Capítulo 26

388 42 6
                                    

Después de la discusión con Michiru, salí de la habitación y me dirigí hacia el vestíbulo. No deseaba seguir a su lado, y menos cuando la firme sospecha de su entera salud me rondaba la mente. Por fortuna, cuando me encontraba en la sala apunto de servirme una copa de vino para relajarme entró Haruka por la puerta principal.

-¿Bebiendo Darien?- me cuestionó con un poco de asombro pues entre el alcohol y yo no había ningún tipo de relación, de hecho, nunca habíamos sido buenos compañeros.

-Solo una copa, necesito relajarme para poder pensar- le respondí aún un poco abrumado, cosa que él notó inmediatamente.

-Sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites, aún si se trata de Michiru, ella es mi hermana pero no apruebo para nada algunas de sus actitudes- me habló Haruka con toda sinceridad mientras también se servía un trago para acompañarme y platicar. Sin duda, él se había convertido en el amigo incondicional que siempre había deseado tener.

-¡Pues si! Se trata de ella- le hablé en medio de un suspiro lleno de frustración.

-Darien, te advertí que no era una buena idea permanecer al lado de ella. Lo que le sucedió no es culpa de nadie más que de ella misma. Será mejor que pienses bien las cosas antes de que sea demasiado tarde. No debes amarrar tu vida a la de Michiru si no la amas, con eso solo la harás bastante infeliz, además de que tú y Serena pagarán las consecuencias. ¿Que fue lo que pasó ahora?- confiaba bastante en Haruka, pero a pesar de eso, era un poco incómodo contarle sobre lo sucedido entre Serena y yo, aún así, lo hice, sabía que tenía un amigo incondicional a mi lado y en verdad necesitaba desahogarme con alguien.

-Pues verás Haruka, intenté de verdad alejarme de Serena pero no lo logré. Ni ella ni yo pudimos resistirnos a lo que sentimos y terminamos en su habitación, juntos... Bueno... A solas... Y... Pues...

-¡Basta Darien!- Haruka soltó una pequeña risita al ver qué inútilmente intentaba expresarme mientras mi rostro se ponía de mil colores -Ya hombre, no tienes que decir nada más, ya entendí en contexto, lo que no comprendo es cuál fue el problema.

-Pues la situación es que cuando volví a la habitación de Michiru ella me reclamó todo. De alguna manera sabía lo que había sucedido, lo que no comprendo fue como lo hizo si no había forma aparente de que ella se desplazara.

-¿No se lo preguntaste?- me cuestionaba Haruka tan sorprendido como yo.

-En realidad si, pero me dio una excusa que podría parecer perfecta. Me dijo que claramente escuchó nuestras voces alejarse por el pasillo que separa ambas habitaciones.

-Pues no lo sé Darien, pero yo también he tenido mis dudas- sorprendentemente, Haruka tenía el mismo pensamiento que yo -La he ayudado en algunas cosas, pero han sido pocas, ya que cuando voy a su auxilio ella ya ha avanzado en sus actividades, desde luego, dice que fue ayudada por la servidumbre.

-Es muy extraño, sobre todo cuando los empleados de esta casa han negado todo tipo de contacto con Michiru.

-Darien ¿Tú viste los resultados de los exámenes que le realizaron?

-Pues en realidad no. No creí que fuera necesario, el radiólogo que realizó el proceso fue quien me informó del diagnóstico.

-Pues ahora ya es tarde, lo mejor será descansar, recuerda que mañana se llevará a cabo la audiencia de Seiya y debemos estar presentes. Espero que Serena esté preparada.

Sin duda que ella estaba lista. Desde que mi hermano se había ido de la casa Serena se había transformando totalmente. Era un poco más segura de si misma y eso me daba la confianza de que enfrentaría a Seiya como la mujer valiente que era.

La novia de mi hermanoWhere stories live. Discover now