Capítulo 6

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Durante los siguientes días, todo parecía marchar a la perfección. Steven finalmente pudo conocer a mi madre y hermanito, aun recuerdo su cara de terror, era la primera vez que le veía con ese semblante y de cierta manera me resulto gracioso, tome fuertemente su mano para infundirle seguridad, y aquí estábamos nuevamente, afuera de mi departamento, pero ahora todo era diferente. Por primera vez en mucho tiempo era feliz de verdad, tras darnos un breve beso, procedí a abrir la puerta, mi madre nos recibió con una gran sonrisa, la cual creció más al darle la buena noticia. 

Ella, sin esperar más lo abrazo y le dio la bienvenida a nuestra pequeña familia. Steven con ternura le devolvió el abrazo, para acto seguido confesarle a mi madre lo mucho que me amaba, y que deseaba en la mayor brevedad posible convertirme en su esposa. Pues para él, yo era su vida entera, de pronto Alexander apareció, para invitarlo a jugar. No hace falta explicar lo que sucedió aquella noche, pues Steven rápidamente se ganó a mi madre y hermano, sobre todo a Alexander, quien no se despegaba ni un segundo de él. Finalmente, el día de mi graduación llego, Rebeca la noche anterior me sorprendió con un hermoso vestido, alegando que por nada del mundo me dejara ser vista por Steven, ya que de ser así el pobre se desmayaría, y que por supuesto se pondría celoso. Ya que dicha hermosa prenda, era un vestido de color rosa pálido, sin mangas, con un gran escote en la espalda, la tela era realmente preciosa, pues era de satén, cuando me lo probé, me contemplé perdidamente en el espejo, por primera vez en mi vida estaba luciendo algo muy caro, me sentía diferente, con lagrimas en los ojos agradecí a Rebeca, pero sobre todo a Steven, por haber pagado tanto para adquirirlo.

—Estas preciosa—dijo Rebeca con gran emoción.

—Gracias.

—Este día serás la estrella principal. Bueno cuando te quites la fastidiosa toga. Ya quiero ver la cara que pondrá Steven.

—¿Crees que se moleste?

—Lo dudo. Además, tendrá que acostumbrarse, pues tampoco es que pretenda comprarte ropa de monja, ¿Verdad?

—Hola señoritas—saludo el castaño con voz seductora, ingresando a la habitación.

—Bueno, los dejo un momento solos. Solo no se demoren o llegaremos tarde a la ceremonia—dijo Rebeca en tono de burla.

—Te ves preciosa—dijo, besándome dulcemente.

—Y tú, muy apuesto.

—Yo soy apuesto—dijo guiñando un ojo—. Estoy muy orgulloso de ti mi amor. En unas cuantas horas, de manera oficial serás licenciada en letras.

—Todavía no lo puedo creer.

—Deberías hacerlo. Ahora, démonos prisa o sino Rebeca no tardara en cruzar por esa puerta—dijo divertidamente.

Mi madre al verme, me abrazo y lloro de felicidad, pues era la primera en la familia que lograba graduarse y con honores. Siendo sincera, jamás pensé que lo lograría, pues me vi atravesando situaciones muy complicadas. Por un instante pensé en abandonar la carrera, pero no podía fallarle a mi madre y hermano. Al llegar a la universidad, tras abrazar a los seres que tanto amaba, me reincorpore con mis compañeros, mis amigas reían y saludaban desde lo lejos a sus familiares. El director inicio dando su discurso, el cual duro media hora, se empezaron a entregar los documentos. Cuando fue mi turno, pude ver a Steven levantarse de su asiento y aplaudir con frenesí, mi madre empezó a llorar y Rebeca a gritar mi nombre. 

Yo, esboce una sonrisa y felizmente agradecí a los profesores que se encontraban ahí presentes, no recuerdo mucho de la ceremonia, pues mi mente solo estaba en lo que vendría después. Pues cuando me despedí de mis amigas y compañeros de carrera, nos dirigimos a un muy bonito y elegante restaurante, en donde ya nos esperaban Patrick y Sam, quienes de inmediato me felicitaron, Rebeca, disculpándose un momento me pidió que la acompañara al sanitario, en donde me retoco el maquillaje, e hizo que me quitara la toga. Me elogio y abrazo, cuando nos dirigíamos de regreso a nuestra mesa, pude sentir varias miradas posadas en mí, lo cual siendo sincera me incomodaban, pero Rebeca, me dedicaba palabras de aliento y de cierta manera me transmitía confianza.

Un amor inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora