Capitulo 5.

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No sé si esto es una buena idea, pero no me interesa de todas formas.

Decidida tomé mis cosas y salí por la puerta trasera asegurándome que nadie me viera.

La parte trasera del instituto es un jardín bastante descuidado y abandonado, la yerba creció a tal punto de llegar casi a mi cintura, menos mal llevaba jeans o si no mis piernas estarían llenas de ronchas.

La parte que los estudiantes teníamos terminantemente prohibido visitar era parte del bosque, mejor dicho la entrada a este que se conectaba al jardín trasero del instituto.

Si me volteaba aún podía ver la puerta por dónde salí.

Por favor que nadie me vea. Por favor.

Tomé una fuerte respiración llenando no solo mis pulmones de aire, si no también llenandome de seguridad y seguí caminando con mi propósito firme, encontrarlo.

—¿Qué haces aquí?— él fue quien me encontró a mi, salté en mi lugar sintiendo un escalofrío recorrer mi espalda.

—Hola... Jung.

Silencioso Jung.

Retira la capucha de su suéter dejando al descubierto su rostro.

No puedo dejar de mirarlo cuando lo hace, me permito observarlo un poco antes de soltar alguna cosa que me deje en ridículo.

—¿No vas a responder?

—¿Pensaste en ayudarme?— formulé a penas.

—Vuelve al instituto.

—Vine hasta aquí, y quiero hablar contigo sobre mis tutorias — estoy más que decidida a lograr que me ayude. No me adentré hasta este lugar por nada.

Sus ojos me estudian, no se despegan de los míos en ningún momento.

Esto fácilmente podría interpretarse como una de esas películas románticas en la que con mucho misterio ambos están envueltos y los silencios albergan entre para ellos que la situación luzca bastante atrayente.

Solo que esto no es una película.

Menos mal.

Yo soy la que retiro la mirada.

—No, no pensé en nada, te dije que no te ayudaría, ¿No lo entendiste?

—Hablo enserio, necesito tu ayuda. Voy terriblemente mal en matemáticas... por favor.

—Presta más atención la próxima— espetó.

—Es que... no lo entiendes.

Al parecer el silencio será algo normal en ambos porque volvemos a vernos envueltos en el por unos segundos.

—No puedo ayudarte.

—¿No puedes o no quieres?

—Ambas.

—¿Porque no puedes?

Me ignora—Me iré, y tu regresaras adentro, si alguien te ve aquí te meteras en muchísimos problemas. Es un consejo.

Inefable. 1# (Saga Amores Cliché) Editando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora