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WANDA

- Está bien, yo no la reto, no va a haber castigo, solamente no va a participar de ninguna nueva misión sin mi autorización -dije.

- Gracias, amor.

- Pero vos, Natasha Romanoff, ni se te ocurra volver a desautorizarme frente a ella.

Nat se rio acercándose a mi.

- Sino qué vas a hacer? Castigarme? Inmovilizarme en nuestra habitación?

- Pensé que s+olo vos me hacías esas cosas...

- Pero los roles pueden cambiar.

- Así?

Con mis poderes puse sus manos en su espalda y la fui aproximando a la pared.

- Hey! Te parece acá? -dijo riendo.

- No me provoques, cielo, porque vas a ver que puede ser peor.

- Quiero verlo.

- Primero terminemos de cocinarle a Lila, después te hago lo que yo quiera -dije.

La besé y solté sus manos

Al llegas a la cocina Lila ya estaba comiendo.

- Ya estaban quemándose.

- Perdón, amor, es que...

- Para ser superheroínas son poco disimuladas y no saben susurrar -dijo mirando su plato sonriendo.

- Qué escuchaste?

- Lo suficiente para saber que su prioridad ahora no está en esta cocina, sino arriba. Vayan a su habitación, yo después hablo con los tíos y les digo que se fueron a dormir. Igual, en un rato voy a mi cuarto, pero quiero ayudar a Steve a cocinar que le prometí hoy la mañana.

Sentí vergüenza pero traté de arreglar la situación.

- Perdón, Li...

- Ay, mamá, es obvio que tienen necesidades de pareja. No por ser madres dejaron de ser mujeres. Vayan, yo me quedo a esperar.

Me acerqué a ella y le acaricié el pelo, luego le di un beso en la frente.

- Gracias, amor. Te amamos.

Nat hizo lo mismo.

- Gracias, brujita.

NAT

Subimos a la pieza y ella entro primera.

- Sentate en la cama -dije.

- No iba a poner yo las reglas?

- Me retracto sobre lo que dije en ese momento, la calentura pudo conmigo, ahora las pongo yo.

De golpe sentí que me arrastraba a la cama con sus poderes.

- No me digas una cosa si vas a cambiarla por otra, amor -dijo.

Se sentó en mi regazo, me tomó del mentón para que la besara.

- Te propongo algo, vos contra mí, sin poderes. Quien gana domina -dije.

Wanda aceptó.

Al principio la hice creer que tenía el control. Me tomó de las muñecas y las estampó contra la cama.

- Gané -dijo,

- Segura?

De un movimiento rápido me zafé de su agarre y la di vuelta. En cuestión de segundos ya estaba ella boca abajo y yo sentada sobre sus caderas.

- Me parece que no.

Tomé sus manos y las puse en su espalda.

- Estoy segura que podes ser mas mala -dijo.

- Amor, te amo tanto -dije besándole el cuello.

La solté y despacio la puse con la espalda apoyada en el respaldo de la cama.

Nos miramos por un instante y sonreímos.

- No puedo creer que tengamos una familia tan hermosa.

- Es tan rápida para captar situaciones...

Me reí.

- Sí...

Nos miramos a los ojos, Wanda comenzó a sacarse la remera y luego me la sacó a mi. Se sentó sobre mis piernas, me besó.

- Sos el amor de mi vida, no sé qué haría sin vos en ella. Vos y Lila son todo lo que necesito para saber que somos una familia feliz y superpoderosa -dije.

- Podemos dejar de nombrar a nuestra hija mientras nos desnudamos? -dijo ella riendo.

LILA

Llegaron diez minutos después de que mis mamás se fueran.

- Hola brujita, cómo estás? -preguntó Steve.

- Bien, estaba esperándote para cocinar.

- Gracias Li, pero no hacía falta, debes estar exhausta.

- No tanto, comí los fideos que quedaron.

- Wanda y Nat? -preguntó Carol.

- Durmiendo, estaban agotadas

Nos pusimos a cocinar y preferimos comer en el patio. Me senté entre Steve y Carol. Comimos a eso de las doce y terminamos a la una. Poco a poco comencé a quedarme dormida y caí en el hombro de Carol.

WANDA

Cuando terminamos, nos bañamos juntas y bajamos a comer, pensamos que Lila ya estaría en su habitación por lo que nos sorprendió verla dormida con la cabeza apoyada en el regazo de Carol mientras su tía le acariciaba la cabeza.

- Creí que se habían dormido -dijo ella.

- Recién nos despertamos porque teníamos hambre -dijo Nat.

- Agarren de la olla, sobró un montón -respondió Carol.

Antes de servirme miré a Lila.

- Queres que la lleve a su habitación?

- No, me gusta que se quede así, quiere decir que se siente segura.

Sonreí.

Terminamos de comer y sin moverla de posición, la elevé llevándola a su habitación.

Cuando al apoyé en su cama con todo el cuidado que pude, Nat y yo nos quedamos mirándola. Nos gustaba quedarnos viendo cómo dormía, estaba en paz y no había nada que la perturbara. Era en único momento en el que nos dejaba cuidarla. Queríamos que supiera que estaríamos allí para ella, pero no le gustaba sentirse sobreprotegida, era entendible, a mi tampoco me gustaba que Nat se preocupara de más por algunas cosas sobre mí, pero comprendí cuando yo misma comencé a  cuidar a mi novia de esa forma, que ese era el lenguaje del amor que más conocíamos, nos cuidábamos, estábamos dispuestas a dar la vida por la otra porque nos amábamos más de lo que alguna vez llegaríamos a explicarle a nadie. 

- Vamos a dormir? -dijo Nat tomándome la mano.

- Qué hice para merecerlas? -dije mirando a mi novia-. Después del desastre con la bomba y los edificios... Quién creería que fui capaz de merecer a semejantes personas?

- Amor... Ya hablamos de esto, nunca fue tu culpa.

- Pero sí mi responsabilidad. Maté mucha gente y la ciudad entera me odió por eso, cómo hago para explicarme que a pesar de todo eso te tengo a vos y la tengo a Lila? 

- Basta, Wan, te hace mal pensar en eso. Nos tenés porque sos una buena persona, y nosotras te tenemos a vos porque somos unas afortunadas. Ahora a dormir, sí? 

BrujitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora