Samantha Lacroze, una chica común y corriente, una vida sin nada que destacar, madre devota, buena empleada, casada con su pareja de hace más de 15 años, aunque las cosas no venían del todo bien, al menos para ella.
Un viaje de trabajo, se presenta...
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Llegaron a Boston, el vuelo transcurrió sin problemas y eso que no es nada fácil viajar tantas horas con un pequeño hiperactivo, buscaron su equipaje, y se encaminaron rumbo a la salida así pillar un taxi e ir a su nuevo hogar. En el trayecto, Sam se sintió observada, al levantar su vista, se encontró con una figura que reconocía bastante bien, parpadeo varias veces para comprobar que su visión no le estaba jugando una mala pasada a raíz del cansancio. Pero no. Era 100% real.
Allí estaba él, luciendo perfecto, como siempre, sosteniendo un ramo de flores con una mano y en la otra un cartel en el que se podía leer –
"Samantha y Maxi, bienvenido al resto de nuestras vidas"
Se aproxima al niño y a su madre. Sus miradas se cruzan, ninguno puede apartar los ojos del otro, es el joven jugador quien decide romper el silencio
- Amor...hola...yo...lo siento, fui un tonto, nada maduro para mi edad, no debí hacer lo que hice, debí quedarme escucharte, entenderte, me asusté, nunca me había enamorado, sentí que mi corazón se rompía, el pánico se apoderó de mí, e hice lo más fácil, huir. Pero fue peor, el no hablar contigo me hizo sentir vacío, no pude, ni quiero olvidarte, mi corazón era, es tuyo, lo fue desde el primer día, y no aspiro a que más nadie lo tenga, puedes hacer lo que se te antoje con el. Entiendo si deseas que me vaya, no obstante si me das otra oportunidad prometo hacer todo lo posible para hacerlos felices, rayos...nada me haría más feliz que comenzar una familia contigo y Max
Sam miraba con asombro la situación, mientras su hijo se maravillaba por las distracciones de alrededor
<< Vaya, este hombre sí que sabe cómo hacer como hacerme temblar>>
No se dio cuenta que había estado unos cuantos minutos en silencio observándolo, la vos de su hijo la saca del ensueño, el cual se había percatado de la presencia del extraño
- Mami, estás bien? Quien es el senor? – le pregunta con curiosidad
Se agacha hasta llegar a la altura del pequeño
- Él es alguien a quien mami ama mucho, no tanto como a ti, pero lo ama, que dices, quieres conocerlo? Le damos una oportunidad de compartir con nosotros?
El niño se toma su tiempo, lo mira, entrecierra los ojos, lo inspecciona - si el niño era muy maduro a pesar de su corta edad-
Se torna hacia su madre seriamente
- hmmm... Está bien. Si tú lo amas, le daremos una oportunidad
Una sonrisa se dibuja en el rostro de Jeremy
Su corazón comienza a latir con fuerza, todo su cuerpo vibra de felicidad.
Van cerrando el espacio que los separa, hasta quedar solo a unos pasos. Ignorando a todos los curiosos que observaban la extraña situación que sucedía en el aeropuerto, ellos seguían en su pequeña burbuja.
- Mi nombre es Samantha Lacroze, tengo 36 años, divorciada, un hijo al que amo con todo mi ser, estoy enamorada de cierto jugador de básquet, que se portó como un bobo, pero vaya, el hombre sabe que decir para que me derrita – el espacio que los separa es completamente inexistente, sin aviso previo lo besa, no tarda en ser correspondida, lentamente se separan sin poder dejar de verse-
- Wow, nunca me cansare de esto- menciona Jeremy acariciando el rostro de Sam
Sonríe avergonzada, tomando su mano,
- Ven, hay alguien que te quiero presentar- Hijo, quiero que conozcas a Jeremy Mathews, Jeremy, quiero que conozcas a Maximilian Brown.
- El joven se posiciona a la par del pequeño- Un gusto conocerte campeón- le brinda su mano a modo de saludos-
Este lo mira dudoso, pero la toma
- Hola, si quedes agradame, me tienes que compar muchos dulches
Después de las traducciones que brinda la madre al jugador, suelta una carcajada
- Lo tendré en cuenta, pero creo que tu madre no estará muy de acuerdo- se hace entender con el poco español que aprendió en este tiempo
- Será nuestro secreto- le dice en voz baja- ...maaaaa tengo hambe- grita el niño llamando la atención
- Vamos a desayunar, nos harías el honor de acompañarnos Jeremy Mathews
- El honor es todo mío, no me molestaría desayunar con ustedes todas las mañanas
- Llegaremos a ese punto, pero baby steps amor, baby steps
La toma por la cintura mermando la distancia, aproximándose a su oído
- Esperaré una vida, estoy feliz por qué regresaste a mí- Te amo Samantha Lacroze, en esta vida y en la que sigue
- Te amo Jeremy Mathews, en esta vida y en la que sigue
Todo final es un nuevo comienzo, no será fácil, pero saben que juntos podrán superar cada obstáculo que se les presente en el camino.
We can learn to love again
Let's set the world on fire . We can burn brighter than the sun
