Bayas y una agradable cama

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[ADVERTENCIA: este capítulo contiene NSFW/+18/Lemon/sexo explícito]

Fue una tarea muy difícil el buscar barriles con Enanos en medio del agua fría y la oscuridad, chapoteando y arrastrándolos a la orilla

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Fue una tarea muy difícil el buscar barriles con Enanos en medio del agua fría y la oscuridad, chapoteando y arrastrándolos a la orilla. Dwalin y Balin eran los más desafortunados, Bifur y Bofur no estaban tan mal, pero no quisieron levantarse de la orilla, en cambio Fili y Kili se encontraban relativamente bien y casi sonrientes (por ser más jóvenes y por haber sido mejor embalados).

—¡Espero jamás volver a oler una manzana en mi vida! —dijo Fili—. Mi barril estaba impregnado con su dulce olor, y déjeme decir que estar encerrado en una cuba sin poder moverte, muerto de hambre y frio, y oliendo manzanas, es enloquecedor. Comería de todo… ¡Menos manzanas!

—¡Esas déjamelas a mí, hermano! Mi barrica era de mantequilla, si no fuera por el montón de paja ¡estaría engrasado como un cerdo para el horno! —se alegró Kili y ambos hermanos se echaron a reír—. Por cierto, maese Bolsón, ¿Qué tanto hacía que tardó tanto en sacarnos?

Bilbo y Thorin se sonrojaron de golpe y desviaron la mirada dejando atónitos a los dos hermanos. ¿¡Qué habían estado haciendo mientras ellos estaban casi sin aire y dentro de las cubas mojadas!?

—Eso no importa, ayúdenme a encontrar al resto —ordenó rápidamente, Thorin.

Así pues, con la voluntariosa ayuda de Fili y Kili, Thorin y Bilbo lograron sacar al resto de la compañía. El pobre Bombur estaba o bien dormido o inconsciente, en cuanto a Dori, Nori, Oin, Ori y Gloin, sus barriles habían dejado entrar mucha agua que estos mismos habían tragado, así que, al sacarlos de las cubas, estaban ya medio ahogados.

—¡Bien! ¡Aquí estamos! —dijo Thorin—. Y tenemos que agradecérselo al señor Bolsón. Y aunque hubiera deseado un viaje más cómodo, —Bilbo le lanzó una mirada de reproche que divirtió al Enano—. Estamos todos una vez más a vuestro servicio, en especial yo —hubo un silencio normal, pero Bilbo lo sufrió como incómodo y no pudo evitar sonrojarse un poco, por suerte era de noche—. Sin duda alguna nos sentiremos más agradecidos una vez que hayamos comido y guardado algo de reposo. ¿Y ahora, qué haremos?

—Yo propongo ir a la Ciudad del lago —dijo Bilbo evitando la mirada tentadora del Rey Enano.

Nadie objetó, así que, Escudo de Roble junto a Fili y Kili y Bolsón fueron directamente al puente para cruzarlo. Los habitantes del lago eran amigos de los Elfos y ya poco conocían de guerras o afrentas (además de las peleas de borrachos), por lo tanto, su vigilancia no era para nada estricta y no era casi necesaria, apenas y si creían que existía Smaug, pues la vida de los hombres es corta y son una raza muy buena olvidando. Allí, a los pies del puente había una casa que hacía de puesto de peaje y aduana, y cuando los tres enanos más el Hobbit intentaron pasar los sorprendidos guardias cogieron sus armas a duras penas.

—¿Quién eres y qué quieres? —preguntó uno de los soldados mirando a Thorin.

—¡Soy Thorin hijo de Thrain hijo de Thrór, Rey bajo la Montaña! —contestó el moreno con voz majestuosa, y a pesar de lo andrajoso que estaba igual parecía un Rey con su porte altivo y su voz profunda, sin vacilar le sostuvo la mirada a los guardias, inquietándolos.

Había una vez un Rey bajo la montaña que se encariñó demasiado con su SaqueadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora