2. Tercera persona

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Caer desde un punto alto en donde todo el mundo solía admirarte por argumentos vacíos como la inteligencia, y es que si bien daba una parte elemental de mí; siempre era un insuficiente y lo peor aun es que no era muy técnico en mi hablar, siempre aspiraba por ser sencillo.

Eloim, Essaim; así como ella tuvo su ritual para vencer nervios yo intenté llegar un sin fin de veces a la fecha principalmente a quien amaba ante todo y aunque fuera con fiereza y terquedad, añadiendo la impráctica y oscura forma de mi obsesivo querer, rechazando de a gramo de arena la realidad; y todo para un aislamiento cada vez mayor.

Y es que uno por intentar ser simple y sensiblemente empático vez tras vez, me quedaba atrás como un personaje extra de donde si se narra la historia no habría recuerdo de mi mera existencia. Pudiera no haber existido en el comienzo y sería la misma materia regular que puede omitirse por terror, rencor u otras cosas por más que uno deseara formar el mínimo recuerdo.

Pensar en la chica que me gustaba fue siempre el faro que no me reflejaba esa sombría realidad dado que nunca fui del gusto de alguien y en el momento que fui estaba terriblemente enfermo con esperanzas vacías de quien a la fecha ni un punto tiene para decirme y por lo mismo termine por abstenerme de volver a imaginar romances que no existen, al final en efecto "Son las chicas las que dicen si es imposible o no".

Por un abril sin tiOn viuen les histories. Descobreix ara