Capítulo 13

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Autocontrol

Llevaba las manos escondidas entre los bolsillos de su pantalón, fingiendo indiferencia hacia los nervios que se acumulaban dentro de él. Sasuke y Naruto caminaban uno al lado del otro en una increíble comodidad, los grillos hacían su trabajo en ambientar su pequeña caminata, las estrellas se miraban un poco más que en noches anteriores y la luna brillaba en cuarto menguante.

—¿Adónde quieres ir?—Naruto no podía disimular su curiosidad—. No me dejes con la duda—hizo un pequeño puchero.

Sasuke sonrió ligeramente y se encogió de hombros—. Ya llegaremos.

Él llevó a Naruto hasta la pequeña zona de comercio, la que estaba cerca del puerto pesquero y la razón por la que casi siempre había mucha aglomeración de personas. La avenida estaba iluminada por los locales e incluso podía escucharse los gritos de las señoras atrayendo a sus posibles clientes; la gente paseaba de un lado otro, era como un mini festival nocturno.

—Mira todas esas luces...—exclamó el rubio con asombro—, nunca había venido aquí por la noche.

Sasuke miró atento su rostro iluminado y asintió satisfecho. Esta noche era crucial, era su oportunidad para decidir qué camino tomar; cómo actuar y lo más importante, descubrir si había una mínima cosa que le hiciera saber que tanto él como Naruto, sentían lo mismo uno por el otro.

Naruto inhaló con placer el aroma de la carne asándose frente a ellos. Los infinitos platos pequeños con distintos vegetales y menjurjes decoraban la mesa. Sus ojos brillaban del hambre, Sasuke podía jurar ver que casi babeaba por la deliciosa combinación de olores entre lo frito y el alcohol.

—Este lugar es espectacular—dijo con las mejillas rellenas cual ardilla—. Me disculpo por dudar de tu buen gusto, eres genial.

Arrugó la frente, incluso un halago viniendo de él con una pizca de burla podía hacerle sentir bien, tanto como para inflar el pecho de orgullo; era ridículo que pensara de esa forma, Dios. Más que de disfrutar de engullir su cena, Sasuke parecía más entretenido en observar a Naruto comer.

Es tierno.

Un pensamiento pasajero como ese pudo haberlo escandalizado en el pasado; no sabía en qué momento eso había cambiado o el cómo había pasado. Descansó el codo en la mesa y su mejilla izquierda sobre su mano mientras metía un trozo de carne a la boca, sin dejar de mirar a su vecino, Sasuke entrecerró los ojos con curiosidad.

—¿Qué sucede?—Naruto se dio cuenta y dejó los palillos a un lado.

Esta vez pensó la forma correcta de abordarlo con sus preguntas, estaba sumamente curioso ahora que recordaba el pasado y en cómo se conocieron. Sus antiguos pensamientos sobre Uzumaki Naruto evolucionaron lo suficientemente como para llegar al punto en donde se atreviera a invitarlo a comer.

—¿Qué era lo que buscabas bajo mi puerta ese día?—se enderezó y le miró fijamente.

Naruto abultó los labios recordando—. Ah, eso...—rascó su mejilla.

Bajo su playera blanca sacó un pequeño cristal similar al color del jade, lo sostuvo con delicadeza y le sonrió como siempre hacía—. Lo rompí mientras llevaba las cajas y tardé mucho buscándolo, luego me di cuenta que el colgante había pasado por debajo de tu puerta.

Se rió de sí mismo—. Intenté alcanzarlo a pesar de que sabía que había caído muy lejos.

Naruto notó nuevamente la mirada interesada de Sasuke, aguardando silenciosamente a que continuara con la historia. Se acomodó en su lugar, miró con nostalgia el pequeño dije y suspiró mientras recordaba la historia detrás de ello.

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