Su estómago da un vuelco cuando se da cuenta de que está a punto de caer al suelo. No será la primera vez, pero podría ser la más vergonzosa. Supone que si se rompe algo, se irá de vacaciones. Cierra los ojos, sabiendo que el suelo se le está acercando rápidamente. Intenta prepararse para el impacto, pero nunca llega. En cambio, dos brazos fuertes lo rodean, atrapándolo fácilmente.
¿Cómo diablos se movió tan rápido? Estaba al otro lado de la habitación. Él era la razón por la que había tropezado para empezar. Lo tomó con la guardia baja cuando las puertas del ascensor se abrieron y apareció el hombre más guapo que Louis había visto en su vida: kaboom. Eso dice mucho. Estuvo rodeado de hombres que han sido considerados los más sexys del mundo. Sin embargo, nunca podrán acercarse a ese desconocido.
—Hola —dice Louis mientras lo mira. Es incluso más atractivo de cerca. También huele bien, lo que sea que use no es abrumador. La mayoría de los hombres de esta ciudad tienden a exagerar con la colonia, pero no este guapo extraño.
Mira fijamente a Louis, sin decir una palabra.
—Gracias, eso habría dejado una marca —Louis deja escapar una pequeña risa, pero el ojiverde no se une a él, lo que le hace sentir incómodo.
—¿Ves? Ya lo estás protegiendo —dice Frankie, acercándose a Louis. A Louis le da una sensación de malestar, pero hasta ahora mantuvo las manos quietas. Aunque no estuvo ahí tanto tiempo. —Sabía que serías perfecto para el trabajo.
Harry se pone de pie lentamente. Mantiene su brazo alrededor de Louis mientras se asegura de que él también se ponga de pie. Inclina su cabeza para mirarlo. Se eleva sobre Louis, su cabello rizado chocolate está corto, lo que aumenta su atractivo. Pero debe admitir que sus ojos verdes le atraen más. Le hace pensar en cosas con él que nunca quiso hacer con ningún hombre. No lo llamaría sexy clásico. Una cicatriz atraviesa la ceja izquierda del ojiverde. No es grande, pero se nota. Su nariz parece que se ha roto antes. No hace nada para quitarle lo guapo que es. En todo caso, solo se suma a su atractivo. Sin mencionar que es un gran hombre al lado de Louis que es pequeño.
—¿Tienes equilibrio? —él pregunta. Su voz es profunda y vibra a través del cuerpo de Louis.
Abre la boca, pero no salen palabras. El rizado levanta la ceja que tiene la cicatriz en cuestión.
—Sí —empuja Louis más allá de sus labios.
Rápidamente lo deja ir, alejándose de Louis y llevándose su calidez con él.
—¿Estás bien? —Frankie le pregunta.
Louis asiente con la cabeza. Frankie camina hacia él, su mano yendo hacia su barbilla. Louis se pone rígido. Demasiado para que no le tocara. La mano del otro hombre se rompe y le aparta.
—No lo toques.
—Puedo hacer lo que quiera. —espeta Frankie.
—Si quieres que lo proteja, entonces lo haremos a mi manera.
Entonces, Louis se da cuenta de algo: ¿es el hombre del que estaban hablando antes? ¿el que lo va a proteger a partir de ahora?
Decían que era el mejor. Nadie más podría mantenerlo a salvo como él. Si sus habilidades de reacción son algo para seguir, Louis supone que tienen razón.
Los dos se miran fijamente por un momento. Louis quiere decirle a Frankie que no quiere que lo toque, especialmente él, pero es su jefe y está bajo su contrato.
—Bien —Frankie cruza los brazos sobre el pecho—. Louis, este es Harry Styles. El hombre del que te estaba hablando.
—Encantado de conocerte —dice Louis, liberando su agarre en su muñeca.
—Ojalá pudiera decir lo mismo —murmura Harry, pasando una mano por su rostro. Puede que sea bueno en su trabajo, pero obviamente necesita mucho más trabajo en sus habilidades con las personas.
Frankie frunce el ceño. —Ya estuviste de acuerdo.
Louis quiere decirle a Harry que puede irse a la mierda, pero el miedo lo mantiene ahí. Si realmente puede mantenerse a salvo, podría rogarle que no le ayude. Sin embargo, no lo hace, porque está cansado de preocuparse y mirar por encima del hombro todos los días. Puede lidiar con su juicio. Lo estuvo haciendo toda su vida. Aún así, ¿por qué esto quema más de lo que está acostumbrado?
—¿Qué pasó con tu último guardaespaldas? Tenías uno, ¿verdad?
Louis lame sus labios repentinamente secos. —Yo lo tenía. Algunos en realidad, pero siguió superándonos. Anoche dejó rosas en mi camerino.
El castaño sintió una verdadera sensación de miedo en ese momento. No pudo dormir ni un guiño la noche anterior. No podía dejar de pensar en lo que su acosador había escrito en la tarjeta del interior.
—¿Quién es él?
—No lo sabemos. —Frankie responde por Louis. —La nota adjunta decía: "No me hagas poner esto en tu tumba" —Louis se estremece.
—¿Por cuánto tiempo ha estado sucediendo esto?
Harry mira a Louis en busca de su respuesta esta vez.
—Creo que seis meses. Comenzó un tiempo antes de que llegara a Las Vegas.
—¿Crees?
Louis se encoge de hombros. —Recibo un montón de cosas raras que me envían, así que puede que haya durado más, pero se ha vuelto más agresivo. Firma sus tarjetas y cartas de todos modos con un "tu amado esposo". Es algo tan extraño, pero realmente pienso que este tipo cree que estamos casados o algo así.
—¿Estuviste casado antes?
Louis puede jurar que hay un poco de ira en la voz de Harry cuando hace la pregunta.
Niega con la cabeza.
—¿Comprometido?
Vuelve a negar con la cabeza.
Entonces Louis se da cuenta que Harry no tiene idea de quién es.
—Voy a necesitar una lista de tus ex.
Muerde el interior de su mejilla, sin saber por dónde empezar con eso.
—¿Ahora? Tengo que prepararme en unas horas para mi show de esta noche.
—¿Vas a actuar esta noche? —nota un leve tic en la mandíbula de Harry.
—¡Por supuesto que lo hará! Tiene espectáculos con entradas agotadas. —Frankie interviene.
Claro que lo hará. Frankie no querría perder el dinero. No contrató a un guardaespaldas porque realmente le importe lo que le suceda a Louis. No está seguro de que alguien realmente lo haga. Se trata de lo que puede hacer por ellos. O cuánto dinero puede ganar para ellos. Frankie está protegiendo su inversión. Nada más.
—Necesitaré la lista de ex novios de inmediato. Cuanto antes encontremos a esta persona, menos me necesitarás.
Intenta no estremecerse a lo que responde con un casi audible "está bien", preguntándose si se refiere a los reales o los falsos.
Louis decide simplemente dárselos todos.
