Agony of a Witch.

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Luz llegó al castillo decidida a hablar con el emperador, pero luego recordó que tenía que hacer las tareas que se dejó acumular por estar llorando la noche anterior, sobre todo la tarea de investigación que dejo su profesor de abominaciones para el día siguiente y no podría hablar con Belos esa noche, entonces cenó y se puso manos a la tarea.

El escritorio de Luz estaba lleno de varios libros antiguos de la biblioteca y apuntes de su libreta.
-Puedo hacer uno. . . gracias a Amity... pero aún no sé como invocarlo -se dijo a si misma y buscó en su penstagram si alguna vez alguien no se encontró en la misma situación que ella, que claro, no era posible encontrar a alguien que no pudiera hacer magia en las Islas Hirvientes más que ella, pero mientras lo hacía se metió al chat de Amity, quería mandarle un mensaje, decirle algo, tan siquiera las buenas noches, pero temía que pudiera molestarla. Entonces se rindió, dejó de buscar y leyó algunas páginas de unos viejos libros que no entendió, las instrucciones eran muy formales y tan antiguas que tal vez tendría que consultarlo después con Kiki y hasta con Belos, quizá.

Al día siguiente, no pudo darle la misma atención y enfoque a sus clases por estar distraída pensando en Amity, porque ese día compartían la clases de abominables a última hora. En el cambio de una clase estaba con Gus y Willow, sus amigos vieron que Luz aún estaba triste y su tristeza se extendió aún más y sintió un golpe en el pecho cuando vió a Amity salir de su clase de pociones, y recordó que como son compañeras de escritorio; tal vez ella ya no iba a querer sentarse a su lado. Luz tomó sus cosas del casillero, evitando cruzar su mirada con Amity a pesar de las ganas que tenia de mirarla y fue acompañada de Gus a otra clase.

Desde el día anterior y durante las siguientes horas; algunos alumnos (y unos profesores cotillas) de la escuela estaban extrañados por no ver a este par junto, que apenas hace un día era muy cariñoso, y como ninguna de las chicas había hablado de lo que sucedió con nadie, la gente hablaba entre si especulando y contando chismes sobre que les pudo haber pasado, algunos suponían que alguna de las chicas había traicionado a la otra con algunas de las brujas o brujos que se les acercaban, o que incluso ambas se traicionaron mutuamente por el extenso "repertorio" que hasta apenas notaron que tenían. Al menos algunos chicos estaban alegres de poder tener oportunidad en un futuro de hablarle a la linda humana... sin miedo, una que otra chica también comenzaba a interesarse por ella. Pero lo mas cerca que estuvieron algunos de adivinar que ocurrió; decían que era obvio que Amity Blight dejaría tarde o temprano a la humana, puesto que era una chica de la familia Blight y muchos sabían que la familia era como... "selectivamente social", y que de los tres hermanos, la más joven lo era aún más, pues a pesar de que Edric y Emira eran los bromistas de la escuela; no les importaba convivir con la mayoría o con quien se les acercara, para los chicos de Hexside los gemelos fueron siempre más agradables que su hermana, o así era como llegaron a compararlos.

La ansiedad de Luz incrementaba cada vez que se acercaba la ultima hora, el estomago se le revolvía de la emoción por verla y estar sentada a su lado, al menos un poco cerca, pero nuevamente se contraía por dentro al recordar que ahora solo podrá contemplarla así, estando cerca de ella de esa manera y eso si Amity no quisiera cambiar de asiento con otro compañero.
El día corrió muy rápido, Luz vió a todos sus compañeros de la clase de abominaciones entrando al aula, mientras los miraba pensaba en Amity y como sería al entrar y verla. Tal vez fue mala idea esperar primero a que todos entraran porque antes de eso pudo haberse sentado en otro lugar, robándoselo a alguien sin que Amity se diera cuenta, pero probablemente ella ya estaba antes que todos sus compañeros en su mesa, y si veía a Luz sentarse en otro lado podría verlo de una manera grosera. Entonces se resignó, entró al último al aula y ahí ya estaba ella, haciéndola sentir un vuelco en su corazón al verla sentada en su silla, igual que la primera vez que la vió en aquella clase; mirando hacia la ventana recargando su cabeza en su mano, pero esta vez se veía diferente, más seria, más pensativa, más... como la Amity que conoció al principio, Luz pensó que probablemente estaba así porque al día siguiente se enfrentaría al Grom y tenía que darle toda su atención, era mas que probable que fuese eso lo más importante para Amity y que eso quizá tenía más peso para que los problemas que tuvieron, y Luz pensó que Amity si tenía algo más importante en lo que pensar que pensar en ella...
Luego se sentó con cuidado a su lado tratando de no hacer ruido o llamar su atención, mentalizándose de no hablarle porque quizá sus hermanos se podrían enojar porque ya le habían pedido que no lo hiciera.
Amity solo la vió con el rabillo del ojo.
Luego entró el profesor y comenzó a dar la clase.
Mientras los alumnos hacían apuntes de lo rápido que explicaba el profe, Luz trataba nuevamente de ir a su ritmo, y cuando Luz miró a Amity de reojo; vió como ella podía prestarle atención a la clase y escribir al mismo tiempo que le salía tan natural, escribía casi que fluido junto con el profe, a diferencia de ella que tomaba notas rápidas mirando su cuaderno y luego a su profesor, y, cuando detuvo la muñeca para descansar; casi por reflejo estuvo a punto de sostener la mano de Amity, pero le dolió recordar que ya no podía hacerlo y contuvo ese impulso cerrando el puño...
Y ahí estaban ambas, cada una dando su mejor esfuerzo para pretender que no se sentían mal, cada una actuaba como si todo estuviera bien por su cuenta.
A Luz le daban muchas ganas de verla pero ya no lo hizo, porque pensaba que si lo hacia podría incomodar a Amity, solo la pudo mirar una vez mas de reojo, esa vez fue suficiente para ver como Amity seguía siendo Amity, quien trataba de lucir estudiosa, prestando atención y concentrándose en lo que hacía, Luz tomo su lápiz e hizo algunos rayones en libreta pensando que tal vez ya era el fin y que la única que sufría era solo ella, quería saberlo y tenia miedo de preguntar. Pero...
Amity tampoco podía verla, quería hablarle y disculparse por haberla corrido de su casa pero no sabía como hacerlo aunque sabía que tenía que hacerlo, quizá cuando le regrese las cosas que no le había devuelto desde la vez de sus recuerdos. Tenía tantas ganas de mirar a Luz y lo intentó, al menos solo una vez, volteó a verla solo un par de segundos observó que Luz seguía siendo Luz, distraída en su cuaderno garabateando, haciendo pequeños rayones en su libreta, dibujando lo que parecían ser flores con el lápiz, por un momento le dió tanta ternura verla así, tan tierna, tan bonita y comenzaba a sentirse mal al recordar que ya no habrían más días viéndola así, porque quizá ya no habría nada. Ya no la vería más en el club de lectura distrayéndose de repente o soltando un comentario gracioso, o con solo pensar que ya no habrían mas días besándola la lastimaba aún más, y que ya no habrían más de sus tiernos y suaves besos, pensar cada vez más en eso la hería, y luego sintió un golpe en el pecho cuando Luz volteó la vista a otro lado después de notar que Amity la estaba viendo. Amity pensó que debía aparentar que estaba haciendo algo más después de eso pero no pudo, no podía seguir así, no quería seguir ahí a su lado y de esa forma, no porque no quisiera, si no porque ya no podía soportar más tiempo sin hablarle o mirarla teniéndola tan de cerca, y algo dentro de ella se estaba rompiendo...

El Aquelarre Del Emperador.Where stories live. Discover now