¿Cómo puedes estar tan seguro? - Jegulus

Come on Eileen

Bajó las escaleras sintiendo un claro dolor de cabeza debido a la resaca, pero su cuerpo estaba relajado después del baño que se dio, se acomodó su cabello que estaba un poco más grande de lo usual pero no tan grande como Sirius.

-Me alegra que te quedaras- le respondió James, con el cabello más alborotado de lo normal parecía recién despertado.

Regulus se encogió de hombros. No era como si tuviera muchas ganas de volver a ese hotel de muggles  pensó -Tanto que me insistían, tuve que quedarme- le respondió tomando asiento a su lado

Se sirvió leche y tomó una tostada comiendo tranquilamente, no sabía que de diferente hacian los muggles pero no podía compararlo con la cocina de los elfos

-¿A qué hora dormimos ayer?- preguntó James aún de sueño

-Probablemente como a las 2 o 3, tampoco estoy seguro

-No recuerdo nada- dijo frunciendo la nariz

Regulus soltó una carcajada -Estabas bastante ebrio, casi me vomitas encima- dijo fingiendo un escalofrío

-Oh vaya, lo siento. Y ¿Sirius Remus?

-Estaban comiéndose a besos en el sillón y quién sabe qué más, yo que tú lo desinfectaría - dijo Regulus medio serio

James comenzó a reírse con ganas -Es que Sirius ebrio comienza pensar con la otra cabeza

-¿Ah?- preguntó Regulus y luego bajó la vista riendo al entenderlo

James lo veía de reojo mientras seguía comiendo su desayuno

-Estaba pensando en lo que dijiste ayer sobre ayudar al ministerio- le dijo de repente Regulus

-¿Nos ayudaras?- le preguntó James con una sonrisa

-¿Hay paga?

-Eh si, claro

-No hay forma de que me manden a azkaban o algo asi ¿No?

-Yo intercederé por ti, no hay forma que pase eso. Aunque probablemente pidan que seas vigilado por tener la marca.

Asintió con una mueca y siguió con su desayuno

-Si necesitas dinero, puedo ayudarte a sacarlo de tu cuenta en Gringotts- le dijo James

-No necesito dinero de mis padres

-Pero ese dinero te pertenece

-No Potter, no me pertenece- respondió de mala gana -Ellos ¿Siguen desaparecidos?- preguntó

-Sí, pensabamos que quizá tú sabrías donde estaban

-Me botaron cuando se enteraron que era un desertor, fue la última vez que los ví- contestó secamente

-Me lo imaginaba

-¿Qué es esto?

-Mermelada de cereza

Regulus asintió y untó su tostada con abundante mermelada -Gracias por dejarme quedar aquí

-Puedes quedarte todo el tiempo que quieras

-Pensaba irme después del desayuno

-Si me vas a ayudar con el ministerio podrías quedarte aquí. Hay cuartos de sobra y no tendrás que comer comida de muggles

-¿Por qué quieres que me quede?

James se encogió de hombros -Tú mismo lo dijiste ayer, odias vivir en Londres Muggle