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Llegamos a la fiesta y el ambiente era muy... neón. Habían alumnos con la cara pintada otros traían manchas neones en sus ropas gracias a algunos chicos de Ravenclaw que lanzaban pintura a diestra y siniestra desde sus varitas. Una chica llena de brazaletes y aros fosforescentes se acerco y nos dio unos cuantos para vernos mas coloridos y uno de los chicos nos lanzo pintura. Vi a lo lejos a Cedric con un atuendo amarillo y el cabello salpicado de pintura neón celeste, traía con el un par de tragos cuyo liquido brillaba.

—Te ves hermosa T/n, y el neón te sienta bien — me sonrió entregándonos los tragos. Alice se bebió el suyo y le di el mío porque se veía que tenia mucha sed.

—Gracias, a ti tampoco se te ve mal — le desordene el cabello con una sonrisa.

—¿Bailamos? 

—Eso no se pregunta Cedric — lo agarre de la mano y nos mentimos entre el tumulto de alumnos que bailaban y fuimos salpicados por más pintura mientras lo dábamos todo en la pista. 

A Cedric lo llamaron su amigos así que lo deje irse para acercarme a Queen que usaba un vestido naranja y tenia manchas de pintura verde y rosa en las mejillas. Alice también se nos acerco con un par de tragos del mismo tono brilloso que nuestros vestidos y los bebimos uno tras otro tras otro hasta que no pude seguir la cuenta. Se nos acabaron los shots de lo que sentí era tequila mezclado con algún dulce y hechizado para tener ese color neón y Queen se fue a comer camarones en una mesa que había por hay, dejándome bailando sola.

Mientras bailaba mi cuerpo empezó a sentirse caliente y el mundo giraba de manera graciosa, tal vez lo ultimo se debía a que saltaba de un lado a otro moviéndome al ritmo de la música. Cuando di una vuelta vi a Mattheo sentado, me estaba mirando y no pude resistirme a el como lo hacia mientras tomaba un traguito neón rosa.

—¿Por qué no bailas? — me incline un poco hacia el para que su cara y la mía quedaran a la misma altura.

—No tengo ganas — vi como sus ojos viajaban a mi escote y luego volvían a encontrarse con mi mirada. Le sonreí.

—¿Y si lo haces conmigo? — tome su mano —Ven Theo, baila conmigo, te lo ordeno.

El sonrió y se puso de pie agarrándome de la cintura. Me di la vuelta y mi trasero golpeo contra su bulto, empecé a bajar y subir mientras su manos me acariciaban el cuerpo. Cuando volví a subir lance mi cabeza hacia atrás descansándola sobre su hombro, sus manos quedaron sobre mi abdomen y sentí algo duro golpeteando contra mis nalgas.

Mattheo me pego mas a su cuerpo y su nariz acaricio mi cuello, que estaba expuesto solo para él. Pronto fueron sus labios los que remplazaron las caricias, dejando pequeños besos que me provocaban cosquillas y me hacían reír. 

Me di la vuelta para verlo a los ojos, sus manos seguían sobre mi cintura y no pude evitar mirar sus labios, se veían tan tentadores, quería besarlos y el pareció leer mis pensamientos cuando pego su boca a la mía, su lengua jugaba dulcemente con la mía hasta que poco a poco fue subiendo la intensidad. Mis labios lo habían recibido con gusto y eso lo expresaba en mi respiración descontrolada, pero sacudí la cabeza y me separe de el dando un paso hacia atrás.

—Lo siento, no debí haber hecho esto.

Me aleje para irme a buscar a Cedric, no estaba por ningún lado de la fiesta. Sali a buscarlo y pase al frente de un salón, la puerta estaba entre abierta y escuche un par de gemidos provenir del interior. Me asome un poco y vi a Cedric con Cho, la tenia sobre la mesa metido entre  sus piernas besándola mientras se deshacía de su ropa. 

¡Ay por Merlin!

Me quede a esperar unos minutos más si es que se detenían pero no lo hicieron. Siguieron en lo suyo y yo me aparte de la puerta. Tenia una sensación rara en mi, una sensación que se materializo en una sonrisa. Cedric acababa de engañarme y yo estaba jodidamente feliz de eso porque ahora tenia una razón para terminar con el sin verme como una maldita.

(+18) UltraviolenceOù les histoires vivent. Découvrez maintenant