Zero no COG (Editando y Unificado capítulos)

Y su nombre era "Guerra".

"Salió otro, un caballo de color de fuego; y al que iba sentado sobre él se le concedió quitar de la tierra la paz para que se degollaran unos a otros; y le fue dada una gran espada" (Revelaciones/Apocalipsis 6:4).

La noticia sobre lo que había ocurrido en el castillo se esparció rápidamente entre los conocidos de Misha quienes de inmediato cerraron filas a su favor.

En la capital Morteau liquidó a sus empleados y partió de inmediato a Tarbes con todo el dinero que tenía disponible para ayudar en lo que pudiera. Al enterarse que Siesta y las demás prometidas habían huido en secreto con el fin de evitar ser capturadas para coaccionar a Misha él urgentemente les dio seguimiento para ayudarles a cruzar la frontera.

Por otra parte en la academia de magia, el director Osmond envió cuervos mensajeros a las tierras de Valliere para informar al duque lo que había ocurrido y pidiéndole que enviara fuerzas para evitar el derramamiento de sangre que se cerniría en Tarbes si el ejercito de Misha decidía entrar en combate. El sabia que con el armamento a disposición de las tropas de Gears la lucha terminaría en una masacre.

Por fortuna aun quedaba un teniente que controlaba la cadena de mando del ejército pero tenia poca experiencia y de momento solo se había dedicado a fortificar las defensas cercanas, su idea no era llegar a presentar batalla pero no rendiría a sus hombres ante ningún noble que no fuera su superior por mas titulo que tuviera. Ademas con las prometidas fuera del país podrían concentrarse en evacuar a los civiles mientras ellos resistan hasta que las cosas mejoraran y el malentendido se aclarara.

Adelantándose a los futuros previsibles el director de logística y suministros, Robert Sinclair envió cartas a los centros de trabajo en las minas con ordenes estrictas de detener la explotación de material y en vez de eso resguardarse con la mayor cantidad de víveres y suministros pues no le cabía duda de que aprovechando la ausencia de Misha y del caos que resultaría por la desaparición de la reina algunos nobles iniciarían su propia campaña para tomar por la fuerza lo que tanto trabajo les había tomado reunir. Pocos soldados estaban estacionados en esas bases y no resistirían un ataque decidido pero todos estaban dispuestos a dar su vida por el trabajo que realizaban y la mayoría de los habitantes también se sentían igual así que estaban decididos a aguantar hasta el final.

Los dos batallones que se dirigía a Tarbes era comandado por el conde Mott al que apodaban "la ola" era un mago de clase triángulo que algunas veces hacia de mensajero para la corona, un hombre arrogante, déspota y codicioso que vivía a base de impulsos y que jamás pensaba en las consecuencias a futuro. Por tal motivo los otros nobles le habían dado el comando de sus tropas, pues era fácil culparlo de todo y deshacerse de el si las cosas no salían como habían planeado.

Mott tenia una enemistad con Misha desde antes que siquiera fuera nombrado caballero y eso se debía a que el se había fijado en Siesta como amante cuando aun era sirvienta de la academia, pero para cuando consiguió que le aprobaran llevársela a su mansión encontró que ahora la chica servia a la hija del duque de la Valliere y que ademas se había comprometido con su familiar. Altanero y hostil por naturaleza Mott juro venganza pero las cosas no pintaban bien para que eso se cumpliera hasta ese momento.

A la cabeza de dos mil soldados marchaba sobre su caballo cuando se topó contra un muro imposible de franquear. La entrada de Tarbes se encontraba bloqueada por altas cercas de acero, piedras y madera, en lo alto había al menos cien soldados armados con rifles y los apuntaron de inmediato contra los recién llegados.

"¡Alto! un paso más y abriremos fuego". Gritó un Gear desde arriba.

Mott se puso rojo de la ira ¿como podía un mero soldado darle ordenes así? estaba a punto de sacar su varita cuando una parte de la cerca se abrió y de el salio un pelotón de siete hombres armados hasta los dientes, el que iba a la cabeza se adelantó un poco.