Zero no COG (Editando y Unificado capítulos)

Punto De Inflexión.

Ocurrió durante la subyugacion del dragón de tierra en la vieja mina de Gallia.
La bestia era taimada como un perro que ha encontrado la forma de burlar al dueño de una carnicería para darse una comida gratis.

Los habitantes de Halkeginia les daban gran valor he importancia a todo tipo de criaturas, pero en especial los dragones estaban en un rango superior, casi divino. Existía la creencia de que estos seres al igual que las aves fénix eran inmortales y que los más antiguos eran incluso capaces de tomar formas humanas.

Había leyendas de mujeres hermosas que desposaron reyes y que luego resultaron ser dragonas transformadas. Muchos se proclamaban descendientes de algún genuino dragón que hace muchas generaciones había tomado la sabia decisión de bajar de las montañas y preñar a alguna desesperada, pero seguramente noble mujer. Misha sonreía con sarcasmo al escuchar tales historias y luego de pasar tres días en esa mina arrastrándose por el fango en semi oscuridad llegó a la conclusión de que los dragones eran como grandes perros cuya única inteligencia superior consistía en burlar al carnicero para satisfacer su pequeño deseo, sea cual fuese.

Tabitha era inexpresiva como siempre, un suspiro suyo era como la lluvia en el desierto y Misha aprendió enseguida muchas cosas de ella.

Primero que no era retraida por naturaleza, algo la había hecho cambiar de golpe, se notaba en la forma que acariciaba el dorso de sus manos mientras sus ojos veían al vacío. Era más visible aún mientras tenían alguna comida furtiva en una de las tantas cuevas, ella pocas veces se alejaba de Misha más de un metro de distancia, siempre atenta, como esperando protegerlo de cualquier peligro.

Pero la mejor información sobre ella la obtubo mientras dormía. Tabitha tenía pesadillas. En sus sueños gritaba, imploraba y lloraba. Misha no hizo preguntas pero sacó su propias conclusiones. No era una noble cualquiera, el hecho de que la hubieran convocado a estas misiones quería decir que era alguna especie de AS y que alguien por ahí fuera reconocía su fuerza y habilidad con la magia.

También quería decir que era lo suficientemente peligrosa socialmente para que la hubieran exiliado después de matar a su familia. Esto último era algo obvio por lo que decía entre sueños.

Misha reafirmó el pensamiento que tuvo hace algún tiempo cuando se enfrentaron a Fouquet... Tabitha era peligrosa, del lado contrario podría llegar a ser un enemigo formidable y causar un gran daño. Si quería tenerla a su lado debía encontrar una manera de crear un vínculo muy cercano, pero por desgracia, la misma naturaleza de Tabitha le impedía el acceso.

Pasado el tiempo y luego de muchas situaciones juntos Misha creyó que estaban en un punto medio donde ambos se entendían y respetaban mutuamente. Pero eso cambió después de regresar de Gallia.

Tabitha se comportaba extraño, mucho más que de costumbre y casi todos los días del mes que estuvieron en la academia se encerró en su habitación y no permitió la entrada de nadie, ni siquiera de Kirche. Misha temía que este comportamiento fuera la antesala de algo más grande por venir, algo que ella temía que incluso juntos no podrían superarlo.

Era la temporada otoñal, el verano tocaba a su fin y las noches se hacían cada vez más frías. Veinte días han pasado desde que Misha regreso a la academia y los días transcurren con una calma casi monótona. El entrenamiento de su nuevo escuadrón marcha bien y Misha confía en que en un par de meses más serán capaces de acompañarlo en misiones de alto riesgo.

Por otro lado, la situación con sus prometidas avanza muy bien y el embarazo de Kirche va de maravilla. Si hay algo de que preocuparse sería de la reina Henrietta.

Misha no la ha visto durante este tiempo y los reportes de su guardia privada no son nada buenos. La reina ha dimitido de sus obligaciones y en todos lugares y a todas horas solo se le ve caminando por los pasillos o en su habitación vestida toda de negro enlutecida por la pérdida de su querido príncipe fratricida.