Preparación

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Ninguno había dormido durante toda la larga noche. Algunos habían quedado recostados o sentados en algún lugar de la mansión como estatuas en pena. Otros no pudieron mantenerse tranquilos, por lo que dieron vueltas por la mansión sin un lugar fijo.

Los que había mencionado Green en el viaje de Yellow eran quienes más extraños se comportaban. Emerald los describía como frenéticos en calma absoluta. Nunca había visto a Gold o a Blue tan apacibles en su vida, pero estaba seguro que sus mentes eran un tornado arrasando con sus pensamientos.

Se habían reunido muy temprano en el comedor para desayunar como lo habían hecho en los días anteriores. Los rostros de sus compañeros y amigos eran una combinación de tristeza, pena y cansancio.

La mesa del comedor era lo suficientemente grande para que cada uno de ellos tuviera un asiento. Ahora mismo, tres lugares se encontraban vacíos.

—Crystal dijo que se uniría con nosotros en un rato—explicó Sapphire.

—¿Le contaste lo que sucedió ayer? —preguntó Emerald, a lo que su amiga negó.

—No creo que sea un buen momento—explicó la castaña y Emerald pudo notar que Gold sonreía tristemente.

—¿Quién más falta? —preguntó Moon con curiosidad.

—Yellow y Silver—respondió Blue rápidamente como si lo hubiera notado desde el primer segundo—. Yellow no regresó anoche a la habitación. Solamente su pikachu.

—Silver tampoco apareció en la noche—comentó Gold.

Hubo miradas inquisitivas entre todos, preguntándose si alguien había visto al par.

—¿Podemos dejar de hacer esto? —preguntó Green frotándose el rostro—. Se está volviendo muy frustrante que alguno de nosotros siga desapareciendo.

—Pero tienen que estar en la mansión o sonaría una alarma que nos avise que alguien salió—explicó Platinum.

—¿Teletransportación, quizás? —preguntó Ruby.

—O quizás podríamos ir a buscarlos antes de entrar en pánico una vez más—sugirió Sapphire.

Emerald se levantó de la mesa al igual que los demás. Buscó por las habitaciones y los pasillos, hasta que finalmente llegó a la biblioteca. No parecía haber nadie en el lugar, pero eso cambió cuando subió al segundo piso y se encontró al ojeroso par sentado en el suelo mientras leían unos extraños libros.

—Emerald—dijo la rubia al ver al recién llegado—¿Tú tampoco puedes dormir?

—No, no pude. Pero ya es hora del desayuno.

—¿De verdad? —preguntó la chica sorprendida, al mismo tiempo que Silver alzaba la vista del libro y contemplaba toda la biblioteca, como si apenas se percatara de dónde se encontraba.

—¿Qué hacen aquí? —preguntó el menor intrigado.

Yellow sin pensarlo le extendió el relicario.

—Esto lo encontré en el futuro. Es una gran pista.

Emerald al ver la foto abrió sus ojos al mismo tiempo que dio un respingo.

—La chica de cabello azul...es la misma mujer que me amordazó—respondió.

—No solamente eso. El mayor de la foto es Thaddeus Lancaster. Un escritor con obras muy peculiares que conectan a todo lo que está sucediendo.

¿Por qué no le sorprendía a este punto? Ahora mismo podría caer un meteorito destruyendo el planeta con un logo de Terranova y sería lo más normal en estos momentos.

Pokespe: Last StandWhere stories live. Discover now