YeonGyu One Shots

🏖 DÁKITI 🏖

Yeonjun y Beomgyu se conocen en la playa escuchando reguetón

(Advertencia: Mención de pura música latina gente xd)

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Los lentes de sol ocultaban la potente mirada que Beomgyu fijaba sobre el cuerpo tomando el sol a la distancia. Barría cada curva, cada musculo. No se perdió ni un movimiento. Cómo el abdomen marcado subía y bajaba en lentas respiraciones, jadeando cada vez que ese mentón se levantaba acomodando su cabeza, mostrando el cuello con la manzana de Adán sobresaliendo.

Lo absorbía tan fuerte por la vista que seguro quemaba más que el propio sol. Era de esperarse que más de una vez ese chico voltera a buscar al dueño del escrutinio.

De nuevo, ¡Benditas sean las gafas de sol!

—Estas todo rojo —Comentó Soobin sentado a su lado.

—Es la playa, hace calor.

—La sombrilla nos cubre —expuso Soobin—. Tu estás comiéndote a alguien y quiero saber quién es.

Beomgyu rodó los ojos, acto que Soobin no pudo notar. Ladeó su cabeza a la derecha, carraspeando.

Allí estaba el receptor de la atención de Beomgyu.

—Oh. Sexy.

—No me digas —replicó como algo obvio.

—¿Cuanto tiempo lleva ahí? —Soobin parpadeó— ¿Se apareció de repente?

—En un momento solo apareció y no se ha movido más que para ponerse de espaldas.

Era buen momento para remarcar lo perfecto que le estaba quedando el bronceado. El cabello rubio resaltaba con el tono más caramelo de su piel. Solo un poco; el tono ideal. 

—¿Está solo?

—Eso creo —Beomgyu checo de nuevo a su alrededor. Nadie habló con el chico en todo el rato, supuso que andaba por su cuenta.

—Deberías ir y no sé... coquetear.

—No soy cool como Taehyun —Beomgyu suspiró— se me da mal.

—¡Claro que no! Eres adorable, usa la torpeza a tu favor.

—Claro.

Por supuesto que no, las veces en que Beomgyu intentó muy sutilmente insinuarse y hacer ojitos, se sintió como un idiota, no pudiendo mantener la performance hasta el final.

Sí, consiguió que le devolvieran el coqueteo, pero los tipos se quedaban con una impresión de él que no quería seguir propagando.

—Voy a nadar —Soobin avisó, echándole una última mirada a la pieza de arte a un par de metros—. Te recomiendo que actúes antes de que alguien más aproveche la oportunidad —y empezó a caminar

—Ni siquiera sé si es gay.

—¡Averígualo!

Beomgyu resopló, su flequillo se alzó en su frente. Apoyó su mentón en su puño cerrado, extendido en toda la silla con un semblante pensante. El chico, que ahora mostraba su estructurada espalda de nuevo, se veía intocable, perfecto, ahí sin saber cuanto llamaba la atención.

Ciertamente muchas chicas alrededor miraban con interés al rubio. Soobin tenía razón, algunas se veían muy decididas, como fieras a punto de saltar sobre su presa. Colocando la parte superior de sus biquinis más apretados  y sacudiéndose la arena del cuerpo.