Mikasa emanaba una potente presencia furiosa en todo su ser, y Annie sólo era algo más qué iba a derramar la tan poca o inexistente paciencia qué ella tenía.
Annie ni siquiera se movió, tenía la mirada clavada en la azabache; incluso parecía que ambas estaban moliéndose a golpes con la mente.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
El equipo se limitaba única y exclusivamente a mirarles de manera confusa; el ver a la azabache y la rubia explotar no sería en lo absoluto para nada bueno. Ambas chicas eran de cáracter fuerte y solían tener unas habilidades increíbles qué les permitían derribar a cualquiera qué se interpusiera en su camino, por lo que claro estaba, no es como si el ambiente pesado qué sostenían fuese algo fácil de llevar.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Pasaron unos largos segundos de silencio y miradas fulminantes qué habían parecido eternos, pero ninguna de las dos parecía qué iba a ceder.
— Apuesto mi almuerzo a Mikasa. — Soltó Connie en un tono bajo para sus compañeros.
— Yo mis zumos de naranja. — De manera extraña e incrédula Sasha siguió, y pronto los demás también se limitaron a apostar parte de sus almuerzos mientras veían a Annie y Mikasa a nada de enfrentarse.
— Veamos.
La menor importancia salió de la boca de la rubia, quién se ponía en posición para recibir el balón.
