La vieja raza de los Saltein está al tope máximo de su extinción, sin embargo eso no significa que todos estén de acuerdo en sobrevivir.
Marco tiene a su pareja desde hace cinco reencarnaciones, ella siempre vuelve a su lado, pero a él no le importa...
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-¿Dónde estuviste esta noche?- me estaban interrogando y lo peor es que juegan conmigo.
Uno me fulmina con sus ojos, es como si me transmitira sus pensamientos y yo supiera inconveniente que él me está imaginando atada y asesinada.
Y el otro es aún peor, él hace las preguntas y mis respuestas no salen, tiene una mirada divertida, aterradora como si le causara gracia que yo titubee sin parar.
-Contesta ¿Estuviste o no estuviste aquí a la media noche?-cambió la pregunta aparentando ser una más fácil, pero con sus ojos puestos en mí era mucho más difícil.
-S...sss
Mi respuesta fue un siseo y ambos gruñeron.
-¿Sí o no?- volví a intentarlo pero la mano de Mak sobre mi hombro y las uñas de Slow sobre mi cuello hicieron que me tragara las palabras -No es tan difícil, de hecho es más fácil que arrancarte la garganta en este momento y beber de tu cuello como si fueras una copa, te verías...sensual.
Retrocedí y choqué contra la mesa a mis espaldas.
-Pero- sonrió Mak hablando por primera vez -Si colaboras y nos ayudas a encontrar al responsable, serás libre.
Lo miré a los ojos, él a mí y bajé la cabeza observando mis pies.
-Sí- susurré.
-¿Sí qué?- gruñó Slow con sus largas uñas presionando en mi garganta.
-Es...estuve a...aquí esta noche- dije todo tan rápido que no supe si llegaron a escucharme.
-¿A media noche?- insistió Slow y yo asentí rápidamente con la cabeza. -¿Uriah estaba contigo?¿Quizás Marco te hacía compañía?
Respiré y por más que pensara en una mentira creíble no la encontré.
Anoche a media noche yo me estaba vistiendo y pensando en el pasado, Uriah había salido para que yo pudiera hacerlo en privacidad.
Recuerdo todo perfectamente, a los Saltein que me ignoraron en el pasillo de la cueva, a Uriah hablando con alguien en la entrada y a Marco con sangre...Marco tenía sangre en sus labios...
No, él no podría haberlo matado...
-¡RESPONDE!- Mak golpeó la mesa y se vino sobre mí, Slow alzó la mano y lo detuvo.
-Mmm frescos pensamientos de una mujer dividida entre dos hombres- la voz de Slow fue como un ronroneo. -Continúa recordando, Hembra de nadie, que yo estoy atento a cada una de tus acciones.
Retrocedí y conmigo moví la mesa, Mak chasqueó la lengua como una amenaza indirecta y me quedé quieta.
Slow seguía observándome atento y las dudas seguían estando.
¿Marco sería capaz de matar al así llamado Padre de todos?
-Sólo tú tienes esa respuesta pequeña Ubiytsa- se burló Slow haciéndome entender un poco sobre él.