🐺7- La Frustración del Alfa

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En algún lugar de la sala, la vibración de un celular sonó, sobresaltando a ambos lobos. El beta maldijo en medio de un gemido y soltó la parte del cuerpo del alfa que tenía en su mano. Dawson intentó ignorarlo y enfocarse en el cuerpo que tenía enfrente, pero el puto teléfono no dejaba de vibrar. 

—Solo ignóralo, ya acabará—

Un sentimiento de frustración atormentó el cuerpo de ambos. No dejaba de sonar. 

—¿Y si lo lanzas lejos?— Twain preguntó apretando su labio inferior entre sus dientes. Dawson suspiró sobre uno de los pezones ajenos y dejó un beso delicado sobre la tierna carne antes de incorporarse y bajar del sofá. 

Se acercó a uno de los cajones de la mesita sin apartar los ojos del cuerpo desnudo frente a él, y contestó: —Ruega que lo que sea que vayas a decirme sea importante o tus bolas terminaran metidas en tu garganta. 

Vio al beta mirarle sorprendido. 

—¿Y en qué puta parte de tu cabeza crees que eso me importa a mí? —preguntó. El otro no oía muy bien qué le decían pero no estaba siendo muy importante al parecer. 

Dawson volvió a acercarse al sofá, se deshizo de sus botas y pantalones en el trayecto, y se metió despacio entre las piernas del menor. Acarició con la mano libre su rodilla y fue bajando hasta llegar a la costura del bóxer. 

—¿Y qué quieres que haga yo? —

Twain colocó una mano sobre su boca al sentir la mano ajena sobre su erección. Dawson entrecerró los ojos y negó haciendo una seña para que apartara la mano. 

—Bien, me parece genial. Ahora, estoy un poco ocupado...

Dawson se detuvo de hablar pero no le impidió tocarse a él mismo sin dejar de mirar al beta. 

—Sí, estoy atendiendo —susurró colocando el celular entre su hombro y su oreja. Con ambas manos libres tomó los bordes del bóxer ajeno y tiró de ellos por sus piernas dejándolo completamente desnudo a su merced. 

Su mirada observó cada centímetro de piel y se relamió los labios ignorando completamente lo que Sidney le decía al otro lado. Cualquier cosa era poco importante en ese momento. 

—Ajá —

Twain gimió bajito al verle lamer un dedo y rozar su zona sensible sin dejar de mirarla. Estaba relajado, tranquilo, y si no fuera por la llamada, el beta sabía que las cosas estarían un poco más avanzadas. 

Así que Dawson entiende la indirecta cuando el beta tira de la goma de su ropa interior y sonríe. 

—¿Sidney, en verdad tenemos que hacer esto ahora?— pregunta —Están siendo paranoicos, vayan por algo de beber —bromea y se pone de pie deshaciéndose de la única prenda que sigue en su cuerpo. —No, el beta sigue conmigo, no te preocupes que tengo un ojo sobre él —contestó y tomó el teléfono con una mano mientras se posicionaba entre las piernas del ya excitado y mojado lobo. 

Éste se congeló en su lugar al ver lo que planeaba hacer. Negó. 

—No... —casi chilló y Dawson rodó los ojos.

Comenzó a entrar en él despacio y el beta tuvo que morderse la piel del brazo para evitar soltar cualquier tipo de sonido mientras este se abría paso en su interior con extrema lentitud. 

—Sidney, en serio estoy un poco ocupado, apreciaría que habláramos mañana —pidió con la voz ronca. 

¿Estás follando en mi casa H...?— fue todo lo que ambos lobos alcanzaron a escuchar antes de que Dawson cortara la llamada y lanzara el teléfono a un lado. —¿Todo bien pequeño?— preguntó tomando la muñeca frente al rostro del menor y la quitó a un lado obligándolo a gemir. Comenzó a mover las caderas suavemente, de una forma tortuosa, en medio de las piernas del otro y sonrió. 

LETAL「OMEGAVERSE」 © (Lazos II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora