"Muérdeme" repitió en un susurro, sin aliento. Jungkook jadeó y negó con la cabeza.
"N-no Nam, no estás pensando con claridad. No sabes lo que dices"
[...]
"Si lo sé. Muérdeme Jungkook. Eres tú, eres mi alfa. Lo sé. Lo siento. Muérdeme, por favor...
Oops! Ang larawang ito ay hindi sumusunod sa aming mga alituntunin sa nilalaman. Upang magpatuloy sa pag-publish, subukan itong alisin o mag-upload ng bago.
Se despertó con un par de labios sobre los suyos y un ligero peso sobre su torso y estomago.
Abrió los ojos con lentitud, observando a su alfa cerniéndose sobre él.
"Buenos días, amor" su voz gruesa lo hizo estremecerse ligeramente.
Levantó la mano, enredando los dedos en el cabello largo de su nuca, devolviéndole el beso.
"Buenos días" respondió sobre sus labios.
Una cabesita de cabello color chocolate se asomó en el espacio entre el brazo y el costado del alfa, haciendo que ambos la miraran.
"Hola, papi" saludó con su voz dulce, esa que siempre hacía a Namjoon derretirse.
"Hola, mi amor" la niña sonrió, con sus hoyuelos marcándose en sus mejillas, y gateó hasta su pecho, enredando los brazos en el cuello de su papá en un abrazó. Era una posición algo incómoda, teniendo a su hija abrazándolo por el cuello y a su alfa sobre ellos.
"Feliz cumpleaños, papi" Namjoon la envolvió entre sus brazos, mirando a su alfa que los miraba con todo el amor del mundo.
"Gracias, nena" la niña se separó sonriendo de nuevo.
Un llanto llego de la habitación continua. La niña giró la cabeza hacia la puerta y se removió, empujando el brazo de Jungkook hasta que el se movio para dejarla salir, bajo de la cama y corrió hacia la puerta, gritando: "YO VOY".
Jungkook y Namjoon rieron abiertamente ante las acciones de su hija.
Salieron de la cama y Jungkook enrolló los brazos en la cintura de su omega, acercándose a sus labios.
"Feliz cumpleaños, Nam" susurró sobre sus labios antes de besarlo. Lento y dulce.
El omega suspiró cuando se separaron.
"Gracias" le besó la mejilla y Jungkook sonrió.
"Vístete, el desayuno está listo" le dijo, antes de besarlo de nuevo y salir de la habitación.
Namjoon se vistió, escuchando a Jungkook en la habitación de al lado.
Unos minutos después, bajó las escaleras vestido con un pantalón de chandal y una sudadera de Jungkook.
Habían dejado el departamento un poco después de que Daehyun nació. Ahora vivían en una casa de dos pisos, con cuatro habitaciones. No era enorme, pero tampoco muy pequeña, era perfecta.
Cuando entró a la cocina, Daehyun picaba fruta de un plato con un tenedor mientras Jungkook con una mano servía dos tazas de té y con la otra sostenía a Soobin.
Los tres amores de su vida.
Daehyun era la versión femenina y pequeña de Jungkook, con sus largo cabello color chocolate que le llegaban a los hombros y los bonitos hoyuelos en sus mejillas, sin embargo, sus ojos eran avellana, como los de Namjoon. El omega apostaba a que así lucía Jungkook cuando tenía cuatro años. Soobin estaba a punto de cumplir dos años y era la fusión perfecta de sus padres, aunque sus ojos eran negros, al igual que los de Jungkook.
