Deseo [One Piece Fanfic]

VIII. Deseo

Capítulo 8
Quiero una relación así

Tal y como había planeado, desde pequeña Sibila empezó con la telequinesis ya que aún no se podía mover correctamente, ¡Si abusaba de su poder le sangraba la nariz! Así que cuando empezaba a sangrar, ella entrenaba unos minutos más y luego descansaba, lo mismo sucedió hasta que pudo correr por su propia cuenta por la casa y por los alrededores, con su padre encerrado en su estudio de artes y su madre en la floristería, con gusto ella hizo flotar los muebles de la casa para entrenar cuanto tiempo, peso y la cantidad de objetos podía usar para no abusar de su poder.

Por supuesto, también empezó sus exhaustivas clases de medicina con los señores Trafalgar, fueron amables y le enseñaron pacientemente, ¡Fue agradable estudiar con ellos! ¡Realmente disfrutó de estudiar con ellos! Anotó y anotó, repasó y fue diligente con los marcos teóricos y demás, ¡No se permitía aflojar su ritmo ni un día! Entonces ya podía mover varios objetos de distintos tamaños y envergaduras, ¡Incluso podía entender más o menos la fruta Ope-ope!

Bueno, era escalofriante ver y sentir absolutamente todo de una persona en el estrecho espacio, ¡Pero eso la ayudaría a salvarle las vidas a las personas que le importaban! No importaba si se sentía incomoda o no, ¡Tenía que hacerlo! No era una sana ni un héroe, solo veía la utilidad de las personas a su alrededor, porque Sibila era en realidad una basura.

O al menos de eso se convencía ella misma.

Mirando todo a su alrededor, repasó un poco de medicina y jugó con su "Room" para acostumbrarse a la extraña sensación de poder verlo todo en ese espacio delimitado, luego empezó a usar su telequinesis, sabía que la habilidad de Ope-ope la podía teletransportar sin problema alguno a un lugar delimitado, incluso intercambiar de lugares y mover objetos gigantes según las técnicas que ocupe.

Ciertamente la telequinesis con la fruta Ope-ope no era más que una payasada inútil, todo lo que podía hacer con la telequinesis la fruta Ope-ope lo igualaba o superaba, así que era bastante inútil mover objetos con la mente con dicha magnifica habilidad.

O eso pensarían las personas comunes.

Sibila era astuta, siempre lo ha sido y especialmente cuando su vida es la que está en riesgo, por lo que rápida buscó la mejor forma de complementar sus habilidades, Room no era invisible, incluso si fuera tenue se podía ver un pequeño destello azul como dijo Franky en algún capitulo, si quería mantener su perfil bajo tendría que utilizar telequinesis para esas cosas y decir que consumió una fruta del diablo, luego está el hecho de que con su Telequinesis si así lo quiere puede dejar quieto a una persona a su vez que usa Room, ¡Es mucho más fácil y tener una persona que operar mientras está quieta a que se mueva de allí para allá!

Aparte, las personas en su Room no morirían por mucho que las cortase, así que si las elevara fuera de su Room y las dejara caer ellas morirían, no importaba qué intentaran hacer, ¡O podría simplemente hacer un desastre sangriento tirando cada extremidad en diferentes direcciones con su telequinesis! También se había dado cuenta de que cada vez que elevaba su comprensión de su telequinesis era como si le dieran un buff.

Por ejemplo, el hecho de que pueda ver a través de los objetos emitidos con su habilidad, ¡Era muy útil siempre y cuando pudiera ver todo lo que te rodea a través de un objeto y conocer sus posiciones como si fueran piezas de ajedrez! Aparte de que sus enemigos no se darían cuenta de que están siendo observados, ¡Serían tomados por sorpresa! Sin sospechar nada, sí, Room también tenía a medias esta habilidad, ¡Pero con Telequinesis nadie notaria nada extraño! En cambio, con Room muestra claramente los límites de su espacio mientras que con su otra habilidad bien y podría desmantelar toda una isla en el futuro sin que nadie sepa porqué.

Aparte no eran solo objetos inanimados los que podía controlar, ¡Sino que seres vivos también! Fue satisfactorio volar con su habilidad, también subir a pajaritos que se cayeron del nido, o alcanzar objetos muy altos, era una ventaja extraordinaria, ¡Podría ver a sus enemigos desde el cielo mientras ellos están abrumados sin saber a dónde está ella o como atacarla si son usuarios de combate físico!

Ugh, hablando de combate físico... su estado físico era lamentable, ¡Tendría que correr más y entrenarse más! Quizás un maestro de las artes marciales o algo similar, pero dudaba que lo encontrara considerando el hecho de que esta era una ciudad para ricos y cuentos de hadas, lo mejor que podrías tener sería baile y flexibilidad, pero eso ya lo aprendía con sus padres.

¡Su padre era muy sigiloso y cuidadoso con sus pasos! Ni siquiera lo escuchaba al bailar y parecía que se moviera etéreamente como un dios de la guerra dando su danza de aliento o alguna mierda por el estilo, ¡Y su madre era el monstruo de la flexibilidad! Estaba segura que incluso Luffy se sorprendería que ella fuera tan elástica sin ser una mujer de goma.

Sibila dejó de pensar y miró a su padre la cual le sonrió hermosamente a la vez que la invitaba a comer, por lo que salió corriendo con sus pequeñas piernitas, casi cayéndose en el proceso si no fuera porque su padre salió a tiempo de su estudio y la tomó en sus grandes y firmes manos antes de llevarla a su pecho, cargándola para ir a cenar con su esposa e hija.

Mientras comía, Sibila miró levemente sonrojada como sus padres eran cariñosos y dulces entre sí, entrelazando sus dedos debajo de la mesa, dándose de comer en la boca, alguno que otro beso ocasional, coqueteos tontos y la interacción amorosa junto con su expresión corporal completamente relajada en presencia de su otra mitad, como si solo se necesitasen el uno al otro y a ella.

Quería una relación así. Sibila quería una relación en donde su pareja le mostrase constantemente cariño y que le dijese que la amaba.

—¡Sibi-chan es tan linda! —rio enternecida su madre limpiando su mejilla con un paño húmedo suavemente y su padre rio enternecido mientras las acunaba en sus largos y fornidos brazos, creando así una hermosa escena familiar entre los tres.

Sibila sintió sus ojos picar levemente y sonrió con amor mientras ponía sus pequeñas manitos rodeando a su mamá y papa, o al menos tocando sus brazos en señal de "abrazo", sinceramente Sibila había extrañado mucho la sensación tan agradable que le traían los abrazos y todo el amor que recibía de ellos, todas las emociones abarcadas en un pequeño gesto que a su vez se volvía tan grande.