con mi pequeño ─asegura riendo y lleva sus labios a mi cuello.

─Es una pregunta rara, pero, ¿Eres feliz?

─Eso es fácil ─menciona tomando mi mano y me lleva a la silla.

Hace que me siente y se quita el overol como él día anterior dejando su bulto cubierto por sus bóxer a la altura de mi rostro.

─¿Quieres que lo toque? ─pregunto comenzando a sobarlo sobre la tela.

─No bebé, quiero que lo pongas en tu linda boquita ─pide haciendo un puchero, delinea mis labios con su dedo índice─ ¿Sí?

No esperé otra señal.

Bajé su ropa interior y comienzo a lamer sus bolas mientras siento como va creciendo.

─Mi niño tiene hambre ─susurra llevando sus manos a mi cabello─ supongo que debo alimentarlo.

Asiento velozmente y continuo lamiendo sus testículos, cuando está erecto la tomo con mi mano y comienzo a masturbarlo mientras sigo recorriendo sus bolas con mi lengua.

─Sí, bebé, continua─ pide gimiendo.

Ahora paso mi lengua a su falo, recorriendo la base lentamente hasta llegar a la punta, al llegar lamo descaradamente humedeciéndolo todo.

Veo su rostro y tiene una sonrisa acompañada de sus ojos presionados fuertemente así que no espero más, hundo su hombría en mi boca hasta que lo siento golpear mi garganta.

─Ah, sí, así ─gime sosteniendo mi cabeza con sus manos usando más fuerza y mueve sus caderas follando mi boca─ sí bebé, soy tan feliz ahora, mi vida estaba oscura y llena de confusión hasta que llegaste tú a darme la tranquilidad que me hacía falta, eres increíble muñequito.  

Joerick: Good (Completa)Where stories live. Discover now