The Heartless Huntress (Traducción)

Capítulo 3: Acto 1 Parte 2.

Capítulo 3: La charla

~ 2 días después del capítulo 2 ~

Parpadeando varias veces mientras se despertaba, Sora miró adormilado hacia el cielo de la madrugada mientras se acostaba en la cama de su choza improvisada. El pequeño edificio había sido construido cerca de la casa Xiao-Long / Rose unos meses después de que Sora llegara por primera vez a Remnant, con la ayuda de Tai y Qrow. No era muy grande, solo era lo suficientemente grande para un dormitorio, una pequeña cocina y una pequeña habitación para que Sora se limpiara si lo necesitaba. En su mayor parte, Sora todavía iba a la casa principal para todo lo demás, como comer, bañarse y limpiar su ropa. Aunque Tai y Qrow habían estado preocupados cuando ayudaron en la construcción de la choza, debido a que Sora solicitó hacer del techo una celosía de delgadas vigas de madera; Sora les aseguró que estaría bien. Lo quería de esa manera para poder mirar el cielo nocturno.

Era temprano en la mañana, y cuando Sora terminó de despertarse, dejó escapar un bostezo antes de levantarse para sentarse en su cama, luego balanceó sus piernas sobre el borde. Con la choza bañada por el naranja claro y los rojos del sol de la mañana, la pequeña casa le recordó a Twilight Town por la forma en que todo se veía. Sora negó con la cabeza un par de veces antes de levantarse y estirar los brazos, rodando los hombros mientras se dirigía a un armario y sacaba su ropa para el día.

"Tai me va a matar..." reflexionó para sí mismo mientras miraba hacia un lado y miraba a la Llave Kingdom apoyada contra la pared.

Hoy era un día por el que Sora había estado emocionado y temido, ya que iba a tener que explicarle a Tai lo que había sucedido durante el último viaje de caza. Había sido muy temprano en la mañana cuando él y Ruby regresaron, y después de pasar medio día caminando de regreso, además de pasar unas horas esperando su pago por el trabajo, Sora y Ruby estaban demasiado agotados para hacer mucho más la noche anterior. Así que hoy iba a explicarle al padre de Ruby y Yang lo que había sucedido; cómo Ruby había usado sorprendentemente su llave espada descartada y había lanzado a Ultima para matar a una Ursa adulta. Era algo que incluso Sora todavía estaba tratando de entender, ya que Ruby tenía solo nueve años y no estaba entrenado en el uso de la magia o una llave espada.

En el peor de los casos: Tai prohibiría a las chicas ir con él en futuras cacerías. En el mejor de los casos: esperaba que permitiera que los viajes continuaran. Y si es así, siempre que pudiera, usaría esos viajes para ayudar a enseñar a Ruby cómo luchar y cómo usar una llave espada. Pero primero tenía que explicar todo lo que pasó e intentar convencer a Tai de que le permitiera enseñarle. No estaba dispuesto a ir a espaldas de Tai y entrenar a la joven sin permiso, especialmente después de que el hombre lo había acogido con tanta amabilidad y lo había ayudado a ponerse de pie después de no poder encontrar a Kairi o alguna manera para reconstruir el Barco Gummi y salir de Remnant para buscar a su esposa en otra parte.

Finalmente, preparándose para el día, Sora se secó un poco de agua de la cara después de haber salpicado un poco en los ojos, luego dejó escapar un largo suspiro mientras abría la puerta y miraba afuera. Agarrando la Llave Kingdom, forzó una sonrisa de esperanza en su rostro antes de descartar la espada para más tarde, luego salió y se dirigió hacia la casa principal con un bostezo cansado que se le escapaba. Se aseguró de estar en silencio mientras revisaba el exterior en busca de signos de actividad de Grimm durante la noche, inspeccionando el césped y los lados de la casa con cuidado antes de entrar por la puerta principal.

La mayoría de las luces de la casa seguían apagadas, con Qrow desparramado al azar por el sofá, roncando desagradablemente, pero la luz de la cocina estaba encendida y el olor a café flotaba en el aire. Sora se dirigió a la cocina, donde encontró a Tai apoyado contra la encimera mientras tomaba un sorbo de una taza de café, su cabello todavía estaba hecho un desastre y lucía como si solo hubiera estado levantado por un corto tiempo. Sora caminó detrás de él y negó con la cabeza con una sonrisa antes de alcanzar uno de los armarios y tomar una taza, servirse un poco de café antes de aclararse la garganta ligeramente.