Capítulo 6

222 45 13
                                    

Olvido lo que estaba pensando como por arte de magia y presto atención a la acotación de Morket, así que frunzo el ceño.

—¿Eso es un problema? —refiriéndome a que acaba de decir que no sabe a quien besar primero—. Me parece absurdo —opino.

Se ríe.

—Te diré la verdad, estoy nervioso.

—¿Nervioso? —Enarco una ceja.

¿Qué nos queda a nosotras entonces?

—Sí. —Asiente sin dejar de sonreír—. Verás, hace tiempo que no estoy con una mujer, desde que me confinaron aquí, diciendo que era el más apto para este trabajo, así que debo admitir con mucha vergüenza, que estoy oxidado, he olvidado cómo cortejar.

—¿De qué se preocupa? Somos tus regalos. Usted nos tiene aquí como si fuéramos de su propiedad.

Se pone serio, lo que causa un escalofrío en mí. Se nota tenso, así que le presto bastante atención cuando procede a aclararme.

—Si fuera egoísta me quedaría sin la única oportunidad que tengo para socializar, así que si me aprovecharía, quizás no me hablarías nunca más, te esconderías de mí y me quedaría solo otra vez, así que me da miedo equivocarme. —Toma mis brazos y me acerca hacia él, siento su respiración muy próxima a la mía—. No quiero esta soledad, es un castigo, es muy agonizante.

—En... entiendo —respondo nerviosa y me quedo paralizada.

—Lo siento. —Me suelta despacio, para acto seguido alejarse.

—No hay problema. Si sirve de algo, nosotras estamos peor en ese tema. Tal vez no te acuerdes de tu experiencia, pero nosotras es claro que ni la tenemos —digo avergonzada evitando mirarlo.

—Me disculpo. —Me hace reverencia, así que lo vuelvo a observar, noto que está sonriendo, de repente toma mi mano y besa el dorso de esta—. Siento incomodarte ¿Te puedo recompensar?

—No es necesario. —Alejo mis dedos de los suyos y me giro para irme—. Iré a caminar un rato, luego nos vemos.

Me detiene, atrapando mi muñeca, la tironea, entonces me atrae hacia él y me choco con su torso. De nuevo mi rostro se encuentra cerca del suyo, pero en esta ocasión él no tarda en actuar, une su boca con la mía, así que cierro los ojos con fuerza. Me agarro de su ropa, mientras siento como si no pudiera respirar.

Dejo de sentir el intenso tacto de sus labios cuando acaba el repentino y profundo encuentro que Morket creó entre nuestras bocas.

Mi respiración es agitada, me paralizo al reaccionar ante su acción, entonces empieza a subir el calor en mi cuerpo.

Con mis dedos tiritando, muevo despacio mi mano hasta mi boca, mientras siento mis mejillas arder.

—Debiste haber besado primero a Desierto —opino confundida.

—¿Por qué? —Mantiene su mirada fija en mí.

—Bueno, ella estaría encantada, he visto como se nota que quiere obtener tu atención, parece interesada en ti, incluso más que Cielo.

Sonríe.

—Me gusta Desierto, es ambiciosa, pero su interés por mí es distinto al de Cielo y tú... —Hace una pausa—. Bueno, tú no sientes ni curiosidad. —Se ríe—. Sin embargo eso no significa que no puedas cambiar de opinión, además podemos llevarnos bien. —Me guiña.

—Yo quiero irme —le recuerdo.

—¿A dónde?

Me sonrojo.

—No sé, pero deseo viajar, siento que está en mis venas ir a donde sea, a donde la marea me lleve.

—Es una hermosa metáfora, sin embargo vas a tener que perdóname, porque voy a denegar tu petición otra vez. Ni siquiera yo he salido del inframundo y no hay motivos para hacerlo, así que tú tienes todavía menos razones. No quiero menospreciarte, pero así es mi vida y pretendo que también sea la de ustedes.

Lo observo con odio.

—No merezco tu desdicha, no tengo porqué vivir lo que no quieres cambiar.

Se ríe.

—No es tan fácil, hay un equilibrio, pequeña.

—¿Me puedo ir al menos de esta conversación? —cuestiono cansada.

—Claro, no te retengo.

—¿No voy a recibir ninguna sorpresa? —refiriéndome al beso de antes—. No quiero que me agarres desprevenida de esa manera.

—Prometo que no volverá a pasar, la próxima vez preguntaré.

—Bien —respondo sintiendo mis mejillas sonrojarse y me dispongo a retirarme.

«Rebecca, quiero besarte». Recuerdo al pelirrojo de la otra vez.

¿Lo habré soñado? ¿Lo besé?

Dejo de pensar en mis confusiones, porque Desierto me detiene en el camino y tiene cara de asesina.

Creo que me vio con Morket, así que esta conversación va a ser larga y tediosa.

Belleza de los Sueños #5Where stories live. Discover now