🌙Extra 3: Alucinógeno

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"Se vi komencas ion, vi devas fini ĝin"

Kaden

Era una noche ligeramente calurosa de junio, cuando estaba lavando los trastes que utilicé para hacer un pequeño pastel sabor mocha. Y es que, descubrí que intentar cocinar algo nuevo o hacer algún postre, me ayudaba a soportar la soledad y el dolor de extrañar a Gohan todo el tiempo debido a que estaba en una misión.

Tampoco era como si todo el tiempo me sintiera solo ya que el trabajo me mantenía ocupado, hablaba todos los días con Gohan por el celular; y Cori y Alex estaban muy al pendiente de mí no solo porque son mis amigos y Gohan se los pidió, sino porque también son nuestros vecinos—su casa está cerca de la de nosotros en el bosque—, así que era fácil que me visitaran todos los días. No obstante, hoy era sábado, y ellos me dijeron que no podían estar conmigo ya que irían a Demerth a visitar a sus familias.

Cuando estaba secándome las manos, tenía en mente irme a dormir, a pesar que solo eran como las 9 de la noche; sin embargo, escuché cómo se abría fuertemente la puerta principal, por lo que fui a ver que estaba pasando.

Era Gohan.

Se encontraba recargado en la puerta después de haberla cerrado, su cabello estaba desordenado, su traje negro no estaba pulcro y planchado como suele estarlo, su camisa blanca (sin corbata) estaba semiabierta y mal fajada. Sin embargo, lo que más me impresionó fue que sus labios estaban de color negro.

Esto impidió que fuera corriendo hacia él; puesto que hace tiempo Gohan me explicó que cada vez que llegaba a casa después de una misión, si sentía que se estaba comportando extraño,  primero debía estar seguro de que él no tuviera indicios de estar bajo un hechizo oscuro o hipnotizado.

Por lo que me acerqué a él con cautela, checando que no tuviera ninguno de esos indicios que él me había enseñado.

—Gohan...— Pronuncié estando a un metro de distancia de él. Me miró a los ojos, y fue un alivio no ver sus ojos rojos o completamente negros.

—Luna...— Tampoco parecía que estaba escondiendo un arma con intención de  matarme o me viera con odio. De manera que me tranquilicé, y sin más me acerqué a él totalmente preocupado.

—¿Qué pasa? ¿Por qué luces así? ¿Te has enfermado?

No me respondió, solo tomó mi brazo y me atrajo hacia él para abrazarme, escondiendo su rostro en mi cuello.

En ese momento, fui consciente de dos cosas más:

La primera era que su camisa olía a perfume de mujer. Algo que provocó que mi corazón se acelerara y me sintiera inquieto, aun cuando en mi mente me repetía una y otra vez que él nunca sería capaz de engañarme.

La segunda cosa fue que su miembro estaba completamente duro, lo que provocó que soltara un jadeo cuando empezó a restregarlo en mi entrepierna.

—Sí, definitivamente eres tú — susurró en mi oído mientras aspiraba mi aroma para después lamer y morder el lóbulo de mi oreja izquierda. — Tu calor, tu aroma, tu energía... — Su mano izquierda  sostuvo mi cintura mientras que la otra la metió por debajo de mi playera para acariciar la piel de mi espalda. —Definitivamente eres tú. Mi Kaden. Mi luna.

—Lo soy— lo miré sin comprender por qué decía todo eso,— pero ¿qué te pa...?

No me dejó terminar, ya que sus labios capturaron los míos, para besarme con desesperación, mientras que nuestras lenguas se tocaban. Su mano se aventuró a descender por mi espalda, hasta llegar por debajo de mis pantalones y bóxer. Metiendo un dedo en mi entrada.

Mi Jefe Es Un Brujo (Gay) ✔️Onde histórias criam vida. Descubra agora