𝕯𝖊𝖈𝖎𝖒𝖔𝖖𝖚𝖎𝖓𝖙𝖆

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—𝕰𝖗𝖊𝖓 𝕵𝖆𝖊𝖌𝖊𝖗—

Las piernas de Mikasa reposaban sobre las mías, vestidas con unas mallas de red, de esas que me invitan a meter la mano en cada cuadro.
El cuarto de la chica olía a flores de panteón. Y su mirada, coronada por unos haces de luz que brillaban al vernos. Los recuerdos pegados en las paredes, con un símbolo enorme de libertad y juventud. Posters de algunas bandas y algunos artistas. Cada cosa bien ordenada, en su sitio, y cumpliendo con la extraña paleta de color que la caracterizaba a ella.

Fumábamos, tranquilos, dejándonos llevar por el humo y la soledad del predio que era producida gracias a la paternidad ausente de los Ackerman. El humo salía por las persianas y por debajo de la puerta. Era relajante ver como se fundía con el aire. Partículas polvo flotaban, y se incendiaban. Así como mi interior cuando estaba a su lado.

La música nunca faltaba en nuestras reuniones, lejos de Armin y el resto de los chicos. La verdad, si, solíamos mentirles para escabullirnos juntos a pasar el rato solo. A veces bailábamos, a veces yo tocaba la guitarra y ella cantaba, cocinábamos. Esas cosas especiales que haces solo con quien aprecias mucho.

— ¿Cómo crees que este Armin en este momento? — pregunté

La azabache sonrió, sacudió la colilla de su cigarrillo y enuncio.

— Creo que Armin es una especie de masoquista que disfrutará de meter a la sociedad a un primate como Jean.

—Me parece más un Equino.

Nos reímos un poco, y nuestras manos rozaron. Y esa chispa de electricidad recorrió mi cuerpo.

Tal vez deberíamos hablar sobre mi confesión en la fiesta. Esa que hice con todas aquellas sustancias corriendo por mi torrente sanguíneo. Tal vez debería tener el valor para decirle que era real. Que la quiero, que me gusta, que seamos algo.

Tal vez y solo tal vez...

Cuando mi celular deje de vibrar y recibir los mensajes del chico que tiene por meta matar a mi hermano.


—𝖄𝖒𝖎𝖗—

Hey...tu...

¿No crees que es realmente tierno?

Que morí literalmente en tus brazos anoche.

(Mother Mother- Arms tonite)

La canción sonaba en bucle mientras que mi cuarto estaba iluminado por esa única luz proveniente de afuera.

Esperaba a que esas indecentes señoritas entraran por la puerta y me condujeran hacía los brazos de mi amada.

Me estaba sintiendo realmente tentada a fumar un porro. Pero creo que eso no ayudaría lo más mínimo en mi apariencia para mi pequeña Historia.

La vida me parecía una especie de broma de mal gusto ahora. Cada que la veo no puedo quitarme esa horrible imagen de mi cabeza. No puedo evitar recorrer de nuevo en mis pensamientos su espalda desnuda, su cabello sedoso, su pequeña voz saliendo de la garganta. Tampoco puedo evitar que mi mano se deslice debajo de mi pantalón, imaginando cosas que probablemente nunca lograré que sucedan. Ah, Reiner. Jamás creí envidiar tanto a un tipo con tan poco cerebro.

¿Me puedo permitir seguir repitiendo su nombre en medio de la oscuridad?

Abandone mis actividades de desestres en cuanto escuche la voz de Hitch subiendo las escaleras de mi edificio y fuera de mi puerta. Tenían mis llaves y ya no pedían permiso para entrar desde hace mucho.

Una Nariz se asomó en la oscuridad.

—Iugh Ymir, huele a patas. — Declaro la de pelo café mientras encendía la luz.

—Deja de masturbarte que se te hace tarde para tu cita. — Ordeno Annie mientras encendía la luz. La rubia comenzó a ordenar mi habitación mientras no paraba de repetirme que era un desastre. Yo pase a mi baño a cambiarme de ropa y a arreglarme. Me miraba con determinación en el espejo mientras repetía diferentes frases para presentarme cuando la tuviera frente a mí, y su reacción a cada una de ellas.

"Hey Historia, que tal, me gustas desde la vez que te vi caminando por el pasillo de la escuela con tu vestido Rosa y desde entonces te acoso".

"Ah, ¡Hola Historia! que preciosa te vez hoy, casi tan preciosa como la noche que irrumpí en una habitación en tu casa"

"Historia, que gusto, se todo sobre ti, incluso la talla de tus zapatos".

Agh, maldito cerebro.

Tenía, guardado en una cajita de metal, cosas de alguna exnovia que dejo en mi casa. Rímel, delineador, enchinador. ¿Con esto sería suficiente?

Nunca los había usado, pero me parecía una ocasión especial.

Al salir del baño, esos dos insectos se rieron de mí.

.

.

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.

Sip, definitivamente Historia era una princesa. Una princesa y tenía un lujoso castillo lleno de bufones y un caballero idiota.

El Uber se fue, abandonando a tres freaks en un lugar lleno de wannabes.

—Cuando me ven siento que les da gusto no ser yo. — Pronuncio Hitch.

—A mí me da gusto no ser ellos.

Tomamos camino cargando nuestros instrumentos y cables por los jardines del residencial, mirando y calculando cuantos años de nuestras vidas nos costaría comprar una casa como las que había ahí.

Los pequeños pies de Annie se paseaban entre el camino hacia la entrada. Toco fuerte, firme. Como solo ella lo haría. Bertholdt le abrió la puerta. Pude sentir como su corazón latía sin siquiera tenerlo cerca. Definitivamente se encontraba enamorado. No era la única que se preparaba para conquistar a alguien hoy.

Tome aire, me enderece y camine con seguridad por todo el interior. Ya habían montado un templete y conexiones para el show.

Me deshice cuando la vi caminar hacía mí. Con una falda blanca y unos tenis rojos.

Mi seguridad se desplomo, y me di permiso de fundirme con mi corazón latiente.

Hablaba, pero por un segundo deje que el mundo se parará para contemplarla.

—Hay, cabezota, saluda. — Recibí un gran golpe por Dreyse.

—Hola, ¿Como estas aparte de hermosa? — LO HABÍA LOGRADO. LE HABÍA CONTESTADO.

Sus mejillas enrojecieron y me sonrió.

Había valido la pena.

—¿Ymir verdad? — Me respondió.

—Ymir, ¿Historia?

—Historia.

Sacamos los equipos y comenzamos a conectar todo. Haríamos una increíble prueba de sonido. Y yo cantaría una hermosa canción para ella, declarándole la guerra al sujeto que me asesinaba con la mirada desde que había entrado.

Mira como la hago caer a mis pies, Braun. 

Se que fue mi corto, pero fue la única forma de vencer el hiatus. Muchas gracias a todxs por haberse quedado aquí, los amo de verdad, son mi todo. Y para los que se preocuparon por lo de mi universidad, si logre entraaar, muchas gracias. <333 Ahora estoy siendo ahorcada por la universidad y no de las maneras que me gustaría. JAAJAJ. 

Lindo día mis niñxs. <3

ThE yOuth;; SnKWhere stories live. Discover now