Hembra de nadie

🥀Especial II

Este no es mi papel, pero por hoy se podría decir que sí soy yo.

Las esposas que me pusieron pretenden mantenerme atrapado, quieto e indefenso, sin embargo, para la mala suerte de todos, son fáciles de romper, en especial para alguien tan poderoso como yo.

Mi fuerza a estado reprimida por siglos, oculta sin la necesidad de utilizarla, pero la situación lo amerita y estoy ansioso por saber de cuanto me he perdido.

Hoy consederé el derecho a muerte a uno más, otro sin importancia, otro al que le sobrevaloraron el poder y este se le subió a la cabeza.

El reloj hace tic tac en mi mente, estoy contando los segundos y la hora en que debo encender el fuego está por llegar.

Una puerta se oye abrirse a lo lejos, finjo sumisión y mantengo la mente en blanco ante cualquier monigote que se crea listo y ande de curioso.

El fuego pronto tiene que encenderse y cuando el original dice:

—Ahora.

Mi fuego interno resurge, la fuerza en mis muñecas destruye las esposas y enciendo mi mente asegurándome de incinerar a cualquiera que quiera echar un vistazo y avanzo hacia la pesada puerta de metal.

Mis pasos son firmes, nunca hice esto, pero no dudo al avanzar ya que es por un bien mayor, es la razón por la que jugamos, por la que encendemos el fuego y observamos la llama arder.

La cerradura de la pesada puerta de metal es como la cabeza de un peluche, fácil de arrancar, fácil de romper, pero si la destruyo mi situación dejaría de ser anónima y no me puedo permitir eso, así que nada más la aflojo quitando los tornillos y volviéndolos a poner dejándolos algo flojos para mi regreso.

Avanzo por el pasillo oscuro, ya estoy libre.

Mis pies no hacen ruido al tocar el piso, la sed está latiendo como un segundo corazón en mi garganta indicándome que si no me alimento pronto, algo malo pasará.

Regreso el trayecto hacia la habitación donde sé que ella está y me detengo al oírla sollozar.

No estamos cerca pero sus lamentos me llegan, me quiere ahí con ella, quiere que la salve, también quiere que el original lo haga, pero yo estoy aquí mientras que él utiliza su control de los espíritus para fingir mi portada.

Avanzo más rápido, siento al original desesperarse y gritarme que me apure mientras él utilizando sus dones le hace creer a nuestra amada que aún estamos prisioneros.

En un pestañeo estoy frente a la nueva puerta la cual hace unos minutos atravesé para irme esposado y escoltado por Slow.

Mi mano se va directo a la daga que guardo en el pantalón cuando la oigo a ella gritar y siento como nuestro lazo se debilita.

Abro la puerta con cuidado, esta rechina sacándome un gruñido ya que no quiero llamar la atención del monigote o que ella me vea porque si es así se que va a gritar y eso lo va a alarmar, no obstante cuando él le clava su hilo de oro en el hombro ella me ve y yo me paralizo sintiendo el dolor que nos provoca el intruso.

Los gritos de ella me traen devuelta, el original ya se puso en marcha, mis supuestos gritos y los suyos ya se oyen en la cabeza de ella haciéndola creer que queremos ayudarla, pero que no podemos ya que estamos encerrados.

—¿No hablarás?— le pregunta el monigote enterrándole más profundo su hilo de oro y lo que tenía planeado hacer rápido y  con muy poca violenciapara no asustarla a ella se convierte en una matanza a sangre fría.

—Entonces procederé a coser.

Gruñí y avancé, lo tomé del cuello y le hice lo mismo que él le estaba haciendo a mi amada.

Mi daga se entierró tan profundo en su hombro que oigo como la carne dentro suyo se rompe, el monigote sube sus manos, trata fallidamente de quitarme y sin darse cuenta extrae el hilo del hombro de mi amada por lo cual yo sonrío oculto bajo las telas negras que no les permiten saber mi identidad y ahora sí, con ella a salvo, procedo.

Arranco sin titubear la daga de su hombro y la entierro en su frente, su cráneo cruje y sigue sin bastarme, así que lo extraigo y lo entierro en su garganta, su cuerpo cae hacia adelante y como veo que mi amada está más que asustada camino por la habitación y tomo una de las rosas sangrientas que durante cada vida le hemos regalado y tanto le han gustado.

Pienso en dársela en la mano, y robarle un beso, pero no lo hago, así no actuaría el verdadero Amo de la muerte y me abstengo conformándome en dejar la rosa en la frente de Mak para que ella sepa que esto no es malo, es un acto de justicia ante todo por lo que nos han echo vivir y que apenas ahora comienzan a pagar.

Retrocedo y sin dejar de verla regreso rápido a la celda, oculto la ropa en una roca de la pared y tomo las nuevas esposas, las ajusto a mis muñecas y gruño en protesta porque mi vínculo con ella ahora está tan débil que seguramente debe creer que ya no estamos juntos, que no somos hilos y que es una hembra de nadie.

—¿Salió todo bien, Marco?— preguntó el original en mi cabeza actuando con extrema calma.

—Sí, todo está listo, Uriah.

Los gritos comienzan a escucharse, pasa media hora y mi puerta es abierta por Slow el cual no tiene buena cara.

Avanza hacia a mí sintiéndose superior y me quita las esposas.

—¿No soy el asesino, entonces?— me le burlo y él me gruñe y deja salir.

Corro rápido a la sala de torturas oculta al final de la cueva y tomo una capa negra, me oculto bajo ella y salgo bajo la luz del sol.

Regreso rápido a la ciudad, me alimento del primer humano que encuentro en un callejón y corro a la mansión en busca de mis hijos los cuales al verme sonríen y no pueden evitar mirar hacia atrás buscando a su madre, buscando a mi Elaine.

🥀

🥀Holaaa!!!

🥀Ya no sé qué decir... simplemente espero que hayan disfrutado de este nuevo capítulo.

🥀Lxs quiero😘😘