Capítulo 4

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—Por favor Rebeca, te encargo que te ocupes de pagar las facturas de electricidad, y  encárgate de escogerle un vestido precioso, no me importa el costo, quiero que ella se vea más preciosa. Pues no siempre se gradúa uno.

—¿Cuándo piensas regresar?

—Espero no tardar mucho. Tengo muchas cosas que hacer y entre esas esta la de visitar a su madre. Tengo que ayudarlos en la mala racha que están pasando. Si la hubieras visto anoche, tan sola, tan indefensa, sentí una gran impotencia al descubrir todo lo que ella ha estado soportando.

—Pobre Amberly. Nadie se lo hubiera imaginado.

—Sólo quiero protegerla y que sea muy feliz.

—¿Aun si no fuera contigo?

—S... si, aun si no fuera conmigo. Ya te dije que suena muy tonto... pero la amo, ella es la mujer que tanto estaba esperando. Y ahora que la he encontrado, no pienso perderla.

—Márchate tranquilo, que yo me ocupare de todo. La futura señora Feehily estará bien.

—Me gusta como suena aquello.

—No olvides, que debes presentársela a tus padres, estoy segura de que la adoraran de inmediato.

—Ya lo creo, pero primero debo arreglar las cosas y después me ocupare de lo otro.

—Cuídate mucho y te deseo la mejor de las suertes, tanto en la reunión de negocios, como con tu futura suegra.

—Te lo agradezco y cualquier cosa, no importa la hora que sea, llámame por favor.

—Lo hare, ahora debo colgar, pues tengo una llamada en espera.

Rebeca, durante la mañana no salió para nada de la oficina, pues con el viaje tan repentino de Steven, ella debía hacerse cargo de la mayor parte del trabajo con respecto a los contratos con los nuevos clientes. Pero aquello no le impidió mirar revistas de moda, y realizar unas cuantas llamadas para preguntar por ciertos modelos preciosos.

—Buenos días Rebe, ¿Me llamaste?

—No seas tan formal Patrick, después de todo muy pronto seremos familia—dijo con una gran sonrisa la pelinegra—. Pasa por favor y cierra la puerta. Necesito encomendarte una misión ultra secreta.

—¿A quién debo matar? —pregunto el chico de lentes con un tono de burla.

—Déjame lo pienso bien y te diré. Necesito que te encargues de realizar los pagos de estas facturas—dijo, entregándoselas.

—¿Amberly Smith? —preguntó incrédulo—. ¿Desde cuándo, Feehily Corp, paga las deudas de los empleados?

—Desde que nuestro querido amigo se enamoró.

—¿Ste... Steven... nuestro Steven se enamoró de Amberly?

—Sorprendente, ¿No? Pero en efecto, esta perdidamente enamorado de ella, y no lo culpo, esa rubia, vale la pena. Al menos no es una caza fortunas. Pobrecilla, ha sufrido mucho.

—Cuéntame, te prometo que no diré nada.

Rebeca, inicio a relatarle lo que Steven horas atrás le había confesado, haciendo que Patrick llorara, pues él jamás pudo imaginar lo que su compañera sufría en silencio, ya que, pese a las adversidades, Amberly siempre sonreía y se mostraba alegre.

—Si, que es excepcional, me alegra saber que nuestro amigo Steven, haya decidido sentar cabeza. No te preocupes, yo me encargare de pagar las facturas y si necesitas que te ayude en algo más, con gusto lo hare.

Un amor inesperadoWhere stories live. Discover now