Capítulo nueve

1.5K 168 239
                                    

—¿O sea que estás con alguien?

—Así es, estamos hace poco pero nos amamos demasiado.

—¿Cómo me dijiste que se llama?

—Dahyun.

—Qué bueno Momo, me alegro por ti, de verdad. — titubeó un poco al decirlo.

—Gracias Nayeon, en cualquier momento te la presentaré.

—Okey...

Las dos chicas estaban amenas, habían organizado para pasar la tarde juntas en el spa, y ahora mismo se encontraban en la sala de espera, ansiando por su turno, y obviamente poniéndose al día.

Nayeon y Momo son amigas de hace varios años, la conoció antes de irse a Japón y nunca perdieron el lazo, no es tan intenso como el que tiene con su mejor amiga pero aún así, se aprecian entre ambas. Fueron varias las tardes que pasaron juntas en la adolescencia.

—¿Y tú, estás en algo con alguien? — preguntó Momo con una sonrisa en su rostro, satisfecha de alardear su aún no empezada relación.

—Nop, sigo sola. — le contestó Nayeon mirando al piso, con un poco de envidia.

—Oh, ya encontrarás a alguien.

La coreana solo asintió, espera que sus palabras se vuelvan realidad. Más allá de ello las dos se llevan super bien, se entienden como nadie y nunca les falta tema de conversación, y esto se nota, sus vibras son diferentes.

Ni siquiera las revistas de moda que había sobre la mesita de enfrente llamaban su atención, y eso que a Nayeon le encantan, aún así prefiere hablar de cualquier nonsense con su amiga.

—¿Y tu amiga Sana cómo está? Te la pasabas hablando de ella antes.

—Oh, Sana está super bien, y dentro de poco estará mejor. — Momo la miró directo a los ojos, como si pudiera predecir el futuro.

—¿Por qué dices eso? ¿Cómo que estará mejor?

—Mmm solo lo presiento.

Escucharon una puerta abrirse y que una mujer de unos treinta y cinco años salía con una agraciada sonrisa llamándolas, haciéndoles saber que ya es turno.

—Ahí voy Nayeonnie, podés ir entrando, tengo que mandar un mensajito.

Nayeon entró a su turno, le avisó a la profesional que Momo ya iba y se acomodó en su asiento, aman las sesiones dobles.

Yo

¿Cómo andás presiosa? Esta noche nos encontramos dónde siempre, no faltes.

De más está decir para quién es ese mensaje, apenas vio el doble tic, entró casi corriendo a su momento de relax.

[...]

Y por otro lado, la pronta pareja a acabar tenía un hermoso día de campo, en un parque, están sentadas sobre una lonita y con cosas deliciosas para comer al rededor, la mayoría cosas dulces, hechas por Sana, la más entusiasmada por su cita.

Pareciera que no había pasado absolutamente nada entre ellas dos, que el altercado de las últimas horas no hubiera existido, se ven muy felices en este preciso momento, felices de hacer su actividad favorita juntas.

—Dios Sanita, amo tu tarta de frutilla, deberías abrir una panadería solo para que el mundo la conozca.

—Ay Dubu, no es para tanto, pero gracias por tu apoyo bebé.

—De nada.

En la mente de Dahyun, la amenaza no tenía lugar, la está pasando sumamente bien y no quiere desperdiciar este momento, no quiere sacrificar ningún momento más así, no está dispuesta.

Third wheel || SaidahmoWhere stories live. Discover now