Papá || Joerick

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Erick

Veo como Joel camina al rededor de la habitación cargando al bebé, hace como una hora que despertó y quería comer, asi que  él se ofreció a cuidar de él y alimentarlo.

Escucho como le está cantando levemente. Muero de ternura.

Son las once de la mañana, el doctor me dijo que me daría de alta en unas horas, dijo que no hay demasiado problema, ya me checaron al igual que el bebé y no hay problema alguno. a pesar de que el parto se adelantara todo esta en perfecto orden.

Mis papis no tardan en llegar con mis cosas para cambiarme, ya que fueron al departamento a ducharse y a hablar con la licencuiada.

-¿Qué piensas, Er? -Volteo a ver a Joel que está justo en frente de la cama-

-No, nada... Estoy muy feliz -sonrío

Me sonríe devuelta y sigue arrullando al bebé, aunque no esté llorando, al contrario esta haciendo ruiditos con su boca.

Cuando la puerta se abre lentamente la señora Patricia asoma su cabeza, al vernos nos sonríe, se adentra al cuarto.

-¡Hola! -habla con alegria-

-Hola señora Patricia -le devuelvo el saludo-

Camina a un costado de la cama y deja la pequeña maleta que tiene en las manos en el sofá junto a la ventana.

-Sus padres me dijeron que te trajera la ropa -señala la maleta-

-Gracias... y ¿ellos? -le preguntó confundido-

-Tuvieron que ir con la licenciada Lucia para ver que se va hacer con la chica que le atacó a usted -dice en una mueca-

-Oh

No digo nada más, me tengo que meter al baño para poder cambiarme, les encargué mucho a Dominick. Me cambio con mucho cuidado por la cesárea que ya empieza a doler un poco.

Cuando salgo solo veo a la señora Patricia, que está cuidando de Dominick.

Camino a la camilla para doblar la ropa y guardarla.

-¿Joel?

-Fue a ver al doctor para ver si ya se puede retirar -la veo aun con el ceño fruncido-

-No me llame de usted, soy mucho menor que usted -hago un puchero y ella ríe-

-No me acostumbrare, pero trataré de llamarte... Erick, pero tú también me tienes que llamar Patty eh  -rio negando -

-Esta bien... Patty -reímos-

-Me alegro que se lleven muy bien -dice una voz a mis espaldas-

Volteo y es Joel que está parado en la entrada de la habitación. Está sonriendo.

Mis mejillas empiezan a calentarse, no dejan de hacerlo cada vez que recuerdo que oficialmente ya somos pareja... una familia.

-¿Ya nos podemos ir? -le preguntó algo cohibido-

-Sí, el doctor dijo que ya está todo en orden, pero dice que cada seis semanas tenemos que traer a Dominick con el pediatra.