ESPECIAL 10,000 LEÍDAS |Maratón 1/5

433 36 19
                                    

LO SIENTO. LO SIENTO. LO SIENTO. LO SIENTO. Al final del maraton explicaré el por qué de todo <3 GOMEN NASAI!! 

Por Kamisama que necesitaba un descanso. – Camine hasta la cocina y comencé preparar mi desayuno que se basaba en cereales y algo de leche o yogurt.

- ¡MIERDA!

Me sobresalté por el grito. Gohan. Deje el cereal a un lado y caminé hasta su cuarto. Solté un bostezo, definitivamente debía comenzar a tomar café. No era una mala idea. Deje esos pensamientos de lado y abrí la puerta lentamente. Los ruidos de una persona sollozando provenían de su oscura habitación.

- ¿Go-gohan?

- Vete.

Algo andaba mal.

- ¿Qué sucede? – Mi voz sonó débil y asustadiza. Nunca en mi vida había visto a Gohan enojado o triste.

- Déjame solo, Aoi.

- Jamás te dejaré solo. – Cerré la puerta. Me deslicé a través de la oscuridad hasta su cama, él… Él estaba sentado en la esquina de su cama y… Estaba llorando. Mi hermano llorando. - ¿Qué sucedió?

- Mei… Ella…

- ¿Sí? – Me senté a su lado y sobe su espalda lentamente. Tal y como él hacía cuando tenía mis pesadillas.

- Ella… Nosotros… Peleamos. – Un sollozo escapó de su boca. – Ella teme que lo nuestro no pueda seguir en pie por la universidad… Y-yo le dije que no se preocupara, que podríamos vernos gracias a nuestros poderes pero… E-ella… E-ella dijo que eso no sería posible… Dijo que me ama, Aoi… ¡Ella dijo que me ama! – Liberó otra cascada de lágrimas que fluían cubriendo su bello rostro. – Pero cree que debemos terminar antes que alguien salga herido.

 

¿Terminar?

Dios Mei... ¿Qué hiciste?

- No te preocupes,  Gohan. Todo va a estar bien… Tú y Mei lo lograrán y seguirán adelante.

- Aoi. – Él suspiró y comenzó a limpiar su rostro manchado de lágrimas. – Te lo agradezco pero… No creo que esto se resuelva. La llamé miles de veces al celular y no contesta. No quiere hablarme… La amo… Ella a mi… Pero no nos quiere juntos.

- No… - Me levanté frustrada. - Gohan, esto no puede pasar… T-tú… Mei… ¡No pueden separase!

- Aoi.

- ¡No! – Grité.- Ustedes… ¡Son ustedes! ¡Es como si nuestros padres se separaran! ¡Es ridículo!

- Aoi, tranquilízate…

- ¡No me quiero tranquilizar! – Volví a gritar. - ¡Eres mi hermano! ¡No puedes estar mal! Es decir… ¡Eres Gohan! – Mis ojos comenzaron a aguarse. - ¡Gohan no llora! ¡Los héroes no lloran! – Las lágrimas escaparon de mis ojos rápidamente. Caí de rodillas rendida ante mis sentimientos y frustraciones. – Los héroes… No lloran… Y… Eres mi héroe.

Gohan estaba sorprendido. Aoi nunca lloraba frente a él, podría tenerle miedo a sus pesadillas pero nunca lloraba. Pero él entendía el porqué de esas lágrimas y no tenían nada que ver con su relación con Mei. Era algo más profundo, algo que estaba enterrado en las memorias más lejanas de los hermanos, algo que Gohan había olvidado.

Los héroes no lloran.

Cuando eran niños, meses antes de que viniera su abuela a llevarse a Aoi, ambos hermanos estaban jugando en una de las montañas. Debemos recordar que para esta época ni Gohan ni Aoi sabían algo de los saiyajin, por lo que no tenían un entrenamiento ni ningún tipo de súperfuerza que no viniera de genética. Aoi estaba saltando de roca en roca mientras que Gohan se había dormido unos segundos. El sol ya estaba cayendo y el par de hermanos debía volver pero la pequeña saiyajin se había olvidado de ello y el mayor estaba muy ocupado en sus sueños de pizza y azúcar. La niña seguía saltando de roca en roca hasta que un descuido la llevó a gritar del susto:

- ¡AHHHHHHHHHH!

El niño de cabello azabache despertó repentinamente y corrió en auxilio de su pequeña hermana.

- ¡Aoi! ¡¿Qué sucedió?! ¡¿Qué te duele?! ¡¿Estas bien?!

- ¡DUELEEEEEEEEEEEEEEE! ¡GOHAAAAAAAAAAAAAN! – La pequeña saiyajin comenzó a llorar del dolor.

- ¡Tranquila Aoi! – El saiyajin no sabía qué hacer. Si llevaba a su hermana llorando Mitchie los regañaría y el castigado sería él. Y si hay algo que no es lindo de ver es a Mitchie enojada, gracias a dios eso no era algo común. – Emmm – Piensa Gohan.- ¿Recuerdas lo que hablamos? Los héroes no lloran.

La pelivioleta lo observó con lágrimas en el rostro y preguntó:

- ¿No lloran? ¡Entonces no soy un héroe!

- Es verdad… No sos un héroe. – Él sonrió. – Eres una Heroína ¡No! ¡La mejor Heroína que el mundo pudo conocer!

- ¿Entonces eres un héroe?

El saiyajin volvió a sonreír y abrazó a su hermana.

- Si, Aoi. También soy un héroe.

­- Entonces… ¡Prometo no volver a llorar!

Gohan sonrió al recordar ese día. No podría creer que ella aún recordara esa promesa… Esas palabras… Sus palabras.

- Lo siento… Prometí nunca volver a llorar y yo… Rompí mi promesa más de una vez.

- Aoi.

- Y tu… Siempre tan atento, siempre ayudándome y yo como una cobarde llorando.

- Llorar no es malo. – Ella me miró sorprendida. – Al pasar los años… Descubrí que los héroes también son personas como vos, como yo… Las personas lloran, y los héroes también.

Aoi, con todo el sentimentalismo encima, abrazó a su hermano fuertemente soltando esa cascada de lágrimas que la molestaba tanto. Su garganta se atoraba, sus ojos ardían y su cuerpo temblaba. Esa era una parte que nunca nadie vería de ella. Una chica fuerte, valiente y frívola con un corazón destrozado y el alma partida en mil pedazos.

- Dime que intentarás arreglarte con Mei… No permitas que su estúpido miedo los separe, por favor.

- Lo intentaré.

Ella sonrió a medias, se separó de mí y entró a mi baño. Sequé mis lágrimas. El hambre me había atacado de nuevo y necesitaba comer algo, si no lo hacía podría desnutrirme, o peor… Morir. Está bien, estoy exagerando pero sí que estaba muerto de hambre. Salí a la cocina y me preparé varias tostadas con dulce y una chocolatada. Antes de que pudiera saborear el delicioso gusto de las tostadas con mermelada alguien me arrebató la tostada de la mano.

- ¡Hey!

- ¡Mia! – Dijo Aoi sonriendo. Fingiendo de nuevo.

- Tuya. – Sonreí y seguimos desayunando entre risas y estupideces.

¡Soy Gohan Brief! |Libro IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora