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— ¡Oh, madre! Jaemin ya se tiene que ir a casa, ¿verdad que sí?

Jaemin dirige su mirada hacia al pelinaranja y asiente con nerviosismo, no sabe porque razón pero también se encuentra muy avergonzado de la situación en la que se han metido.

— Eh, si, disculpen. — expresó observando la hora en su lujoso reloj, la madre de Jisung coloca una cara triste al saber que va a marcharse tan rápido. — Tengo un par de cosas urgentes que hacer de inmediato o no terminaré.

— No hay problema, muchacho. — contesto Jihoon sonriéndole cálidamente antes de brindarle un abrazo, el pelinaranja adolescente abre sus ojos con impresión y controla las pequeñas risitas que quieren salir de sus labios al ver los gestos de Jaemin.

— Papá, ya déjalo.

El azabache le agradece con la mirada una vez que el señor Park lo suelta, se acerca por primera vez en la historia tímidamente a Jisung. No tiene idea de cómo despedirse de él si sus padres están presenten y atentos a cualquier movimiento suyo.

— Te veo luego, niño. — le dice revolviendo sus cabellos naranjas hasta dejarlo totalmente despeinado, se ríe tan bonito que Jisung siente que quiere oírlo un poco más, sólo un poco. — Por cierto, le diré a mi hermano que tiraste su horrible peluche. Es que no le oculto mentiras, sabes.

El chiquillo de ojos chocolate alcanza a oír lo último muy apenas, sus padres se encuentran desconcertados al no escuchar nada.

— Adiós, Jaemin. — se despide agitando su mano levemente y el azabache repite la acción sonriéndole enormemente, incluso sus propios padres se despiden eufóricamente de él ocasionando que Jaemin se meta aterrorizado a su automóvil. — Haha el peluche, espera yo no tiré nada... ¡Jaemin!

Cuando intenta gritarle groserías el automóvil arranca dejándolo con las palabras, ¿de verdad ese hombre era el CEO estricto y educado que tenía tantas personas suspirando por él? Definitivamente debieron equivocarse porque era todo lo contrario.

[...]

AL SIGUIENTE DÍA.

— ¿A qué hora va a llegar?

Jaemin se toca el puente de la nariz con frustración, se aparta algunos mechones de cabello.

— ¿Cuántas veces tengo que repetirte todo? Jisung llega en una hora, Jaeyoon.

— ¿Y por qué él está aquí? Es domingo, ¿no deberías estar leyendo libros o en sus exposiciones de nerd? — expresó señalando de mala gana a Jaehyun quien se encontraba en el sofá tranquilamente viendo un programa de la antigua egipcia.

— ¿No deberías estar saliendo de la cama con una enorme resaca? — refuta el joven profesor acomodándose sus gafas de manera correcta, Jaeyoon hace un puchero y susurra: lerdo.

— Ya dejé eso, considérame como alguien rehabilitado.

— Que buen chiste, deberías llamarte don comedia.

Jaeyoon camina relajadamente hacia su hermano mayor y le arrebata uno de sus libros, Jaehyun se queja poniéndose de pie para intentar quitárselo.

Jaemin suspira observando a ambos chicos, se sienta en el otro sofá libre y acomoda su corbata cuando la ve desordenada. El timbre suena dejando pálido a los tres hermanos, todos se quedan quietos sin realizar ningún tipo de movimiento.

— ¡Aún no estoy listo! ¡Sunggie no puede verme así de vagabundo! — grito Jaeyoon alterado desapareciendo por las escaleras, lo único que se escuchó fue el portazo de su habitación.

Trillizos┊JaesungWhere stories live. Discover now