Cuarenta y ocho

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Tati

— Camilo esta afuera... vamos — soltó Mateo mirandome

Asentí y tras agarrar las cosas que necesitabamos salimos de mi casa. Salude al amigo de Mateo al igual que mi novio, y tras darle las indicaciones arranco el auto.

— es media complicada esta zona... — habló Camilo mirando para todos lados doblando en la calle que le había indicado

— chocolate por la noticia... — susurro Mateo que se notaba que estaba bastante nervioso

— escuchen... bajo yo sola, lo que falta es que se arme bardo... no es joda esto... es gente pesada... — dije despues de un rato desde la parte trasera del auto

— no ni ahí, mira si vas a bajar sola... — me interrumpió Mateo

— ya lo conozco... a mi no me va a hacer nada... — le explique

— si no volves en menos de 15 min te voy a buscar... — soltó él

— esta bien... — asentí agarrando la mochila donde estaba la plata y bajandome del auto, ya que ya habiamos llegado a destino

Entré en el bar inmundo donde había pasado las últimas noches de mi vida y tras saludar a Lucre me metí en el despacho de Carmelo

— nena... te estaba esperando... venis con unos minutos de retraso... — soltó cuando me vio acercandose y colocando sus manos sobre mi cintura

— no... no para... vine a terminar todo esto... — hablé lo mas fuerte y claro que pude. No quería que notara el miedo que recorría cada parte de mi cuerpo

— ¿qué? — cuestionó él mirandome fijamente

— que... que te traje la plata que me falta para saldar la deuda... — dije tragando saliva cuando lo vi alejarse

— no... chiquita... las cosas no funcionan asi...

— ¿como que no? me dijiste que en cuanto te terminara de pagar estaría libre

— ¿tan mal la pasas conmigo bebe? si yo siempre te veo bien calentita... — sonrío cinicamente mientras me agarraba de los cachetes haciendome mal

— ehh... no... no pero... ya conseguí la plata... — mentí tratando de librarme de su agarre

— bueno usa esa plata para otra cosa linda... — me dijo colocando un mechon de pelo detras de mi oreja

— es que no... ya trabaje mucho aca... quiero volver a mi trabajo anterior... por favor... — le suplique con la voz ya entrecortada

— no seas mala chiquita... si la pasamos bien... — soltó él agarrandome con fuerza y estampando su boca sobre la mía

— por favor... dejame... dale... — pedí llorando cuando me empezo a levantar el buzo

— shh... shh... no te portes mal... la semana que viene vemos si te acepto la plata...

— por favor Carmelo... dale... por favor... esto no es lo que habíamos acordado... — solté ahogada en lagrimas mientras empezaba a bajar mis pantalones

— deja de llorar... no seas boluda que va a ser peor...

— que la sueltes dijo... — soltó Mateo entrando en el despacho y empujandoló

— para... tranqui... — solté agarrando a mi novio del brazo para que no se le tirara porque sabía que eso iba a terminar como el orto

— ¿y este? ¿de donde salío? — preguntó Carmelo soltando una risa ronca

— acepta la plata y dejala en paz... — habló Mateo con la vena a punto de explotarle, escupiendo cada palabra con asco

— yo pongo las reglas acá nenito... y a tu novia me la garcho cuando quiero... — río sentandose en su silla mientras se acomodaba el pantalon y se prendía un cigarrillo

Mateo apretó los puños con fuerza, sabía que en cualquier momento se le iba a tirar encima y era lo último que quería

— dale imbecil... agarra la plata y dejanos en paz...

— ¿como? — preguntó el viejo de mierda este, elevando las cejas

— Carmelo... por favor... — me metí yo

— mmm... dejame hago un par de llamadas... no soy el unico que toma decisiones aca... — soltó despues de un rato

Agarre la mano de Mateo con fuerza, acariciandola con suavidad para tratar de calmar un poco la tensión que había en el ambiente.

Solo esperaba que todo esto se terminara de una buena vez, necesitaba salir de ahí libre de todo y volver a empezar con mi vida, ver para adelante y dejar toda esta mierda atrás.

— bueno... me dijeron que si... dejame ver de cuando es tu deuda chiquita... — sonrío Carmelo mojandose un dedo con saliva y empezando a pasar las paginas de lo que parecia ser su agenda o algo así

Una sonrisa se formó en mi rostro, no podía creer que oficialmente todo esto se iba a terminar.

— 50.000 pesos... — anunció pensando que no ibamos a tener la plata

Mateo agarro un par de fajos y los tiro sobre su escritorio.

— siendo puta y todo se la jugó el pibe... si supiera como me la chu...

Mateo no se contuvo más y le encajo una trompada que le dejó la mandibula temblando

— mmm... no nenito... no es por ahí... — soltó este hombre despreciable mientras empezaba con una guerra campal en el medio de ese despacho de dos por dos

— dale amor... vamos... — empece a gritar para intentar frenar el asunto

No había caso, estaban los dos re contra metidos en repartise golpes a lo animales.

— Mateo cuidado... — grité desesperada cuando vi que Carmelo agarro una navaja o algo a similar. Pero creo que mi advertencia llegó un poco tarde porque la sangre ya empezaba a empapar su ropa.


fran 🤝 el drama

el trueno pai salió del chat dea

bueno denme bola

los tkm

TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora