La hija del Capitaleta [Tony Stark/Iron Man]

8

Luego de ir por Loki, discutir un poco con el Secretario de Estado y comer shawarma, papá y yo volvimos a casa, mañana Thor y Loki se devolverán a Asgard.

— necesito un baño, con urgencia. — dije.

— yo igual.

— tú primero. — dije, asintió y se dirigió al baño mientras yo iba a acostarme al sofá, mi celular comenzó a sonar y respondí, era una videollamada grupal.

— adivina quién aparece en las noticias.

— carajo... — musité.

— ¿por qué no nos contaste sobre que estabas entrenando para ser una vengadora? — preguntó Kylie.

— porque se supone que ustedes no debían saberlo, es un secreto.

— un secreto ya no tan secreto. — reí.

— creo que tengo una costilla rota o tal vez, sólo es dolor.

— Jenny nos contó que le salvaste la vida. — sonreí.

— ¿qué se siente pelear contra Loki junto a Iron Man, Hulk y tu papá?

— no se olviden de Black Widow y Hawkeye, son mis mentores. — sonrieron. — se sintió genial, fue lindo ver como papá volvió a ser el Capitán América luego de tanto tiempo... con el Dr. Banner y Hulk, fue un honor conocer a ambos y Tony... — suspiré. — me salvó varias veces, no parece... pero es una buena persona.

— ya hasta tuteas al Sr. Stark.

— él me pidió que lo hiciera. — conté riendo algo sonrojada.

— no puede ser, estás roja por el Sr. Stark.

— no es cierto.

— tu cara no dice lo mismo.

— cállense. — les pedí desactivando la cámara.

— ¿cómo harás con la escuela?

— ahí veré cómo le hago, me dieron uno que otro consejo, tal vez los siga.

— bien, hay que dejar descansar a la vengadora, se ve demacrada. — dijo Dan.

— no más que tú. — todos rieron. — estoy perfecta, sólo necesito darme un baño y dormir, es todo.

— a eso me refiero con que te dejen dormir, Rogers.

— los veo mañana, los quiero.

— gracias por salvarme la vida.

— adiós, Sarah. — colgaron.

— ganaste popularidad. — dijo papá asomándose.

— más de la que ya tenía, ¿eso es bueno o malo?

— no lo sé, supongo que bueno.

— sólo... ojalá no me traten diferente. — dije.

-— te toca, después de bañarte haz lo que quieras, pero báñate.

— ya voy.—- dije sentandome y me quejé, me dolía el torso. — es lindo escuchar eso.

— ¿qué cosa?

— "gracias por salvarme la vida". — sonrió. - creo que esto trae sus ventajas.

— el ser un héroe siempre tiene esa ventaja, salvar a las personas. — sonreí.

— ¿soy una heroína?

— sí, te dedicaste a llevar y dirigir a gente a lugares seguros, cualquiera que haga eso es un héroe, no todo se trata de luchar contra gente mala.

— gracias papá. — dije levantándome. — es triste que Coulson no alcanzara a ver que ganamos. — dije triste.

— de alguna manera lo sabe. — se acercó y besó mi frente. — ahora métete a bañar. — reí pero me quejé por el dolor y caminé hacia el baño para ya bañarme.

[...]

Pasó el día, me dediqué a hacer la tarea y los apuntes que me pasaron de estos dos días y luego me acosté a ver la TV, hoy en un rato nos reuniremos con los demás vengadores para despedir a Thor, sólo faltan Thor, Loki y el Dr. Selvig.

— tengo una pregunta para ti. — le dije a Barton.

— escucho.

— ¿cómo lidias con tu vida privada y tu vida de agente? ¿Cómo la equilibras?

— no hay una manera para hacerlo, pero... una manera que me ayuda a mí es que Fury no colocó eso en mis archivos de registro, nadie sabe que tengo una familia, aparte de Nat y tú.

— me siento halagada. — rió.

— cada quién tiene su propia manera de equilibrar eso, a mí ya no me mandan a tantas misiones como antes, así que tengo más tiempo con mi familia y cuando me mandaban aún no tenía hijos y Laura entendía que no era una opción desistir, me necesitaban, agradezco que se haya quedado. — sonreí y me abrazó. — Lila pregunta mucho por ti.

— dile a esa pequeña que la tía Sarah también la extraña, igual a Cooper y le dices a Laura que le mando saludos. — rió. — ¿qué? ¿No la has escuchado decirme tía Sarah?

— sí, varias veces. — los hermanos y el doctor llegaron.

— fue un honor conocerlo, Thor.

— lo mismo digo, Sarah, nos veremos pronto.

— eso espero. — respondí.

— asegúrate de que no escape.

— eso haré. — respondió Thor mientras el Dr. Selvig colocaba con unas pinzas el cubo en una pequeña cápsula. — hasta pronto. — giró su parte de la cápsula y se tele transportaron.

— ¿no deberías estar en la preparatoria? — me preguntó Nat.

— Hill me avisó que tengo mediodía libre, tengo la mochila en la moto de papá para ir en un rato.

— está bien, te espero mañana terminando clases en la instalación norte para tu clase de armas, debes empezar a practicar con ellas.

— está bien, ahí estaré. — la abracé, besó mi frente y se fue junto a Barton.

— hey Daenerys. — me habló Stark. — por favor procura estar lejos de las ventanas. — reí.

— y tú procura no salvarme, una caída así no me mata.

— eso crees.

— mi papá ha caído de lugares más altos y míralo, está por allá ¿o te falla la vista?

— pero él tiene un escudo. — lo miré mal y rió. — Banner me contó que ayer me besaste.

— no te besé, te di respiración de boca a boca, eso no es besar.

— sí, claro, me siento halagado de que las jóvenes se fijen en mí que hasta disfracen un beso con respiración de boca a boca, pero tengo novia.

— y yo soy como 30 años menos que tú, no me gustan ancianos. — me miró ofendido.

— no eres como tu padre. — insinuó.

— ¿eso es bueno o es malo?

— es bueno, paz. — respondió haciendo la seña de paz, se puso sus lentes de sol y se subió a su auto.

— aunque no lo crea, Hulk puede llegar a caer bien y ser de gran ayuda. — le dije al Dr. Banner.

— creo que es bueno escuchar eso, adiós Sarah.

— adiós, Dr. Banner. — se subió al auto de Stark y se fueron.

— ¿lista para ir a la escuela? — me preguntó papá subiéndose a la moto.

— no lo creo. — dije poniéndome mi mochila y subiendo a la moto, me sujete de papá y comenzó a manejar hacia la preparatoria.

Supongo que ahora es normal sentir nervios.