𝟯𝟲𝟱 𝖽𝖺𝗒𝗌 𝗍𝗈 𝖿𝖺𝗅𝗅 𝗂𝗇 𝗅𝗈𝗏𝖾 ✧ kookmin

▸ Cap 4

Solo se escuchaban risas en ese comedor. Una pareja que estaba compartiendo una rica cena para recuperar su matrimonio, los dos estaban apenas comenzando.

Pronto cumplirían dos años de casados y el rubio estaba emocionado pues estarían juntos para cumplir más años juntos. Tal vez más adelante formarían una familia. Claro está que jimin no podía embarazarse pero si podían adoptar o poner un vientre en alquiler.

Riendo y recordando cosas que hacían cuando eran niños terminaron de cenar.

— ¿Te gusto lo que hice de cenar?—pregunto dudoso.

— Me encanto! Estaba muy rico quede lleno.—respondió sonriendo.

El menor se emocionó por lo que escuchó pues pocas veces probaba su comida pero nunca lo felicitaba.

— Me alegra que te haya gustado, puedo preparar lo que tú quieras.

— Gracias minie lo tendré en cuenta se que lograremos esto te lo prometo.— dijo tomando sus manos y las de jimin.

— Eso espero, yo si quiero estar contigo siempre y hacerte muy feliz.— comentó derramando algunas lágrimas de felicidad.

— No llores por favor bebé.— se paró de la silla para abrazarlo dándole un beso en su cabellera rubia.

— Perdón es que son lágrimas de felicidad pero también tengo miedo de que nos separen y no pueda estar contigo.— se aferró al mayor llorando.

— Todo saldrá bien ya verás.— lo siguió abrazando — quiero decirte una cosa.

—Dime.— dijo alzando su cara.

— Durante este tiempo que tomaremos para recuperar nuestro matrimonio no quiero que estés cerca de Kim.

— Me parece perfecto pero tampoco quiero que tampoco estés con esa persona que te gusta.— dijo y jungkook solo asintió, tenía razón jimin.

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A la mañana siguiente jimin se despertó pero esta vez con un brazo en su cintura. Sonrió sintiéndose calientito en los brazos del pelinegro tuvo que levantarse para preparar el desayuno pero sin antes darle un casto beso en sus finos labios.

Termino de preparar el desayuno que consistía de huevos estrellados con tocino, puré de papa y jugo de naranja. Listo, todo lo puso en una mesita para comer en la cama junto a su esposo.

Llegando a la habitación entró y puso el rico desayuno en la mesita de noche sentándose en la cama para despertar a su bello durmiente.

— Jungkookie despierta mi amor ya amaneció.— dijo moviéndolo suave.

El mencionado se removió pero no abrió los ojos solo recostó su cabeza en el pecho del más bajito.

— Cinco minutos más por favor — rogó aún con los ojos cerrados.

— Jungkook se te hará tarde para ir a trabajar.— dijo dejando pequeñas caricias en la cara de su amado.

Sus labios se juntaban tan bien soltando suspiros de satisfacción pero el pelinegro quería más a si que bajo a su mandíbula del menor dejando besos húmedos y bajando el lado de su camisa que traía puesta jimin comenzando a succionar la piel dejando lamidas y pequeños besos.

El rubio solo podía soltar pequeños jadeos y uno que otro gemido leve.

— Mmhm kook llegarás tarde mejor hay que desayunar.— dijo como pudo mientras acariciaba la cabellera del mayor.

— Te quiero comer a ti precioso.— levantó la cabeza para besar de nuevo esos labios que no había probado desde que se casaron y tuvieron su luna de miel se arrepentía de no haberlo hecho antes sus labios eran tan adictivos.

— Pronto me comerás pero eso será para después ahorita tienes que desayunar no quiero que te desmayes o te pase algo.— dijo preocupado.

— Esta bien solo porque no quiero preocupar a mi mochi favorito.— sonrío dejando otro beso.

Se dispusieron a probar el rico desayuno hecho por Jimin degustando y dándose de comer entre ellos con unos pequeños besos de por medio.

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Nunca se había sentido tan bien salir de su casa con una sonrisa y ahora lo hacía hace una hora que terminaron de desayunar para que Jungkook se arreglara para ir a trabajar prometiendo llegar temprano dándose un largo beso de despedida.

Llegando a la empresa estacionó su deportivo en el estacionamiento bajando de el auto para entrar con una radiante sonrisa saludando a todos sus empleados sorprendiéndolos pues nunca los saludaba y se pasaba derecho pero igual le devolvieron el saludo.

Su secretaria que se encontraba a fuera de su oficina le saludó pero lo detuvo antes de que entrara.

— Señor Jeon la señorita Jinsuri vino a verlo y está adentro de su oficina.— le dijo nerviosa.

— ¿Y porque dejaste que entrara?— pregunto serio.

— Le dije que no podía pasar porque usted aún no llegaba pero no me hizo caso y entró por su cuenta diciendo que lo esperaría adentro.— respondió.

Entró y efectivamente estaba Jinsuri sentada en su escritorio con las piernas cruzadas con una mini falda. Algo que a jungkook ya no le gustó parándose frente a ella le habló.

— ¿Qué haces aquí? — pregunto enojado.

— Woo que manera de recibir a tu futura esposa ¿qué te hizo ese chiquillo para que me trates así?—Respondió molesta y levantándose del escritorio acercándose al pelinegro pero este solo retrocedió.

— Te pido que no le hables así tiene su nombre y también te recuerdo que lo intentaría con el por un tiempo. Por favor entiéndelo si logra enamorarme rompo todo lo que tenga con él pero deja de pasearte por mi empresa.— pidió irritado.

— Es que eres tú que no lo entiendes ¿qué no me amas? — preguntó pero jungkook solo se quedó callado.— Ohh mira que bien o sea que lo amas a él y no a mi, entiéndelo él no te ama solo lo hace por costumbre y yo si lo hago de verdad.— intentó acercarse para besarlo pero la detuvo.

— Por favor Jinsuri retírate. Pronto hablaremos pero por el momento no. — dijo bajando la mirada.

— Esta bien esperaré.— dijo para salir de la oficina y dejar a un pelinegro nervioso.

Pues este sabía que ella era capaz de hacer todo por conseguir lo que quiera.