CAPÍTULO XIX: NECESITO MÁS

65 17 23
                                    

Toqué el cielo y el infierno a la misma vez cuando supe que podía escribir sobre amor sin mirarla a los ojos.... Ronny Vega

POV YTHA

La cena transcurrió con normalidad pero era perceptible la tensión en el aire. Mi padre le dedicaba miradas a Ardián como si quisiera decirle miles de cosas que no le permitían las palabras y eso solo hacía que aumentara a niveles cósmicos mi curiosidad.

- voy a dormir- dije levantándome de la mesa- tengo la cabeza que se me va a explotar y necesito tener un encuentro con mi almohada- traté de que sonara lo más jocoso posible aunque era real que mi cabeza estaba al borde del colapso producto de todo lo que había vivido en los últimos días. No tenía tiempo de procesar un nuevo hecho cuando ya tenía otro abalanzándose encima de mi existencia.

- descansa pequeña, deja los platos ahí que luego yo recojo- dijo mamá a la par que se acercaba y me abrazaba tiernamente- si necesitas algo solo llámame, sabes que estaré siempre a tu lado.

- claro mamá. Que duerman bien- me despedí con la mirada clavada en el guardián y acto seguido encaminé mis pasos al dormitorio.

Me vestí con mi pijama favorito y me coloqué boca arriba en la cama, con los ojos clavados en el techo.

En estos momentos en los que mi cuerpo entraba en fase de relajación total mi mente tomaba el control y trabajaba el doble. Intenté hacer un breve resumen mental de todos los nuevos datos que tenía: las armas prohibidas, guardias reales de los cuales descendían mamá y papá, una reina maldita destinada a morir drenada por el bosque de la cual descendía de algún modo yo... Un momento,

- *Si Scarlet era su reencarnación y estaba destinada a morir de igual modo y yo soy la reencarnación de Scarlet, ¡Oh no! ¿Estoy destinada a eso?*- ese pensamiento me llevó a encogerme en la cama y adoptar posición fetal.

La vida no podía ser tan injusta, ¿O si?. Apenas conocía de este " mundo " por llamarle de algún modo y se supone que debía donar mi vida por un lugar al ni siquiera creo que pertenezca- *pffff tu vida es cada vez más absurda Ytha*- me dije a mi misma mientras asimilaba la locura en la que se había transformado mi pacífica existencia.  El debate mental se entendió por un tiempo incalculable ya que sin percatarme fui cayendo lentamente en el mundo de los sueños.

Y aquí estábamos de nuevo, ya extrañaba este lugar, o mejor dicho, ya extrañaba verlo; aunque teniendo en cuenta los últimos acontecimientos no sabía que esperarme.

La escena de siempre volvió a repetirse como si de una película a la que rebobinabas y le dabas play se tratase. Los árboles que rodeaban el lugar, el suelo tinto en sangre y las flechas que volaban por todo el lugar me dieron la bienvenida.

La dura escena protagonizada por Axis y Axiel tuvo lugar delante de mis ojos mientras emergía el perpetrador con la calma que lo caracterizaba. En cierto modo ya estaba un poco aburrida de esta repetición y solo esperaba con ansias que terminara este suplicio para poderle ver. Lo que me asombraba era el hecho de que por mucho que viera esta repetición no dejaba de dolerme el alma en cada momento.

Como por arte de magia mi corazón comenzó a aumentar frenéticamente su ritmo, advirtiendo su llegada. La impoluta armadura dorada centelló en el medio del bosque y su cabellera negra era mecida por el viento. Sin dudar emprendí la marcha a su encuentro- * al menos si no me ve el a mí podré verlo yo a él*- me decía a mi misma mientras avanzaba a paso firme en su dirección.

Su gruesa voz retumbó en el lugar mientras el rostro del dueño de las flechas palidecía. No me concentré en sus diálogos ni en las reacciones, simplemente estaba enfocada en su persona, en poder acumular cuanta información fuera posible de su persona. De pronto giró el rostro y se encaminó al lugar donde antes estaban los caídos así que pude apreciar con detenimiento su ancha espalda e imaginar cómo se contraían sus duros músculos debajo de la armadura.

Pasado Y DestinoWhere stories live. Discover now