Papá || Joerick

40

Joel

-Nunca me imaginé que Zabdiel y Christopher... tuvieran algo -hablo acariciando la cabeza de Erick-

-Ni yo, o sea, Christopher lo visualizaba como bi, pero a Zabdiel como que no le creo -se ríe y sube la mirada para verme- Estoy feliz por ellos, pero mi oreo.

-¿Oreo? -hace un puchero y no puedo evitar picotear sus labios con los míos.-

-Sí, Christopher y Richard -pasa su mano por mi pecho- era mi segundo ship favorito, pero ahora supongo que tendré que shipear Chrisdiel.

Suelto una risa y lo abrazo apretándolo más a mi cuerpo.

-Al menos Zabdiel tuvo el valor para "salir del closet".

-Lo sé, son muy valientes los dos -suelta un suspiro y vuelve a recargar su cabeza en mi pecho-

Estábamos viendo una película con Domi pero antes de la mitad ya estaba dormido, -quisiera ser un bebé para poder dormir cuando sea- nos dejo viendo su película de sirenas y tritones, o niños con cola, ni se que son.

Este año y medio, ha sido una locura, si me hubieran dicho hace un tiempo que viviría con los dueños de la mejor discográfica del mundo y tuviera un bebé con su hijo, me hubiera reído por grande locura, pero ahora que lo estoy viviendo sigue siendo un sueño.

No sé en que momento empecé a vivir con ellos, o si estoy viviendo con ellos.

-¿Estoy viviendo con ustedes? -le preguntó y voltea a verme con una sonrisa-

-¿Sigues dudando aunque ya tengas un guardarropas propio, y duermes conmigo desde que, Domi, nació? -muerde mi cuello y me quejo- ya eres parte de la familia, bebé.

Sonrió ignorando en pequeño dolor que causa su mordida.

Así que, sí, ya vivo con ellos en su pequeña casita de casi cinco pisos que compraron aquí en Miami, ahi humildemente.

Con los señores Colón ya me llevo bien, el señor Roberto ya no me desprecia tanto como antes, y yo me he encariñado con ellos, son tan... no sabría cómo describirlos, amorosos, divertidos, inteligentes, amigables, tiernos y muchas otras cosas más. Aún no les digo suegros, me avergüenza.

Sigo acariciando la espalda de Erick cuando alguien habla.

-P-pa-pa ...-Erick y yo volteamos exageradamente la cabeza al escuchar esa vocecita-

Se levanta rápidamente de mi cuerpo y se arrodilla en la cama viendo hacia la cuna de Domi, lleva sus manos a su boca y voltea a verme asombrado igual que yo.

También estoy viendo a Domi quien está sentado en su cuna con sus cabellos desordenados y con una sonrisa, mostrando los pequeños dientes que apenas le están saliendo.

-Dijo papá -suelta un chillido y da pequeños saltitos en la cama con una sonrisa- a ver mi amor, otra vez.

Me levantó de la cama para ir a sacarlo de la cuna, rápidamente agita sus brazos cuando me ve.

-Pahpahpah -empieza a entre hablar y balbucear cuando lo cargo por fin- ¡Papá!

Suelto un grito interno.

-Te dijo papá, ay mi bebé, quiele a shu papá -Erick le empieza hablar como niño chiquito, una costumbre que tiene con él- a vel mi amolchito lindo, di Pa-Pá.

Mi hijo mueve su cabeza de felicidad para todos lados sin prestarle atención. Intentamos hacerlo hablar nuevamente pero ya no quiere, nos damos por vencidos pero felices de haberlo escuchado.

-Quién es el bebé más hermoso del mundo -juego con su pancita haciéndolo reír- tu mi amor, tú eres el bebé más hermoso del mundo, igual que tu papi Erick.

Me ve con sus ojitos verdes y una risa traviesa sale de su boquita, me agacho hacia su cuello y dejó besitos juguetones, escuchando su preciosa risa.

-Te amo demasiado mi bebé hermoso, papá y tú son lo mejor que me pudo haber pasado -me alejo de su cuello y me ve confundido estirando su manita y toca mi nariz, beso sus manitas-

-¿Joey, quieres comer algo? -Erick se aparece en la puerta después de ir al baño-

-Sí amor, bajemos, quiero del pastel que hizo ayer doña Cata -cargo a Domi- mi pequeño osito también quiere comer.

Acomodo bien el trajecito de osito de mi bebé y le pongo su gorrito con orejitas. Se lo ha comprado Richard.

De los chicos, Richard, es el tío favorito de Domi, nunca llora cuando lo carga y siempre ríe con él.

-Doña cata, nos podrá preparar algo de comer -saluda, Erick, una vez que ya nos encontramos en la cocina-

-Por supuesto ¿que les gustaría? -pregunta con una sonrisa-

-Lo que sea esta bien para mi ¿pero me podrá dar una rebanada de pastel de ayer? -acomodo mejor a Domi en mis brazos-

-Claro que sí, señor Pimentel -la veo dar la vuelta y giro hacia Erick-

-Me dijo señor

-Lo sé, lamentablemente ya somos señores. -me dice con una mueca- y ese oshito esponjosho es el culpable.

Me quita a Domi para jugar con él, y yo aún sigo en estado de shock al saber que ya soy un Don.

Saben, no me gusta hacer estas cosas peroooo, si la mayoría de las personas que leen esta historia (son como 80, pero pueden comentar unas 30) comentan en este capituló, alargo un poco más la historia. Obviamente solo si quieren que la alargue, pero si no, no hay problema ❤️❤️❤️🥰