🐺8- El Sacrificio del Beta

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—Miren quien es... el pequeño Beta — la voz llegó a sus oídos y Twain gruñó al ver a Sidney, estaba parado al frente de todos. —Twain, entréganos a los Hale y te daremos a Dawson —ofrece pero se detiene y observa sobre su hombro —O lo que queda de él —murmura burló. 

Twain ve el cuerpo del alfa sobre el suelo detrás de Sidney y no puede evitar maldecir, sus latidos son muy lentos. 

Gruñendo abrió los brazos a los costados. —Los tocarás sobre mi cadáver —masculló. Los brazos le temblaron cuando vio a Dawson intentar incorporarse en el suelo. Dios santo. Notaba una agitación por dentro, como si sus órganos internos hubieran cambiado de lugar. Todo giraba. 

—Twain, deberías salir de aquí —dijo Derek detrás —Salva a Dawson —pidió pero el beta negó. 

—Él tiene que verlos vivos de nuevo —soltó y sus ojos se aguaron al encontrarse con los ojos verdes del alfa. Este le miró durante unos segundos aturdido, y luego miró detrás y su expresión comenzó a cambiar. 

—Hijo —dijo Stiles con la voz quebrada —Mi Dawson—

Por el rabillo del ojo vio una sombra arrastrarse a un lado y tardó un segundo en darse cuenta que era Peter, porque seguido de eso una bala cruzó a su lado y se estrelló en la pierna de Derek haciéndolo caer de rodillas. 

—¡Papá! —Dawson se echó al frente intentando avanzar pero el pie de un Lobo Solitario se estrelló en su quijada haciéndolo caer al suelo de pleno. 

Twain cubrió a Derek con su cuerpo y levantó las manos al aire.: —Por favor Sidney, déjalos hablar una última vez, solo... una última vez —pidió el beta y el Lobo sonrió burlón. 

—Eres muy tierno pero no soy un idiota y sé lo que estás intentando hacer. Vamos a matarlos antes que puedan volver a tocarse, entonces Dawson verá sus cuerpos sin vida, y lo dejaremos vivir, porque entonces él sabrá que sí están muertos de verdad ¿no H? —Sidney volteó y se agachó tomando a Dawson por el cabello —Ahora sí los verás morir justo frente a tus ojos y no te quedará ninguna duda de ello —

Twain tragó saliva y metió la mano detrás de su espalda. 

—No lo hagas —dijo Stiles desde atrás —No hay suficiente tiempo, él no puede perderte también —murmuró y el beta se giró a verlos. 

—¿De qué hablan? Podemos con esto —

—No pelees —soltó Derek —Estamos en desventaja —

A pesar de eso, una parte de su cerebro seguía funcionando, pero no encontraba forma de salir de eso. 

—No pueden darse por vencidos tan pronto —reclamó y volteó al frente de nuevo —¡Mataste a mi padre maldición! —

Sídney sonrió. —Así que lo viste morir —se burla —¿Te dijo que sentía haber matado a tu mamá? Porque lloró cuando nos lo dijo a nosotros, lloró como un niño pequeño —siguió y Twain escuchó la risa de algunos Lobos. 

—No tienes derecho... —dijo y apuntó al frente con su arma —A burlarte de él, maldito infeliz —

Sídney no parecía tener ni siquiera un poco de miedo y eso lo irritó aun más. —Dispara niño, muéstrame lo que tienes, a ver si eres un poco más hombre que tu padre...

La bala atravesó el hombro de Sídney callándolo de golpe y haciendo que un rugido saliera de su boca. 

Todos los Lobos ajustaron sus armas en su dirección y supo que estaba en problemas. Se le encogió el corazón cuando vio a Sídney ponerse de pie luego del disparo y sonreír. Lo vio respirar un par de veces y luego comenzar a caminar en su dirección. Sabía lo que seguía, probablemente lo mataría ahí frente a todos. 

LETAL「OMEGAVERSE」 © (Lazos II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora