-Porque tenía miedo.- Soltó provocando una carcajada en la rubia.
-¿En serio?- Dijo mirando su ordenador.
-Pues claro que es en serio- Soltó la otra mujer ofendida.
-Condena pendiente por fraude, cuentas bajo cero, deudas hasta con el demonio...- Dijo Emma leyendo desde el ordenador.
-¿Qué?- Preguntó sorprendida.
-Eso pone tu expediente.- Dijo la rubia que sonreía al darse cuenta las intenciones que su ex tenía.
-¿Cómo sabes eso?- Preguntó acercándose rápidamente a la rubia.
-Una de las ventajas que tiene ser sheriff es tener acceso a toda esa información.- Soltó Emma muy orgullosa por su brillante idea.
-Eres...- Espetó a punto de golpear a la rubia.
-Te puedo detener por eso. Acusarte de golpear a un agente y de muchas otras cosas.- Dijo Emma levantándose de la silla para mirarla a los ojos.- Ha sido fácil descubrirte Kathryn.- Aseguró Emma.
-Yo no he venido por eso... yo sólo quería arreglar las cosa contigo.- Dijo intentando convencer a la rubia aunque sin éxito.
-Sólo querías que yo te pagase las deudas.- Dijo Emma sonriendo.- Te equivocas de persona, aquella Emma Swan ya no existe, ya no soy la mujer que casi suplicaba por una buena palabra tuya, por un beso o por un rato juntas. – Aseguró la rubia mirándola fijamente a los ojos.
-Emma... esto...no- Dijo casi tartamudeando.
-Kathryn no te hundas más. Márchate y déjame ser feliz.- Dijo Emma.- No creo que después de lo que hiciste tengas la poca vergüenza de seguir insistiendo. Ya lo he superado, no siento nada por ti y eso no va a cambiar, no me obligues a hacer algo que no quiero.
-¿Es una amenazada?- Dijo casi en un susurro.
-Yo no amenazo.- Dijo Emma sin subir la voz.- Sólo quiero que te marches y me dejes en paz.
-Pero... no puedo hacer eso... yo...- Kathryn comenzaba a ponerse nerviosa, gesticulaba y se movía demasiado, Emma la conocía y sabía que escondía algo.
-¿Qué pasa? – Preguntó sin demasiado interés.
-Emma si me marchó correré peligro.- Aseguró Kathryn aunque Emma no parecía creerle.
-No creo que tus deudas sean tan grandes, trabaja y paga lo que debes yo lo hice en su momento.- Soltó Emma mirándola.
-Emma, si me marchó de aquí sin ti no lo contaré.- Aseguró y esta vez Emma si la creyó, su instinto le decía que decía la verdad.
-Kathryn no vas a conseguir que deje a Regina, ríndete de una vez y soluciona tu vida- Dijo intentando hacerla entrar al razón.
-¡Mierda, Emma!- Gritó- Una mujer me ha amenazada.- Soltó sin pensarlo demasiado.
-¿Qué?- Preguntó Emma que no sabía si eso podía ser verdad o no.
-Sí.- Aseguró mirándola a los ojos con autentico pánico.- Yo no quería hacer esto, no quería volver a verte, había conseguido superar lo nuestro.- Dijo haciendo que Emma pusiese los ojos en blanco.- Sí, sé que todo fue culpa mía pero una vez que me di cuenta de lo que hice me hundí, casi acabo en la cárcel y después empecé a beber y a jugar hace unos meses que estoy limpia y estoy intentando arreglar mi vida pero llego esa mujer y me amenazo... no sabía qué hacer.- Dijo muy rápido gesticulando mucho y sin darle tiempo a la rubia a procesar lo que decía.
-Kathryn...- Dijo Emma en tono cansado.
-Entiendo que no me creas.- Dijo la mujer saliendo por la puerta de la comisaria.
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Las apariencias engañan.
FanfictionRegina Mills es trasladada al hospital de Storybrooke donde deberá trabajar durante un año, al llegar conocerá a la atractiva y poco convencional Emma Swan. Ambas son polos opuestos pero no podrán evitar sentirse atraídas por la otra. ¿Se quedara en...