viii. voodoo in my blood

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capítulo ocho: vudú en mi sangre

capítulo ocho: vudú en mi sangre

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—Cada noche, cada mañana, nacen algunos de miserias. Cada noche, cada mañana, nacen algunos del dulce deleite. Algunos nacen para una noche interminable. —leyó en voz alta con curiosidad el párrafo resaltado con tinta oscura debajo de sus letras. Alguien había declarado que aquellas palabras eran tan importantes como para que no fuesen olvidadas.

—¿Uhm, y que es eso? ¿Mi-mi...? —trató de pronunciar la palabra luego de detenerse a jugar con el soldado de plomo que había encontrado en el baúl. Hope le sonrió con suavidad.

—Miseria —leyó de nuevo pronunciándolo lentamente para que su hermana comprendiera la palabra. Más ella no sabía lo que significaba para explicarla, era complicado aquel libro pero sin duda había captado su atención, mucho más que los cuentos que Alexandra les contaba para dormir. Hope volvió la mirada sobre su pequeña hermana —. Estas cosas le pertenecen a «Marcellus» así que deberíamos devolver todo a como estaba.

Morgan volvió la mirada sobre el juguete que sostenía en su mano izquierda para luego decaer un poco en la mirada. El soldado le había gustado pues era diferente a los juguetes que ella había tenido antes, pero ciertamente no le pertenecía y su madre no aprobaría su comportamiento de quedarse con los juguetes de otros niños.

—¿Hope? ¿Morgan? ¿Qué hacen aquí? —la voz de Klaus a sus espaldas las espantó un poco pero no lo suficiente como para que se asustaran al punto del temor. Simplemente el tipo de espanto que ocurría cuando te encontraban en un lugar que no deberías estar.

Después de lo ocurrido el día anterior con Dominic, Elijah propuso algo preciso y conciso. Sellar la casa con un hechizo mágico, una barrera para ser exactos, lo cual no permitía entrar y por consiguiente, tampoco saldría nadie; todo con la consigna de que hasta que no supieran quien tomaría su lugar para resucitar al Hollow, tanto las niñas como Klaus y Alexandra estaban en riesgo. Estos últimos se debían a casos completamente diferentes que se conectaban, Niklaus podría ser usado como un sacrificio para traer al Hollow de regreso mientras que el Alfa de los Crescents carecía de razón de porque este ser la había infectado, pero que sin duda, no debía ser para nada beneficioso.

Sin embargo, a diferencia de los adultos, las niñas no podían solo quedarse en un lugar y esperar a que todo terminase. Por lo que, tan pronto como se dieron por despiertas decidieron explorar aquel gigante lugar en el cual habitaban. Por supuesto, las habitaciones comunes no llamaron su atención pero si lo hizo aquella que era una especie de ático debido a que albergaba varios muebles antiguos así como sabanas que cubrían algunos de estos, sin embargo, lo que las llevó a quedarse en aquel lugar fue un mueble en especifico. Un baúl. La curiosidad de las niñas fue acaparada y por consiguiente se hallaron abriéndolo y por supuesto, revisándolo.

No obstante, no habían obtenido permiso para subir hasta allá.

Klaus las miraba con suavidad pero con cierta fascinación de que todos los lugares que podían elegir, el ático era el que menos imaginó. ―Esa no es precisamente una lectura bastante alentadora. ―el encierro y el aburrimiento, había forzado a las niñas a recorrer los más recónditos rincones de la casa, desempolvando viejas cajas y desenterrando recuerdos. 

⁴ 𝐂𝐔𝐑𝐒𝐄𝐃 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 | Klaus Mikaelson ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora