Capítulo 2

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La impresión que Emma dejó al entrar en la cafetería dejaba mucho que desear, pero llevaba un día horrible y la sutileza fue algo que no le parecía necesaria en ese caso. Al dejar a Leroy con su café se giró y vio a su amiga con una mujer desconocida, su curiosidad era demasiado grande para dejarlo ahí así que se acercó para conocer a esa extraña mujer.

-Hola, Mary Margaret- Dijo sentándose al lado de su amiga y cogiendo a Neal que parecía alegrarse al verla.

-Hola Emma. ¿Es que no te enseñaron modales?- Dijo regañando a su amiga.

-Al parecer tienen una sheriff no demasiado educada- Dijo la morena al ver la actitud de la rubia.

-¿Usted es...?- Preguntó sin ni siquiera levantar la mirada del niño.

-Ella es la nueva pediatra del hospital, Regina Mills.- la presento Mary Margaret al ver la cara de malestar de la morena.

-Ohh, interesante. Al fin manda a un mata sanos más, la verdad es que empezaba a hacer falta- Soltó mirando de arriba abajo a Regina.

-¿Mata sanos? Es usted una maleducada. Disculpa Mary Margaret, debo marcharme, gracias por el almuerzo.- Regina se levantó y dejó el dinero para pagar ambos almuerzos.

-¡Emma! Eres insoportable cuando quieres. Es una buena mujer además será la nueva médico de Neal.- Dijo quitándole a su hijo de los brazos y levantándose para seguir a la morena que había salido disparada.

Emma se quedó en el baro sonriendo al ver la cara que se le había quedado a la pediatra cuando había dicho eso, realmente sabía que se iba a divertir mucho con esa mujer.

Mary Margaret logró alcanzar a Regina antes de que esta volviera a entrar en el hostal, quería disculparse por la pésima actitud de su amiga.

-¡Regina!- Grito para que la mujer la escuchase.

-Mary Margaret relájese le va a dar algo.- Dijo al notar la respiración entre cortada de la otra mujer.

-Quería disculparme por la actitud de Emma, es un poco insoportable con los desconocidos.- Soltó intentando recuperar el aliento.

-No te preocupes, se lidiar con personas como ella.- Dijo mientras se dirigía hacia la entrada del hostal seguida por Mary Margaret.- Por casualidad no sabrás si hay alguna casa que alquilen por la zona, ¿verdad?- Preguntó Regina tras unos segundos de silencio.

-Si te interesa yo tengo cerrado mi antiguo apartamento podría alquilártelo, está totalmente amueblado, la verdad es que me da pena venderlo y no me fio de la gente para alquilarlo no quiero que lo destrocen.- Dijo sabiendo que el apartamento estaría en buenas manos, por lo poco que conocía a Regina se veía una mujer cuidadosa.

-Eso sería perfecto, si no es inconveniente.- Dijo Regina mirando a Mary Margaret.

-Si te parece mañana quedamos para desayunar en lo de la abuelita y te enseño donde esta y si te gusta sólo es cuestión de limpiarlo y ponerlo habitable.- Dijo muy contenta.

-Perfecto, entonces nos vemos mañana.- Contestó mirando a Neal por última vez y dejando una caricia en su mejilla.

Regina se marchó de nuevo al hostal, eran más de las cinco de la tarde pero había pasado un rato muy agradable con Mary Margarey y Neal, no podía negar que era una mujer muy simpática y además probablemente había encontrado un lugar donde vivir lo que la hizo relajarse un poco. Tras una ducha y un café se sentó delante de su portátil para revisar su correo y contactar con la compañía de mudanzas que le traería las cosas necesarias al pueblo.

Al encender el móvil encontró una llamada perdida de Danielle, intentó llamarla varias veces pero seguro que estaba reunida, últimamente se pasaba los días trabajando y era algo que la pareja está notando y la estaba haciendo resentirse. Ambas se adoraban pero cuando el trabajo se interpone todo se complica. Decidió volver a llamarla y esta vez sí contesto.

Las apariencias engañan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora